Un estudio publicado esta semana por el Observatorio de Emancipación revela que los jóvenes en España tendrían que destinar el 100% de su sueldo y 76€ más sólo para pagar el alquiler y los gastos del piso. La sociedad los aboca a ser pobres trabajando 8 horas diarias mientras los llama privilegiados por tener música y pelis infinitas en Netflix y Spotify, les hace pagar una pensión que no van a recibir y les incita a deconstruir su masculinidad y a pedir perdón por sus privilegios de raza y género.
Y todavía hay gente preguntándose por qué hay un auge reaccionario entre la Generación Z. Es el mismo cabreo que había en los 80, sólo que la generación del punk se enfrentaba a un establishmet conservador y esta a uno que les pide que gasten el dinero que no tienen en huir de los procesados, en comprar productos de proximidad, apoyar el comercio local y en pagar el doble por un coche de bajas emisiones.
Según otro estudio publicado por el CIS que se ha hecho viral esta semana, el 44% de los hombres cree que se ha llegado tan lejos en la promoción de la igualdad que ahora se les discrimina a ellos. Algo imposible según el discurso woke porque el feminismo es la búsqueda de la igualdad según explica claramente el diccionario. Según esta posición, Pedro Sánchez y José Bono están a favor de la prohibición de la propiedad privada de los medios de producción porque es lo que dice del socialismo el diccionario.
Así de fácil es desmontar el argumento del diccionario que se utiliza a diario Twitter para ridiculizar cualquier crítica al feminismo, como si fuese un ente infalible en lugar de un movimiento social dinámico que puede o podría convertirse en lo contrario. El día que se enteren de que el Partido Demócrata, el partido 'progresista' de Estados Unidos, en su momento defendió la esclavitud, les da algo.
Hay que preguntarse qué le estamos haciendo a la Generación Z para que esté produciendo esta ola reaccionaria. Detrás de la frustración hay una generación perdida y cabreada que en vez de punk escucha a Bizarrap y Bad Bunny y en vez de imperdibles llevan rizos prebrabricados. En los 80, los gobiernos les daban heroína, ahora los duermen con redes sociales. En TikTok les pudren las neuronas y en Twitter ‘les enseñan’ que la rebeldía consiste en postear símbolos totalitarios o en tintarse de rosa los pelos de las axilas.
Hoy en el repaso semanal a X, traigo virales como el tongo en un sorteo municipal en Úbeda, pero también mucha crisis de la juventud porque hay que hablar de la generación Z.
Mi jefe: "Parece que solo trabajáis por el dinero y no por el bien de la empresa"
— Yogulado (@Supertramp9713) January 15, 2024
Yo: pic.twitter.com/UzXFWJ2SyG