El Tribunal Supremo ha asestado una cornada letal al Grupo Prisa. La Sala de lo Civil de esta instancia judicial ha estimado el recurso de casación presentado por Mediapro contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid que le quitaba la razón en la guerra del fútbol, que se inició en 2006 y llegó a los tribunales en agosto de 2007. Esta decisión le libra de pagar la indemnización de 320 millones de euros que había solicitado la compañía encabezada por Juan Luis Cebrián por incumplimiento de contrato.
Los hechos se remontan a 2006, cuando la productora de Roures y Audiovisual Sport (AVS) rubricaron un acuerdo para explotar los derechos de la Liga y de la Copa del Rey hasta la temporada 2008/2009.
Con este contrato vigente, Mediapro se salió por la tangente e inició negociaciones bilaterales con los clubes para la compra y explotación de sus derechos, algo que enfureció a Cebrián, quien ordenó cortar la señal a Mediapro para emitir los partidos y acudió a la justicia para solicitar una indemnización millonaria por el incumplimiento del pacto de Roures con AVS (participada por Sogecable y Televisión de Catalunya). El Juzgado de primera instancia y la Audiencia Provincial de Madrid le dieron la razón en 2010 y 2012; pero ahora el Tribunal Supremo se la ha negado.
La decisión se ha tomado por unanimidad de los cinco magistrados del tribunal, que han dado la razón a Mediapro en el principal objeto de polémica en este litigio: la cláusula quinta del contrato firmado para la explotación del fútbol español, la cual estipulaba la forma en la que estas empresas debían contratar los derechos audiovisuales de los clubes. Esta condición fue anulada en 2010 por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), lo que ha llevado al Tribunal Supremo a determinar que no existe base para condenar a la productora de Jaume Roures por incumplimiento del acuerdo.
Una decisión inesperada
La sentencia ha cogido con el pie cambiado a los responsables del Grupo Prisa, que esperaban hacer valer sus argumentos en este tribunal, al igual que en las dos instancias anteriores. En la primera, el juzgado 36 de Madrid falló a su favor y condenó a Mediapro a abonarle 100 millones de euros. Esta situación hizo que la empresa de Roures declarara un concurso de acreedores para poder aprovisionar esa cantidad, destacan fuentes del grupo.
La apelación que presentó Mediapro ante la Audiencia Provincial de Madrid también lo perdió y, tras elevar un recurso de casación al Tribunal Supremo, Prisa aumentó hasta 320 millones su petición de indemnización. En las últimas semanas, Roures había anunciado que guardaba 105 millones en caja para afrontar el pago en efectivo que habían determinado los tribunales, que también le habían solicitado avales por valor de 220 millones de euros.
Esta causa no es la última que las dos empresas tenían pendiente en los tribunales, pues la Cámara de Arbitraje de París deberá decidir sobre la explotación de los derechos correspondientes a las temporadas 2012-2013, 2013-2014 y 2014-2015. En principio, su carácter será vinculante.
Por otra parte, la compañía de Roures se ha querellado recientemente contra El País por la información aparecida el pasado 15 de diciembre en este diario, en la que se afirmaba que esta compañía guarda 250 millones de euros en hasta 150 entidades bancarias situadas en diferentes países del mundo, algunos de ellos considerados como paraísos fiscales. Los implicados ya han sido llamados a declarar.
