La apuesta de Skoda por el vehículo eléctrico como marca perteneciente al Grupo Volkswagen está muy desarrollada, aunque antes de eléctrico puro pondrá en el mercado una versión del Superb con motor híbrido enchufable en 2019. Será el primer paso antes de la llegada del primer turismo completamente eléctrico un año después que estará basado en el Vision E que la marca dará a conocer en el Salón del Automóvil de Shanghái el próximo mes de abril.
Y es que con el prototipo Vision E, Skoda ofrece por primera vez su visión respecto al futuro de la movilidad individual. Un SUV con aire coupé de cinco puertas, con un diseño emotivo que puede recorrer hasta 500 kilómetros únicamente gracias a su motor eléctrico y cumple con los requerimientos para una conducción autónoma de Nivel 3.
La movilidad del mañana - tanto su planificación como su desarrollo- está por tanto en pleno desarrollo en la marca checa, y el primer prototipo puramente eléctrico y con conducción autónoma en la historia de la compañía encarna la visión de la marca sobre los vehículos eléctricos. Con 4,64 metros de largo, 1,92 de ancho y una altura de 1,55 metros, el Vision E tiene una gran presencia sobre el asfalto. Gracias a una gran distancia entre ejes de 2,85 metros, así como a los voladizos en la parte frontal y posterior, los diseñadores han creado un interior extremadamente espacioso, algo habitual en los vehículos de la marca.
En este prototipo futurista, los asientos con posición elevada, típicos de los modelos SUV y la generosa cantidad de espacio se combinan con una silueta dinámica y una línea de techo ligeramente inclinada, al estilo de un coupé.
Gracias a los 306 CV de potencia de su sistema de propulsión, el Vision E acelera con contundencia y cuenta con una velocidad máxima de 180 km/h. Las potentes baterías de iones de litio y su óptima recuperación le dan una autonomía de hasta 500 kilómetros. Gracias a la gestión inteligente, los dos motores eléctricos cooperan con la máxima eficiencia y se ajustan para permitir el máximo grado de estabilidad, dinamismo y seguridad en todo momento.
Pero además de su tecnología eléctrica, el Vision E explora también la visión sobre las formas de conducción autónoma que llegarán en breve. Según los últimos estudios, en 2030, alrededor del 15% de todos los vehículos nuevos podrán conducirse de manera completamente autónoma. Este prototipo de la marca checa cumple con los requisitos para el nivel 3 de conducción autónoma: puede operar independientemente en congestiones de tráfico, entrar en piloto automático en autopistas, permanecer en un carril y desviarse, realizar maniobras de adelantamiento, buscar de forma independiente plazas de aparcamiento gratuitas, y aparcar y salir de estacionamiento de forma completamente autónoma. Para ello, varios sensores de distintos rangos y numerosas cámaras supervisan constantemente la situación del tráfico.