El presidente del Real Madrid siempre puntualiza que él no gasta el dinero en fichajes, sino que lo invierte. Lo cierto es que pocos clubes, y ninguno como el que preside, son capaces de amortizar las millonadas con las que año tras año el conjunto blanco se fuerza. Los números le avalan. Los títulos, no tanto. El caso es que durante sus dos mandatos, de 2000 a 2006 y de 2009 a 2013, el desembolso en fichajes de Florentino Pérez es de 953 millones, a los que en breve habrá que sumar los más de 100 que le costará la llegada del galés del Tottenham, Gareth Bale, su última inversión.