Los dueños de Unidad Editorial están jugando a la italiana en la negociación que mantienen con Vocento para fusionar las dos compañías. Las conversaciones se han enfriado en las últimas semanas y eso se debe, en gran parte, a la actitud conservadora de los responsables de RCS MediaGroup, que se escudan en el aumento de los ingresos por publicidad que han conseguido en el último tramo de 2014 para hacer fuerza y reclamar un mayor peso en la empresa resultante que el que está dispuesto a concederles la editora de ABC, según han destacado a este periódico fuentes cercanas a este proceso.
Esta actitud ha sembrado cierto malestar en Vocento, donde se recela de los italianos de Rizzoli, pues mientras en su casa consideran que han hecho los deberes al refinanciar su deuda (de más de 150 millones hace unos meses) y reducir considerablemente su gasto corriente en los últimos ejercicios, observan que en el otro extremo no se han tomado decisiones drásticas para suavizar sus profundos números rojos. Por eso, no entienden que los italianos consideren el repunte de sus ingresos publicitarios como un argumento de tanto peso a la hora de negociar, aseveran estas fuentes.
Hace unas semanas, el consejero delegado del grupo, Pietro Scott Jovane, oficializó esta postura al afirmar, en un encuentro con los sindicatos, que no está entre sus planes impulsar un acuerdo con Vocento, ante los signos de recuperación que observa en Unedisa, apuntalados en una mayor actividad de las empresas anunciantes.
Los ingresos por publicidad mejoraron en Unidad Editorial en la última parte de 2014
El ejecutivo incidió en que los números de Unedisa fueron en el tercer trimestre de 2014 mejores que la media del grupo, lo que refuerza su posición en su organigrama y aminora sus urgencias. Eso sí, no descartó del todo la posibilidad de vender la filial española si llegara una oferta irrechazable de otra empresa.
Una posición inamovible
Este argumento ha servido a los italianos para enrocarse en su posición y mantener unas exigencias que en Vocento no están dispuestos a conceder, sobre todo en los temas más delicados del proceso, como son el porcentaje de acciones que acaparará cada socio en la nueva compañía, las actuaciones a seguir con la deuda que arrastran ambos grupos y la composición de la cúpula directiva.
Este último asunto preocupa especialmente a las varias familias que componen Vocento –algunas de ellas con una rivalidad histórica-, que no quieren renunciar a su cuota de poder. Lo que parecía claro, tras los primeros encuentros en septiembre y noviembre de 2014, es que Rodrigo Echenique, presidente de la editora de ABC, sería el nuevo líder de la compañía resultante.
Oficialmente, ninguna de las empresas reconoce las negociaciones, aunque se han producido varios encuentros
Lejos de reconocer que hay negociaciones en curso, ambas empresas mantienen un hermetismo ejemplar sobre el proceso. “No existe nada de eso”, afirma a este periódico el consejero delegado de Unidad Editorial, Antonio Fernández Galiano, que hace unas semanas declaró a este mismo medio que la operación no es descartable. Oficialmente, en Vocento tampoco reconocen que se hayan producido conversaciones para una posible fusión, pero desde todos los frentes se da por supuesto que ha habido varios encuentros.
Fuentes cercanas al proceso interpretaron que el jueves por la mañana el director de ABC, Bieito Rubido, lanzó un dardo envenenado a los ejecutivos de Rizzoli durante un desayuno informativo. En mitad de un discurso en el que aseguró que el sector del periodismo está “sobredimensionado”, afirmó que dentro de unos años sólo quedarán dos periódicos en Madrid y que uno de ellos será el que encabeza. Según ha podido saber este medio, un representante de la cúpula de Vocento, con cierta enjundia, precisó desde su mesa: “dentro de poco, quizá no quede con quien fusionarse”, dejando entrever que desde el otro lado de la mesa de negociación ni mucho menos se piensa que Unedisa es tan solvente como sus dueños han transmitido.
