Mémesis

Un hombre encuentra y clasifica miles de piezas de un vertido de Lego 20 años después

Se llama Rob Arnold, un inglés que ha dirigido un equipo de voluntarios para recuperar y clasificar más de 3 millones de piezas de plástico encontradas en la playa de Tregantle, en el extremo suroccidental de Inglaterra. 35 bolsas llenas de piezas que han permanecido en el mar 20 años desde el gran vertido de Lego de 1997. Ha publicado en su Facebook todo el proceso del trabajo.

  • Un hombre encuentra y clasifica millones de piezas de Lego de un vertido de 1997

El 13 de febrero de 1997 el portacontenedores Tokio Express se encontraba en ruta trasatlántica cerca de la costa de Cornualles cuando fue sorprendido por el temporal de la zona. Una tormenta perfecta que en uno de sus embistes logró inclinar el gigantesco barco casi 60 grados. Como consecuencia de aquella fuerza bruta 62 contenedores normalizados acabaron en el agua. Un desastre.

El Tokio Express  después de llegar al puerto de Southampton en 1997

Uno de aquellos contenedores fue identificado cuando se partió por las consecuencias medioambientales que produjo. Millones de piezas de un lote de Lego que iba destino a Nueva York acabaron esparcidas por el mar y se han ido repartiendo por las playas de medio mundo durante estos dos decenios.

Rob Arnold en la playa de Tregantle

La temática de aquel vertido ayudó a construir una leyenda y revalorizar las piezas encontradas. El catálogo vertido se componía, en su mayoría, de piezas de temática marítima: arpones, aletas, espadas de pirata, y los famosos pulpos.

La playa de Tregantle

Años después de aquel vertido se llegaron a encontrar pulpos en una playa de Melbourne, a más de 16.000 kilómetros de distancia. Varias páginas de Facebook de coleccionistas y curiosos han ido contando y recopilando los hallazgos de aquel vertido convirtiéndose algunas incluso en piezas de coleccionistas.

Las bolsas se acumulaban en casa de Rob

El oceanógrafo Curtis Ebbesmeyer hizo un seguimiento de aquel vertido para estudiar el comportamiento de las corrientes marinas en el mundo. Una pieza tarda unos 3 años en cruzar el Atlántico y debido a su composición podrían seguir navegando por el océano durante siglos.

La apertura de los botes de silicona no está pensada para respetar el medio ambiente

Es la parte negativa de esta historia. A partir de aquel vertido la multinacional Lego ideó un plan para cambiar la composición de sus celebérrimos ladrillos de juguete. El acrilonitrilo butadieno estireno (ABS) es un plástico muy fuerte y resistente —usado incluso en la industria de la automoción— con una huella medioambiental demasiado perenne. Más de 60.000 toneladas de plástico al año para moldear unas piezas que pasan de generación a generación, incluso para los seres vivos del mar.

Tees de Golf y soldaditos de plástico clasificados

20 años después de aquel vertido un ciudadano inglés sigue recuperando las piezas que han contaminado el agua de la zona de Cornualles más cercana al siniestro. 3 millones de todo tipo de piezas de plástico que ha metido en 35 bolsas para luego clasificarlas en su casa.

Aletas para figuritas de Lego

Semanas de trabajo recogiendo, clasificando, fotografiando e identificando piezas de plástico de la playa de Tregantle. Tapones, filtros de tabaco, palillos, tacos de obra, cuentas de collar,... toda una colección de desperdicios casi intactos que nos cuentan lo imperecedero y dañino que puede llegar a ser este material.

Piezas de Lego recuperadas

Más piezas

Las fotos las ha compartido en su Facebook y se han viralizado en redes sociales. El post de Reddit con las fotos del proceso tiene más de 35.000 votos y 1.600 comentarios. Las imágenes publicadas en ImgUr llevan medio millón de visitas.

Así se veía la playa de Tregantle después de la acción de limpieza de Rob y su equipo de voluntarios.

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