Pensaba que el señor Feijóo era un hombre mediocre, gallego antes que español (lo que debería descalificarlo para gobernar España) y uno de esos gallinas solemnes, típicos del partido PP, que jamás haría lo que necesita España desesperadamente: enfrentarse a los socialistas y su pandilla tribal, mafiosa y chocho-chavista.
Sin embargo, después de verlo hablar, en una reciente entrevista, de sus insalvables diferencias con el partido Vox, un partido perfectamente democrático y constitucional, pienso lo mismo, pero demás estoy convencido de que el señor Feijóo es una mala noticia ¡otra! para la España libre e igual. No se puede ser un ciudadano español libre e igual declarándose gallego primero. Repito, alguien que se defina como tribal primero y sólo después español, está incapacitado para gobernar España. Un presidente de España ha de ser primero español, defensor de la España de ciudadanos libres e iguales, y luego lo que le salga de la aldea y de sus sensiblerías gaiteras.
¿Este es el gran líder que necesita España? No lo creo. Y, perdonen la crudeza, Feijóo es un pueblerino amamantado desde la cuna por el Partido, un ser incapaz de ver más allá del orificio anal del partido. Orificio anal que no es más que la boca del túnel que desemboca en el cofre del tesoro de los contribuyentes. Me gustan las metáforas escatológicas, creo que se ajustan mejor que cualquier otra al ser y al hacer de la política española.
Hoy, una legión de parásitos vampíricos lucha con los dos grandes parásitos vampíricos tradicionales por acceso (o ventosa aspiradora) al cofre del tesoro
Tengo una mirada pictórica y cuando miro la política española lo que veo es el enorme cofre del tesoro de los contribuyentes y, conectados a él, una legión de insaciables parásitos vampíricos que luchan desesperadamente por espacios donde acoplar sus ventosas al cofre del tesoro de los contribuyentes.
Hasta hace poco, dos grandes parásitos vampíricos colonizaban los espacios de enchufe de ventosas al cofre del tesoro. Y usaban este poder para medrar y colonizar otros territorios siempre con el objetivo de conservar sus privilegios de acceso al cofre del tesoro del que emana, quien diga otra cosa miente. Los dos gigantescos parásitos vampíricos aparentaban a ojos del ciudadano promedio, entre lobotomizado e iluso, ser adversarios. Pero era sólo una táctica de camuflaje que optimizaba (como se dice ahora) el enchufe al cofre del tesoro. Esto ha cambiado, como he dicho, y hoy una legión de parásitos vampíricos lucha con los dos grandes parásitos vampíricos tradicionales por acceso (o ventosa aspiradora) al cofre del tesoro. Lo que ha convertido la llamada política española en una película de terror.
Pero abandonemos el mundo metafórico y regresemos a la llamada realidad.
La izquierda española es una fuerza reaccionaria, indecente, corrupta, inescrupulosa y violenta; mientras que la derecha es mayormente una recua de ganado ya domado y marcado (y orgullosa de la marca que la hace parte del rebaño socialdemócrata) que se conforma con que le pongan, gratis, por favor, comida en el pesebre. Y que le pasen la mano por el lomo. Y sentirse buenos. No ser buenos, sentirse buenos. Les explico la diferencia. Ser bueno es llevarte a casa alguno de esos niños negros que llegan a las costas españolas. Sentirte bueno es ir a una manifestación para pedir que vengan los niños negros y otros se ocupen de ellos y después ir a comerte una langosta. ¿Queda claro?
La Constitución se viola a diario en España. Cada día que un nacionalista vasco o catalán exige, y se le concede un privilegio, o reafirma y se le admite, su superioridad respecto a otro español
¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Me pregunto a veces. Y siempre termino mirando la Constitución. Ella ha permitido, amparado y financiado el ascenso traidor de las tribus vasca y catalana, y la entronización de la España parcelada. Hay que decirlo, todos los miramientos con las tribus regionales y sus jerigonzas, son y eran desde la redacción misma de la Constitución, traiciones a la España de ciudadanos libres e iguales. Esa Constitución nos ha traído hasta aquí.
