Motor

El bajón del coche eléctrico en 2024 hizo caer un 45% el beneficio de las marcas europeas

Los beneficios de las grandes automovilísticas europeas cayeron casi un 45% el pasado ejercicio lastrado en parte por el parón de la demanda del coche eléctrico

  • La facturación de los fabricantes europeos también cayó en 2024, un 5%

No fue 2024 un buen año para las grandes automovilísticas europeas, que están sufriendo las consecuencias de las millonarias inversiones realizadas en el desarrollo del coche eléctrico a las que se ha sumado un entorno complejo marcado por los desafíos del sector para reducir emisiones y la amenaza del auge de los fabricantes chinos. El resultado, un beneficio conjunto de 35.080 millones de euros el pasado ejercicio, lo que supone una caída del 44,7% respecto a 2023.

Según los datos recogidos por Efe, la facturación conjunta de Stellantis, grupo Renault, Mercedes Benz, Volkswagen y BMW ascendió a 825.782 millones, lo que arrojó un descenso del 5,5% con respecto a la registrada un año antes.

En el caso de Stellantis, su beneficio en 2024 cayó nada menos que un 70% hasta los 5.520 millones de euros, mientras que la facturación se redujo un 17% hasta los 156.878 millones. Stellantis, que agrupa 14 marcas en Europa y América, como Fiat, Citröen, Peugeot, Opel, Chrysler o Jeep, vio como su consejero delegado, Carlos Tavares, dejaba la empresa el 1 de diciembre tras los malos resultados del tercer trimestre.

Por su parte, el beneficio del grupo Renault se redujo un 65,8% hasta los 752 millones, lastrado por el impacto en las cuentas de su socio japonés Nissan, que pesó sobre los resultados globales. La facturación del grupo, que agrupa las marcas Renault, Dacia y Alpine, alcanzó en 2024 los 56.230 millones de euros, un 7,4% más que un año antes.

La alemana Mercedes-Benz redujo su beneficio en 2024 un 28,4% por la caída de ventas en el mercado chino, hasta los 10.409 millones de euros, mientras que su facturación se redujo un 5,4% respecto a 2023 hasta los 145.594 millones.

En el caso de Volkswagen, su resultado cayó un 32,77% hasta los 10.721 millones de euros en 2024 en un entorno competitivo en China y por el aumento de costes, mientras que la facturación mejoró en hasta los 324.700 millones.

Y el grupo automovilístico BMW, que engloba las marcas BMW, Mini y Rolls-Royce, redujo su beneficio en el ejercicio casi un 37% hasta los 7.678 millones por la debilidad de las ventas en China.

Pendientes de las emisiones

Esta caída del beneficio de los grandes fabricantes europeos se produce en un momento crucial para la industria del automóvil, que se enfrenta a los límites de emisiones de dióxido de carbono o CO2 de la normativa comunitaria CAFE, que se flexibilizarán con la propuesta de la presidenta del Ejecutivo, Ursula von der Leyen.

La nueva normativa, que tendrán que aprobar el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo, permitiría a los fabricantes evitar sanciones si no reducen las emisiones de sus flotas un 15% en 2025 respecto a 2021, siempre que compensen el exceso los próximos tres años, hasta 2027.

El Ejecutivo comunitario también apoyará la creación de plantas de reciclaje de baterías y componentes, buscará armonizar la regulación para los futuros vehículos autónomos y fomentará la colaboración de empresas europeas para el desarrollo de software y estándares.

Asimismo, el auge de la industria automovilística china, con modelos más económicos y un gran crecimiento en el coche eléctrico, se perfila como otro de los retos para que el sector europeo pueda mantener sus cifras.

Empresas como BYD, MG o Chery -con marcas como Omoda y Jaecco- están incrementando su presencia en Europa con un aumento del canal comercial, pero también con plantas de ensamblaje en el continente.

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