Tras una década de rápido crecimiento inicial en la venta de coches eléctricos, este último año se está viviendo un claro e inesperado frenazo justo en un momento en el que las normativas europeas “obligan” ante la amenaza de multas a unos volúmenes de ventas que, hoy por hoy, se antojan misión casi imposible.
Son muchas las presiones que viven los fabricantes que de no alcanzar esas cifras de ventas que permitan reducir los niveles medios de emisiones de CO2 se verán obligados a pagar millonarias cuantías que pondrían en peligro en muchos casos la viabilidad de algunos de ellos. La amenaza es real, y la otra variable que permitiría evitarlas sería limitar la producción y venta de modelos de combustión, lo que supondría el posible cierre en Europa de siete u ocho fábricas.
Por ello, y conscientes que en España hay mucho en juego con las fábricas que operan en nuestro territorio, el Gobierno está, como ha asegurado el ministro de Industria Jordi Hereu al presidente de la principal patronal del sector en España, Anfac, Josep María Recasens, trabajando en un ambicioso plan -bautizado como Plan España Auto 2030- que permita duplicar en 2025 las ventas de coches eléctricos.
De momento, y a corto plazo, se está trabajando para dar continuidad a las ayudas a la compra de estos modelos una vez concluya la prórroga del Plan Moves III, que expira el próximo 31 de diciembre. En el tradicional encuentro con la prensa para hacer balance del año, Recasens se ha marcado como meta vender 100.000 eléctricos y tener 90.000 puntos de recarga en 2025.
Una meta que llega tras la reunión mantenida con el ministro Hereu y asegurar que el Ejecutivo se ha comprometido a que el automóvil lidere la reindustrialización del país con ese Plan España Auto 2030 que será presentado en el primer trimestre.
Respecto al actual Moves, Recasens se ha mostrado confiado en que se vuelva a ampliar el plazo, al menos, durante los primeros meses de 2025, al igual que espera que también se amplíe la desgravación del 15% en el IRPF.
Triplicar los puntos de recarga
El presidente de Anfac ha señalado también que se ha marcado con el ministro un plan de choque a corto plazo para impulsar la demanda del vehículo eléctrico, trabajando de manera especial en el avance de la infraestructura pública de recarga de cara al próximo ejercicio.
Todo para tratar de llegar a vender esos 100.000 coches eléctricos que conllevaría llegar a una cuota del 10% y alcanzar los 91.000 puntos de recarga acumulados a final del ejercicio, lo que acercaría algo más el objetivo de cumplir con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que aspira a un parque con 5,5 millones de eléctricos y 300.000 puntos de recarga en 2030.
Sin embargo, reconoce Recasens, todo esto "tiene que estar condicionado a que haya los recursos necesarios". Por lo pronto, el Moves "forma parte del plan de choque y sin él, esto quedará en nada", ha avisado Recasens, que se ha referido a las incertidumbres que acechan a esta iniciativa pública de apoyo a la demanda.
La primera, a nivel nacional, es saber "si habrá o no presupuestos". La segunda, ya en el ámbito comunitario, está relacionada con el posible plan de ayudas paneuropeo que estaría planteándose Europa para potenciar la electromovilidad en el Viejo Continente.
Según Recasens, en su conversación con el ministro se ha acordado que, "bajo el paraguas de la nueva Ley de Industria, el sector del automóvil va a ser un vector fundamental para reindustrializar el país".
"Vamos a invitar a todos los actores necesarios porque esto no va del coche, va de tecnología e industria, y hay que arrastrar a las energéticas, a las pequeñas y medianas empresas, a los servicios financieros, a los digitales, a la representación social. Va de todos y de arrastrar a la izquierda y la derecha", ha sentenciado.
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