El grupo Volkswagen ha enviado a las autoridades alemanas el plan establecido para la reparación de los vehículos diésel trucados, que contempla cambios en el software en el caso de los motores de 2.0 TDI y, probablemente, reparaciones técnicas adicionales en los motores 1.6 TDI, entre ellas nuevos inyectores en el sistema common-rail además de nuevos catallizadores. Según explicó el ministro de Transportes alemán, Alexander Dobrindt, Volkswagen cumplió los plazos que se le habían fijado y ha remitido ya a la Oficina Federal de Vehículos a Motor un documento con el calendario y las medidas previstas para solucionar el escándalo de las manipulaciones.
El plan de trabajo implica llamar a los clientes afectados para llevar sus coches a los talleres para su reparación y distintas modalidades de actuación según los motores. Volkswagen está desarrollando un nuevo software para las versiones 2.0 TDI que espera tener listo este año para comenzar a instalarlos a principios de 2016. Más compleja será la reparación de los motores 1.6 TDI, unos 3,6 millones de unidades en Europa, pues requieren además de software reparaciones de tipo técnico y, probablemente, no será hasta septiembre de 2016 cuando se inicie el proceso de reparación de estos motores.
La Oficina Federal de Vehículos a Motor, apuntó el ministro, necesita unos días para examinar el plan del consorcio automovilístico y tomar una decisión "independiente" sobre las medidas presentadas. Serán los expertos de ese departamento quienes decidirán sobre la idoneidad de cada medida planteada, insistió antes de asegurar que el objetivo de su departamento es cerrar los aspectos técnicos lo más rápido posible. La comisión de investigación creada en el Ministerio de Transportes tras el escándalo volverá a la sede central de Volkswagen el próximo martes.