¡Respeto a la Constitución! Se oye por todas partes. Pero la Constitución se viola a diario en España. Cada día que un nacionalista vasco o catalán exige, y se le concede, un privilegio, o reafirma, y se le admite, su superioridad respecto a otro español, se viola la Constitución española. ¿No es el propósito natural y supremo de la Constitución la defensa de una España libre e igual?
La famosa Constitución (¡que incluye un mecanismo, la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución Española, que permite a los nacionalistas antiespañoles racistas vascos, tragarse Navarra!) no es más que una bomba de tiempo tribal cuyo propósito es destruir la libertad y la igualdad que supuestamente asegura y defiende. Un artefacto constituyente sin resortes de defensa efectivos no es más que un noble aunque ingenuo proyecto condenado al descrédito, la humillación y el fracaso.
Para comprender la España al borde del abismo en la que nos encontramos, sólo hay que formular una pregunta. ¿Permitió y propició la Constitución española el ascenso de las tribus regionales antiespañolas, la desespañolización de España, y la práctica extinción de los ciudadanos libres e iguales? Si la respuesta es sí, como resulta evidente, entonces la famosa y aclamada Constitución Española es una bomba de relojería. Una bomba de relojería que ha desespañolizado España hasta extremos tan grotescos que hace posible que los ciudadanos españoles (los únicos ciudadanos que hay en España) contemplen indolentes la destrucción de su país.
Edmundo Dantes
Perdón. En efecto olvide a D. Miquel Giménez y al siempre incisivo "dardo de D. Rubén Arranz .
el paciente irlandes
Magnifico artículo Sr. Abreu.
Edmundo Dantes
Simplemente brillante D. Juan. Como nos tiene acostumbrados. Ne pregunto cuanto tiempo le queda en Vozpopuli. Gente como Ud. y pocas firmas( verbigracia D° Irene Gonzalez) son rara avis en este medio en el que publican gente como el siniestro mason y cercano al movimiento gay Algorri, la oveja domesticado J.A. Vara y demás. Tiene Ud. talento hermano cubano y triunfará en cualquier otro medio. Un muy fuerte abrazo.
Leonidas
Totalmente de acuerdo. Y éstos parásitos se apoyan en los sicarios de Hacienda a los que Montoro del PP concedió una mordida por arruinar la vida de los contribuyentes, que luego disfrutan a nuestra costa. Sólo espero que ésto reviente y podamos aplicar la verdadera justicia
Very good
Ese nacionalista gallego ya está ofreciendo al Pnv mejorar el cupo vasco si le votan en la investidura.... Aqui todos negocian sin escrúpulos a costa de España
almazor.despachoabogados@gmail.com
Absolutamente comparto el artículo La CE78 fue un artefacto montado a cuatro manos, una base de un bipartidismo que no fue tal, sino un cambalache a cuatro…un régimen que se sustenta como una mesa a cuatro patas, una de las cuales ya no existe, CiU. Tras Sánchez el PSOE dudo que pueda existir y sus pasos serán los del PSF, PSI o el PASOK, camino a la nada. El PNV, por codicia, la puñalada a Rajoy, se ha metido en un jaral del que ya veremos cómo sale, pero Bildu se le está comiendo la tostada. Una mesa a dos patas no es tal, seguramente a tres, como hoy, tampoco. Sus indefiniciones, lagunas, oscuridades, las vaguedades, la indefinición intencionada en la separación entre los tres poderes, todo ello, son la trilita del explosivo y su obsolescencia programada, en estos tiempos se revela tal cual, su detonador o fulminante. He soportado desde el 78 el culto a esos que llaman los padres de la Constitución, pero más bien pergeñadores de lo que impostadamente llamaban un estado de derecho para lo que hoy tenemos de facto: una total partitocracia. El Estado de Derecho en España hace agua por todas partes y es una nave descuadernada donde la democracia que resguarda corre el riesgo de irse al fondo del mar y perecer. Se exigen tiempos constituyentes, pero con esta tropa, con esta partitocracia reinante ¿Quién se atreve? Pintan bastos y ojalá no sean espadas. La solución no creo que esté en España sino en acontecimientos exteriores que obliguen a un enderezar timón hacia un rumbo común, o bien, situaciones de susto o muerte como pudiera ser una crisis económica como la que parece se aviene a poco. Estoy de acuerdo, como la nitroglicerina, este estado partitocrático que no de derecho, empieza a sudar gotas explosivas. Nada invita a ser optimistas pero como mínimo, se debe estar preparados e intentar ser creativos, pues la realidad de las cosas, por mucho que la pintes, la disimules o la eludas, finalmente te alcanza. Pintan, como mínimo, bastos. BCN, cordialment
mariem
De prosa más o menos brillante describiendo situaciones, señalando errores, calificando o descalificando, cada quien a su manera, ya estamos saturados. Así qué ¿y?
