Opinión

ANÁLISIS

Doce claves para unos meses inciertos: a Pedro Sánchez se le complica más la legislatura

El dato objetivo es que Sánchez no sería hoy presidente del Gobierno, ni siquiera con sus actuales aliados

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez

Se complica el horizonte de Pedro Sánchez. Si ya tenía era bastante con todos los escándalos en torno a su figura y a la de su esposa, Begoña Gómez, los negativos resultados cosechados por el PSOE en las recientes elecciones europeas complican más su legislatura.

Estas son las doce claves que explican el complejo camino que espera al presidente del Gobierno en los próximos meses.

1. La coalición de gobierno pierde tres millones de votos

En las elecciones europeas de 2019, el PSOE obtuvo 7.369.789 votos con una participación electoral del 60%. En estas de 2024, ha perdido más de dos millones de votos, logrando 5.261.293, con una participación muy inferior, del 49%. Algo similar, en menor proporción, ocurre con Sumar, que se ha derrumbado. Hace cinco años Sumar no existía y se presentó la marca Podemos-IU, que obtuvo seis escaños y 2.258.857 votos. Hoy, por separado, Sumar y Podemos logran cinco escaños y poco más de 1.400.000 votos entre ambos. La diferencia es una pérdida de más de 800.000. En total, la coalición de Gobierno se ha dejado en el camino casi tres millones de votos, algo inédito en unas elecciones de ámbito nacional y circunscripción única. Intentarán aminorar la debacle de la izquierda con la mera contabilización de escaños, ya que el PSOE solo ha perdido uno. Pero el dato objetivo de apoyo ciudadano resulta demoledor y si el análisis frío de los datos invita a Sumar a un cambio estratégico en el seno de la coalición, puede complicar esta legislatura tan inestable a Pedro Sánchez.

2. La derecha supera a toda la izquierda junta y al independentismo

Por primera vez en unas elecciones europeas, el porcentaje aglutinado de voto es mayor en la derecha, una suma de 48,3%, frente al 47,17% que representa el agregado entre el PSOE y todos su socios de coalición y de legislatura.

3. El independentismo pierde un millón y medio de votos

En las elecciones europeas de 2019, los partidos separatistas y nacionalistas, que suelen agruparse en distintas coaliciones para aprovechar la circunscripción única y gozar de más oportunidades con la proporcionalidad de la Ley D'Hondt, lograron 2.903.664. Es cierto que hubo elecciones municipales y autonómicas en muchas regiones españolas, con una participación inusualmente alta que favoreció también a las urnas europeas. Pero en estas de 2024, la desmovilización, el hartazgo, la desconfianza hacia la cuestión identitaria como único eje de acción política y los propios liderazgos de ERC, Junts o el PNV les ha dejado globalmente con un total de 1.580.839 votos. Es decir, prácticamente la mitad. Especialmente llamativo es el caso de Junts, que de 1.018.435 votos hace cinco años, tiene ahora 443.275.

4. Sánchez salva los muebles pero complicará la relación con los socios

Sánchez, tras su primera carta a la ciudadanía durante su 'retiro' de cinco días, afirmó en La Moncloa que tras las elecciones del 9 de junio habría "un punto y aparte" político en España contra los bulos, el 'fango'… y contra la independencia del poder judicial y la libertad de los medios de comunicación. Hoy, ese 'punto y aparte' puede serlo para su propia legislatura. Cuanto peores resultados tengan Sumar, ERC, Junts o el PNV, más sube el precio que el separatismo impone a la legislatura. Sánchez tendrá difícil acallar además el creciente desánimo interno en el partido con su forma de gestionar el escándalo de su mujer, Begoña Gómez, o los riesgos que está suponiendo la amnistía en su pugna con los Tribunales para bloquear su aplicación. Sánchez empezará a comprobar tras perder 2,1 millones de votos que la paciencia no es eterna y que la disidencia en los partidos existe por más que pase años oculta y amordazada.

5. La derecha tendría mayoría absoluta en unas generales

Con los resultados conocidos anoche, y aun asumiendo que son difícilmente extrapolables a unas elecciones generales, donde la participación es hasta de 25 puntos más, lo cierto es que el PP y Vox sumarían entre 177 y 180 escaños con toda probabilidad, de dividirse los votos por las 52 provincias. El dato objetivo es que Sánchez no sería hoy presidente del Gobierno, ni siquiera con sus actuales aliados.

6. El debilitamiento regional del PSOE se extiende

El PSOE solo ha ganado en Barcelona, Tarragona, Álava, Vizcaya y Navarra. En la inmensa mayoría de provincias lo ha hecho el PP, con un mapa teñido de azul, incluso en todas las provincias de Castilla-La Mancha, donde los populares han superado al PSOE de Emiliano García-Page en diez puntos. Castilla-La Mancha es la única autonomía de España en la que el PSOE logró mayoría absoluta en las pasadas elecciones del 28 de mayo de 2023, empujado por el perfil crítico que lidera Page contra incoherencias del sanchismo contra la amnistía o el sometimiento al separatismo. En Asturias, otra de las pocas autonomías gobernadas por el PSOE, el PP supera a los socialistas en casi dos puntos, cuando en 2019 la diferencia favorable al PSOE era de más de 19. Son 21 los puntos que el PP ha remontado a los socialistas en un feudo tradicional de la izquierda.

