Opinión

Bildu se sacrifica por el PSOE

El cambio de estrategia vino cuando el PSOE descubrió que había perdido el monopolio del Gobierno en la España de las autonomías, del '78

  • El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi -

La asociación de víctimas COVITE denunció la semana pasada que el socio de Gobierno del PSOE, EH Bildu, llevaba en sus listas a las elecciones municipales 44 condenados por pertenencia y colaboración con el terrorismo, siete de ellos por asesinato. Quizá ahora, aunque tarde, algunos se den cuenta que Bildu nunca fue sólo el partido de los herederos de ETA, sino su instrumento para aprovechar el salvavidas de la negociación de Zapatero y continuar con el proyecto secesionista de izquierdas, en un cambio de estrategia necesario tras su derrota operativa. Un instrumento capaz de aglutinar al ecosistema ideológico del odio en el País Vasco y disputar la presidencia al PNV, así como facilitar una recompensa con sueldo público a los terroristas presos ya en libertad.

Desde entonces vivimos en la democracia del vencedor, que no es otro que ETA. Donde nadie puede hablar del terrorismo y la derecha tiene menos legitimación que ella de estar en el espacio público. Hay muchas cosas que no cambiaron con el fin de los asesinatos.

El cambio de estrategia vino cuando el PSOE descubrió que había perdido el monopolio del Gobierno en la España de las autonomías, del '78. Una falla en el sistema

El cambio de estrategia vino cuando el PSOE descubrió que había perdido el monopolio del Gobierno en la España de las autonomías, del ´78. Una falla en el sistema. Para recuperarlo era imprescindible acordonar a la derecha para que no pudiese tener apoyo en los nacionalistas, debilitándoles al rehabilitar a su versión competidora por la izquierda. Esta simbiosis de intereses y de proyecto entre ETA y el PSOE, —el fin de la nación española y un reparto de poder territorial— representa un poder casi absoluto por parte de ambos en sus respectivas esferas y con un Tribunal político Constitucional que lo bendice. 

Pero mientras que los socialistas escogieron a ETA como socio, EH Bildu es realmente quien necesita al PSOE en el Gobierno para poder alcanzar sus objetivos. Para Otegui «la gran paradoja es que no hay gobierno PSOE-Podemos si los que nos queremos marchar del Estado y además somos de izquierdas, vascos y catalanes, no sostenemos esa oportunidad». Eso es el PSOE para los criminales independentistas, una oportunidad. Hasta ahora se han acercado a todos los presos al País Vasco, han redactado la Ley de Memoria democrática sobre sus propios crímenes durante la Transición y se ha expulsado a la Guardia Civil de Navarra. Pero aún queda anexionar ésta al País Vasco, algo que recoge la «sagrada» Constitución del ´78, y la convocatoria de un referéndum de soberanía en territorios donde el asesinato selectivo durante 40 años junto a la sociedad cómplice provocaron un éxodo de 200.000 personas. 

Los asesinos en las listas era una reivindicación de legitimidad, de reconocimiento al valor del sacrificio por la causa y una convicción de impunidad

Un censo electoral mutilado y adoctrinado en el odio a España y el culto a la violencia. Por eso EH Bildu llevaba asesinos con sus apodos de la banda terrorista en las listas, para que su electorado no les viese cómplices del «Estado español» por su apoyo al PSOE. Los asesinos en las listas era una reivindicación de legitimidad, de reconocimiento al valor del sacrificio por la causa y una convicción de impunidad.

Tras el escándalo en la opinión pública por este hecho, un PSOE cayendo en las encuestas, con un Pedro Sánchez preguntado por ETA a diario, era necesario devolver el salvavidas al PSOE renunciando los siete asesinos a recoger su acta de concejal en caso de salir elegidos. Porque sin un PSOE en el poder no hay oportunidad de secesionismo. Bildu sólo es un instrumento para alcanzar la independencia de izquierdas, el mismo objetivo por el que esos siete etarras asesinaron a españoles durante 40 años. 

Su renuncia a ese acta es un sacrificio más por la causa, ahora EH Bildu. El riesgo de ilegalización no desaparece, pero necesitan hacer este paripé electoral que sólo beneficia a su socio, el PSOE. Los siete asesinos se «sacrifican» por el proyecto por el que mataron. En un comunicado en el que se victimizan, en una época donde ser víctima equivale a merecer el poder y ejercer la tiranía. Muy distinta a la de sus víctimas, que les era negado hasta el funeral en algunos pueblos. Defienden a los otros 37 condenados por terrorismo, a los que considera que fueron presos políticos. Mientras el votante socialista agradece a Bildu su «sacrificio» para «desactivar» a la derecha en esta campaña electoral. 

No se creó EH Bildu para legitimar el terrorismo de ETA, sino para terminar su trabajo. Y para ello salvar de una debacle electoral al PSOE es esencial. Su destino está unido de forma irremediable hace 15 años.

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