Y para ello, aterriza con modificaciones específicas para nuestro mercado, prueba del peso que tiene el Super Dink en España.Y al igual que antes, llega en dos cilindradas. El 125 como versión para todos los públicos al poder ser conducido con el carné de coche y su hermano mayor, ahora 350 en lugar de 300, una variante perfecta para moverse tanto en ciudad como fuera de ella.
Todo en el Super Dink es nuevo, desde el diseño hasta el bastidor y las suspensiones. El cuadro de instrumentos se ve mejor que el anterior al estar más elevado. La pantalla es algo más alta y sin embargo se sigue viendo a la perfección por encima de ella. En marcha, protege sin duda mucho más que antes a alta velocidad.
Al arrancar, el Super Dink 125 se siente más suave que la anterior a baja velocidad. También más confortable gracias al nuevo asiento de mejor acolchado y formas diferentes. En carretera el motor responde bien desde bajo régimen, aunque debido al Euro4 pierde algo de brío en su respuesta. Permite mantener cruceros por encima de 100 km/h con facilidad, aunque le cuesta superar los 120 km/h.
El nuevo 350 es otra cosa en este sentido. El motor se siente más ronco al ponerlo en marcha y su respuesta inicial, casi tan suave como la del 125, enseguida deja claro su potencia, a pesar de sus 15 kilos extra frente a aquél. Sus prestaciones han mejorado de manera notable, y corre casi al nivel del X-Cting 400. Alcanza y mantiene sin problemas los 140 km/h de marcador, con margen suficiente para seguir ganando velocidad y ver la aguja rozando los 160 km/h.
Y en ambos, con un chasis que invita a moverse en carretera con eficacia y seguridad. Las nuevas suspensiones son firmes pero no llegan a ser incómodas ni en tramos bacheados. Resulta muy ágil en curva y los frenos con ABS contribuyen a tener máxima confianza en frenadas fuertes. Te deja tumbar y trazar a ritmo muy alto, convirtiéndose en un scooter muy completo. Confortable y agradable en ciudad, fuera de ella sorprende por el rendimiento que ofrece.