7. Aval electoral a la independencia de los Tribunales en su lucha contra la corrupción

Con estos resultados y el debilitamiento de la coalición, los jueces y Tribunales inmersos en múltiples casos vinculados al sanchismo -el fiscal general, la revelación de datos de la pareja de Ayuso, el 'caso Begoña Gómez', la denuncia contra el propio hermano de Sánchez, el 'caso Pegasus', 'Koldo', etcétera- tienen más argumentos para no sentir que la ciudadanía no castiga la corrupción y avala la impunidad.

8. La fragmentación de la derecha sigue siendo un riesgo para gobernar

No es ninguna novedad que a Sánchez le favorece proporcionalmente, en el reparto de escaños, la fractura de la derecha. Lo hizo cuando existían PP, Ciudadanos y Vox, y lo hace ahora, cuando se suma una fuerza más, La Fiesta Se Acabó, de 'Alvise' Pérez. La fragmentación del voto en unas elecciones de circunscripción única ha favorecido a los tres partidos. Sin embargo, en unas generales se reactivaría el riesgo de comprobar una vez más el principio de ‘suma cero’ o acumulación de ‘votos basura’ beneficiosos para la izquierda. Hoy la suma otorgaría una mayoría absoluta en unas generales a la derecha. Pero la clave está en que Vox ha fijado una base mínima de 1,6 millones de votantes, sean cuales sean los comicios nacionales, y un techo máximo de 3,2. La desaparición de Vox de la ecuación es simplemente una entelequia porque ha afianzado una base de votantes claramente irreversible para el PP.

9. El CIS como factor de manipulación nacional

Poco comentario analítico cabe hacer de sus pronósticos. No falla el sistema ni la metodología ni la capacidad muestral de sus sondeos. Falla la cocina, sencillamente, porque no se trata de pronosticar nada, sino de condicionar el voto a través de difundir la idea de un empate técnico, o incluso una victoria socialista. El PSOE habló durante toda la campaña de 'remontada' y el CIS se ha limitado a jalear y justificar ese relato. ¿Resultado? No ha acertado en ninguna horquilla relevante de votos.

10. ¿Las elecciones como plebiscito?

Si es así, Sánchez lo ha perdido. Cuatro puntos por debajo del PP, 2,1 millones de votos perdidos, inusitada abstención del votante socialista, desmovilización, efecto nulo de su chantaje epistolar a la ciudadanía… y el castigo de la presunta corrupción que le acecha. Si Sánchez aspiraba a que las europeas fueran el muro que estableciese dónde se sitúan los españoles, con él o contra él, ha comprobado que cuatro puntos son dos más de los que logró de ventaja Núñez Feijóo en las generales de 2023. Y que su discurso victimista, su acoso a la justicia y su capacidad para alentar el miedo a la derecha y a la ultraderecha le han fallado esta vez estrepitosamente.

11. El PNV pasa a ser tercera fuerza en el País Vasco

La reflexión interna iniciada por el PNV tras su fracaso en las generales de 2023 sólo le sirvió para mantener el pulso en las elecciones vascas de hace unos meses, donde podrá revalidar la mayoría con los socialistas, dejando aún de momento a Bildu como partido opositor. Sin embargo, estos comicios europeos demuestran que las grietas en el PNV aún no han sido selladas. Bildu ha sido el primer partido, con 226.911 votos en el País Vasco en el seno de la coalición Ahora Repúblicas; el PSOE, segundo partido, con 225.084 votos, casi empatado con Bildu; y el PNV, tercero con 194.532 votos, casi doce puntos por debajo de sus anteriores comicios y apenas el 22% de los votantes. El PNV necesita al PSOE y el PSOE necesita al PNV. Pero juntos, el debilitamiento de sus respectivas posiciones es elocuente. Una disyuntiva compleja de resolver para un PNV en pleno proceso de renovación interna.

12. Alvise, el 'cuerpo extraño' en las europeas y un movilizador de redes sociales

Las europeas suelen ser elecciones de menor interés en el ciudadano e incluso, tradicionalmente, se utilizan como modo de castigo a las grandes fuerzas dando votos personajes de la vida pública que no son políticos profesionales. Es el caso de 'Alvise' Pérez, un movilizador de redes sociales, con un público eminentemente joven, con tono provocativo en sus intervenciones, radical de derecha, populista y a la busca de ser un agitador de la política europea. Recuerda al 'fenómeno Ruiz-Mateos', cuando el empresario propietario de Rumasa vivió la expropiación de su negocio y patrimonio, y se enfrentó abiertamente al entonces ministro socialista Miguel Boyer, y acabó como eurodiputado. Lo llamativo del nombre de su partido, 'Se Acabó La Fiesta', unido a su capacidad de conexión continua con dos millones de personas a través de redes sociales, ha creado una 'comunidad' de fieles, más de 800.000, que le han otorgado tres escaños. Lo determinante será comprobar si la fidelidad de su electorado crece y Pérez propone un proyecto político de mayor amplitud o, lo más probable, que sea solo un fenómeno puntual en unos comicios como los europeos y que su electorado se reparta en unas generales entre otros partidos.

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  • R
    Rekaldeberri

    Ese mantra de que la fragmentación de la derecha hace imposible que gobierne el PP ha sido refutado de forma profunda y extensa por el economista Jesús Fernández-Villaverde.
    Lo explica, por ejemplo, en artículo publicado en El Confidencial y titulado:
    "PP y Vox: una complicada relación electoral”.