Probablemente no la hayas visto todavía, pero puedes guardar este link para dar una lección a quien use esta fotografía para vender odio y rechazo a los inmigrantes. En realidad es justo lo contrario.
La foto no está manipulada pero en su primera lectura vende una idea populista muy clara. La inmigración se aprovecha de los resquicios legales para enriquecerse. Una mujer de aspecto musulmán se baja de un coche de lujo en la puerta de un famoso banco de alimentos alemán. ¿Cómo puede permitir la ley este agujero? Gasolina fácil para la intolerancia.
La imagen fue publicada en Facebook por Marco Kurz el 15 de marzo, un perfil populista que se vende bajo un "Merkel must go" y que suele compartir noticias de ataques de inmigrantes y extranjeros. La foto corresponde a la sede de la ONG Tafel en la ciudad alemana de Landau in der Pfalz:
"Hoy en frente del Landauer Tafel. ¡Corran!"
-------------
Tafel, es una ONG que se dedica a repartir por todo el país los excedentes alimentarios de supermercados y propietaria del centro que sale en la fotografía.
El mensaje de Marco era una llamada a la comunidad, especialmente a los inmigrantes, para ir a recoger comida gratis, aunque no se tuviera derecho a ella. Los comentarios empezaron a vender y apostar por la sospecha de Marco. Más de 32.000 compartidos y 1300 comentarios, la mayoría llenos de odio y rechazo.
La foto saltó entonces del Facebook a Twitter y de ahí a numerosos medios nacionalistas que inflaron la historia sin comprobar ni preguntar a las fuentes.
También ha llegado a España...
Cuando todos los medios se hicieron eco de la denuncia, el Tafel de Landau tuvo que aclarar y publicar la verdadera historia detrás de esta fotografía en su web.
La mujer de la imagen es de origen árabe: sí. Tiene mucho dinero: también... pero no va al banco de alimentos a recoger comida sino a llevar a un anciano vecino alemán que no puede desplazarse solo debido a su edad.
Así lo cuenta Tafel en su web:
"El automóvil que se muestra recoge a un jubilado (alemán) que ya no puede seguir viniendo al centro solo. Muchos vecinos serviciales suelen conducir sus coches a los puntos de entrega. Esto también incluye a esta familia musulmana, que no recibe ningún alimento por parte de nosotros."
La ONG también aclaró que los agraciados de su programa de donación deben pasar un riguroso control de sus recursos y necesidades al menos una vez al año y sin importar la nacionalidad de origen. ¿Alguien en su sano juicio puede pensar que un farsante iría a la puerta misma del centro en su Mercedes, a la vista de todos a recoger su donación? Parece que más de 32.000 personas sí.
Resulta también que Kerstin Baudisch, presidenta de la asociación de apoyo del Landauer Tafel conoce personalmente a la mujer del automóvil y confirmó a un diario alemán que pertenece a una familia musulmana que recoge habitualmente a un jubilado alemán con discapacidad, que es cliente de Tafel desde hace tiempo.
Maravillosa lección. Maravillosa historia.