La lectura sosegada del documento que contiene el acuerdo nacional-socialista que ha investido a Salvador Illa presidente de la Generalitat revela, de modo incontestable, el auténtico sentido del pacto alcanzado entre los firmantes. Los socialistas han comprado el relato, el ideario, el programa político y los objetivos de los nacionalistas y éstos han aceptado que un socialista presida Cataluña. No hay más. Como vamos a exponer, lo afirmado se constata tanto en lo que se refiere a los ingresos -la llamada financiación singular y otras cuestiones también relevantes- como en lo que atañe a los gastos o políticas preferentes en la actuación futura de la Generalitat.
Empezando por la singularísima financiación acordada, es preciso señalar que en el documento no figura nunca el término concierto y, en cambio, se refiere explícitamente y en varias ocasiones a la solidaridad entre regiones. Es curioso, se omita lo que en realidad es y se cite lo que en realidad no existe. Singular ejemplo de hipocresía que retrata a los firmantes. Lo omitido parece responder al intento socialista de engañar a la sociedad española pues solo así puede entenderse la estulticia de MJ Montero negando que el sistema de financiación previsto en el pacto sea un concierto. Hasta los suyos le han dejado con lo que une la espalda y las canillas al aire. La falsedad del respeto a la solidaridad inter territorial resulta evidente al enarbolarse en el acuerdo el principio de ordinalidad, mecanismo que obliga a que Cataluña ocupe el mismo lugar en el ranking de recursos recibidos del sistema que el que ocupa en la clasificación de aportaciones recibidas. Quiere decirse que como aporta más que Aragón o Castilla La Mancha, por poner dos ejemplos, deberá recibir también más que estas dos regiones. Un ejemplo evidente del carácter regresivo que se dibuja en el acuerdo suscrito.
Más no acaban aquí las lindezas del pacto nacional-socialista en materia fiscal pues existen otras medidas que son también dignas de ser comentadas. Es el caso de la “atribución de la recaudación IVA Pymes en función su domicilio en lugar de la estadística de consumo”, lo que significa que el impuesto que pagan los castellano-manchegos o los extremeños al consumir será atribuido a Cataluña con tal de que la vendedora sea catalana. Un cambio de criterio cuya finalidad es aumentar los ingresos impositivos que se atribuirán a la Generalitat. Por si fuera poco, se amenaza además con aplicar esta modificación a otros tributos.
Desde que Sánchez gobierna, el IPC se ha incrementado un 21%, aumento que ha utilizado el Gobierno para engrosar ilegítimamente las arcas del Fisco
Es asimismo relevante lo que se ha acordado en relación con el IRPF, pues los firmantes del pacto nacional-socialista han acordado seguir sin deflactarlo. De modo que perdurará la criminal utilización de la inflación como impuesto que ha caracterizado la política fiscal de Sánchez con un efecto incautación corrosivo para los contribuyentes dado que, desde que él gobierna, el IPC se ha incrementado un 21%, aumento que ha utilizado el Gobierno para engrosar ilegítimamente las arcas del Fisco.
No es menos trascendente el acuerdo de mantener en sus términos actuales el Impuesto sobre el Patrimonio -ése que, dentro de la Unión Europea, solo existe en España- y el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, ése en el que España es el país más exigente de entre los solo tres países de la UE que aún lo exigen y en el Cataluña es de las Comunidades Autónomas más duras al respecto. Como vemos, en materia de impuestos el acuerdo resuma fiscofilia por los cuatro costados.
Y resulta ciertamente preocupante la voluntad expresada de aumentar la capacidad normativa de la Generalitat en materia fiscal. Vista la fiscofilia que aqueja a nacionalistas y a socialistas, tan solo cabe temer que, de conseguirla, sería utilizada para exprimir aún más a los contribuyentes residentes o domiciliados en Cataluña ¡Van apañados si el Gobierno regional ve incrementado la posibilidad de regular el IRPF u obtiene la potestad de modificar el Impuesto sobre Sociedades! Y, por cierto, ojo con la unidad de mercado que podría resultar muy pero que muy afectada si lo anterior sucediera.
Como también debe ser objeto de preocupación que la Generalitat se encargue de la gestión, recaudación, liquidación e inspección de todos los impuestos pagados en Cataluña. Por los antecedentes que existen en los gobiernos catalanes, la utilización clientelar de estos instrumentos es más que un riesgo y la posibilidad de su utilización por la Agencia Tributaria catalana para premiar a los amigos y castigar a los que no lo son es más que posible.
Nunca los nacionalistas catalanes pudieron soñar con que un partido español adoptara sus objetivos de la manera en la que lo ha hecho el partido socialista
Parece obvio que con la aplicación del concierto catalán y con las otras medidas coadyuvantes, la financiación que obtendrá Cataluña aumentará considerablemente pues para eso se ha pactado. La cuestión es dónde irá el aumento de los recursos financieros que consiga la Generalitat. Eso también se ha pactado y se comprueba en el documento firmado. Seguir potenciando el catalán en la educación y en las relaciones Administración-administrado; impulsar la acción exterior de la Generalitat ampliando su red de delegaciones e incrementando el apoyo al cuerpo consular establecido en Cataluña; promocionar a las selecciones deportivas catalanas que incluso podrían competir con la española; promover la presencia de la Generalitat en organismos internacionales como son la ONU, la Unesco, la OMS o la FAO…
En fin, que nunca los nacionalistas catalanes pudieron soñar con que un partido español adoptara sus objetivos de la manera en la que lo ha hecho el partido socialista. Pero Sánchez es así, así ha sido y así será. Dame el poder y pídeme lo que quieras a cambio. No hay otra máxima ni en su acción política ni en su acción de Gobierno.