Lola Cardoso
Extraordinario, todo. La descripción de Feijoo no puede ser más exacta, respecto a lo demás, parece mentira que haya que recordar algo tan obvio, pero así estamos. Gracias por hacerlo.
Pisistrato
Solía leer sus escritos con media sonrisa por lo transgresor y -en estos tiempos- por la forma valentía incluida de decir algunas cosas. Al ver lo que escribe hoy, me pregunto si lo hace por dinero: Esto es, dando pienso de calidad a sus fieles acólitos que le volverán a dar clicks. ... O si realmente se cree lo que dice, cosa que me extrañaría. La realidad es que por mucho que nos pese a algunos para que en España no llegue haber letrinas como las castristas que usted bien recuerda, lo primero que no tiene que suceder es algo similar a lo que pasó la nochevieja de 1959, sea el golpista del signo que sea... y usted lo sabe. Siga quejándose con su prosa e ingenio, pero olvídese de ver gobernar a Abascal. Lo más a lo que podemos aspirar es a Feijoo o alguien como él. Feijoo, por cierto es gallego como yo y tiene toda mi admiración. Eso no nos impide ni a él ni a mi ser españoles y emocionarnos con todo lo español, sobre todo con lo que tenemos en común que es muchísimo. Desde luego, y para terminar, ni a Feijoo ni a mi, va a venir un cubano a explicarnos como se juega.
Pontevedresa
Un pobre argumento para descalificar a Feijoo, decir que primero se siente gallego y después español. Es vd. demasiado rotundo en un juicio de valor tan simple. Como gallega he tenido muy clara mi españolidad, supongo que eso también le pasó a Feijoo. Creo que el orden de factores no altera el producto. Muy de acuerdo en su juicio sobre la izquierda que está siendo para España como la peste bubónica. Y muy de acuerdo con su último párrafo.
vallecas
Vale, de acuerdo. Yo también llevo criticando la Constitución durante años., y lo que un tipo como Sánchez podría hacer con ella. Quizás le pida algo que no le corresponde, usted está solo para criticar, pero si agradecería que aportara una solución, una metáfora (escatológica no por favor, son un asco), un "algo", una barbaridad. Yo le doy una, El 80% de los Catalanes son antiespañoles con el "travestido" PSC a la cabeza. Hay que echarlos inmediatamente. España para los que quieran ser Españoles o quieran vivir en ella con respeto. Cataluña fuera de España ¡¡YA¡¡
Norne Gaest
Al hilo de la finalización de esta magnífica columna: ¿Vamos a seguir contemplando indolentes la destrucción de nuestro propio país? El 20 de Enero de 1961, al jurar como presidente de los Estados Unidos, Kennedy dijo la famosa frase: "No pienses lo que puede hacer tu país por tí. Piensa que puedes hacer tu por tu país". Nuestra situación es mucho más grave, pues en Estados Unidos había muchos patriotas, mientras que España está vaciada de patriotismo. En cambio, se ha desarrollado un vergonzoso nazionalismo de campanario, anti español por más señas. Los medios de comunicación están llenos de parlantes y escribientes inanes, contribuyendo por tanto al esperpento nacional, al "¡otra de gambas, Manolo!". Se necesitan ideas, objetivos seleccionados, COMPROMISOS, ACCIONES (no solo palabras), determinación y paciencia. Preséntense y, si son pertinentes, los apoyaré en lo que pueda.
Contramano69
Triste pero cierto.
Futre
No hay nada más que decir. Lo suscribo totalmente
ArmVen1
Una columna magnífica. Un certero análisis que, no por ello, lo hace menos triste.