En mis tiempos de juventud, luchar por la libertad de expresión era sinónimo de progresismo. Un país o una organización se apellidan democráticos si los miembros que forman parte de los mismos gozan de la libertad de expresión. Y esa libertad solo existe si puede ser ejercida por el discrepante sin cortapisas, salvo las establecidas por ley. Por eso en países como en China, en Corea del Norte o en Cuba, la libertad es solo una palabra sin efectos en el conjunto de la población.
En organizaciones políticas rige la censura cuando se trata de asuntos que enturbian o desenfocan los principios fundamentales que animaron su fundación. En el resto de los asuntos, la libertad de expresión no solo está permitida sino que debe ser ejercida cuando existen varias opiniones posibles sobre un mismo tema. Ocurre con la llamada ley Trans o con la reciente proposición de ley sobre modificación del delito de sedición que PSOE y Podemos han presentado para su debate en el Congreso de los Diputados. En este último caso, ni siquiera el propio portavoz del Grupo Parlamentario socialista tenía conocimiento de lo que tres días después iba a presentar en las Cortes, salvo que no dijera la verdad cuando en un programa de radio el conductor del mismo le preguntó y repreguntó sobre el tema.
Ya somos adultos y estamos en condiciones de poder entender, si se nos explica, que lo que hoy es negro, mañana puede ser blanco
No pretendo pasar factura a nadie sobre los cambios de opinión que, a veces, se producen en el gobierno de la Nación. A más edad, más razonable me vuelvo y más dudas me asaltan sobre muchos asuntos que son como mínimo discutibles. Está bien que cuando alguien crea que se debilitan sus tesis, rectifique. La única condición exigible, en mi opinión, es que se explique detallada y razonablemente el cambio de postura. Ya somos adultos y estamos en condiciones de poder entender, si se nos explica, que lo que hoy es negro, mañana puede ser blanco.
El 6 de septiembre de 2017, el Parlamento de Cataluña aprobó la convocatoria de un Referéndum vinculante sobre la independencia de Cataluña. El 8 del mismo mes en el mismo escenario se aprobó también la Ley de transitoriedad jurídica y fundacional de la República Catalana. Si el 1 de octubre de 2017 se celebró, sin ninguna garantía legal, el referéndum de autodeterminación a pesar de encontrarse suspendido por el Tribunal Constitucional. Y si en la mañana del viernes 27 de octubre, el Parlamento catalán aprobó la declaración unilateral de independencia, lo que provocó la aplicación del Artículo 155 de la Constitución española, y el PSOE apoyó las medidas que se adoptaron para la aplicación de ese artículo, fue porque se consideró gravísima la situación y delictivo el comportamiento del gobierno catalán. Tan delictiva era la actuación, que el propio presidente Puigdemont, antes de ser acusado de nada, salió corriendo, huyendo de una Justicia que, como mínimo le imputaría la comisión de un delito de sedición.
Estábamos todos los demócratas tan convencidos de la gravedad de lo que estaba ocurriendo en Cataluña, que hasta el Rey Felipe VI, el 3 de octubre de ese 2017, se dirigió al país para decir que “estamos viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática. Y en estas circunstancias, quiero dirigirme directamente a todos los españoles. Todos hemos sido testigos de los hechos que se han ido produciendo en Cataluña, con la pretensión final de la Generalitat de que sea proclamada −ilegalmente−la independencia de Cataluña”.
Que algunos se olviden de las palabras de aliento que dirigieron a policías nacionales y guardias civiles cuando se les obligó a dejar sus casas, sus familias, sus destinos, para marchar a una tierra a defender la Constitución
El gobierno de España ha cambiado de opinión respecto al delito de sedición. Tiene derecho a hacerlo y obligación de explicarlo. Es difícil de entender ese cambio, pero lo que resulta más difícil es entender a quienes, desde responsabilidades institucionales y partidarias, sin que haya mediado ningún debate, se sumen al cambio y se olviden de las palabras de aliento que dirigieron a policías nacionales y guardias civiles cuando se les obligó a dejar sus casas, sus familias, sus destinos, para marchar a una tierra a defender la Constitución y la integridad territorial de España.
Esos mismos dirigentes, respondiendo a las críticas de la oposición, han afirmado que “no venga a criticar el PP, cuando con su gobierno hubo un referéndum, una declaración de independencia y se fugaron algunos líderes independentistas”. Llevan razón: exactamente eso fue ocurrió, un referéndum ilegal y una declaración de independencia, y por eso se les aplicó el delito de sedición. No se puede decir lo que dicen y, a continuación, para justificar la proposición de ley, defender que lo que sucedió en esas fechas fue “un delito de desórdenes púbicos agravados”.
Por realizar un ejercicio de simulación, ¿cómo estaría ahora la situación si esta proposición de ley se hubiera aprobado a principios de 2017? La celebración de referéndum y la declaración unilateral de independencia de Cataluña habrían sido solo delitos de desórdenes público agravados.
Vivíamos equivocados. ¿Cómo pudimos estar tan ciegos? ¿Cómo pudimos creer que los independentistas atacaban el artículo 2 de la Constitución, cuando solo estaban realizando una alteración del orden público?
aris50
Este señor es abogado, ha sido presidente de Comunidad autónoma, por tanto, sabe perfectamente lo que es un golpe de Estado, porque se le ha llenado la boca de decir sandeces a lo largo de su vida respecto a la integridad del Estado Español, Eso solo demuestra, que todo lo que decía a lo largo de sus años pasados, es mentira, su verdadero rostro es este, cobarde y torticero, no se puede caer tan bajo, es un simple esclavo de su dueño. A su edad es una pena que la dignidad la tenga tan baja.
S.Johnson
Es muy simple señor Rodríguez Ibarra, se llama TRAICIÓN.
Pinciano
Tengo 54 años. He votado siempre al PSOE, Zapatero incluido. Entre mis referentes estaban el señor Guerra, Ibarra, Corcuera,...claros en sus argumentos, sin pelos en la lengua. Cuando ahora leo al sr. Rodriguez Ibarra se me cae el alma a los pies. Su tibieza y equidistancia, su carencia de adjetivos contundentes como siempre empleaba a la hora de referirse a las bellaquerías, corruptelas y traicionesde de otros me dejan ojiplático con la tibieza y cobardía al aludir al monclovita , qué pena. Evito leer a este señor, y cuando lo hago albergo la esperanza de encontrarme al Rodríguez Ibarra de los viejos tiempos. Nuevo chasco. En fin, otro cobarde más como Paje, Lambán, Bono, etc. Este señor no aporta nada a este periódico.
Libe_Aldecoa
Una pegunta que me gustaía hacerles a figuras eminentes del socialismo y que no viene directamente al caso, ¿si entan en colisión, qué es más importante la comunidad de libres e iguales que esl a democacia española-a mejorar sin duda- o el partido?
Termopidas
Son cobardes..no se atreven a criticar a Sánchez...Creen que los ciudadanos somos borregos...Fernández Vara perdera la elecciónes por su gran hipócresia...
Wesly
Su crítica es muy suave, muy tímida, Sr. Rodríguez Ibarra. ¿Tiene miedo a que le expulsen del PSOE por desacato al líder supremo?. Todos pudimos ver por TV en vivo y en directo lo que pasó. Se saltaron los dictámenes de los servicios jurídicos del Parlament, las recomendaciones de la Comisión de Venecia, el Estatut, la Constitución, las notificaciones personalizadas del Tribunal Constitucional, aprobaron leyes que suponían la derogación de la Constitución en Cataluña (sustituyéndola por unas leyes ad hoc a su gusto), convocaron y llevaron a cabo un referendum ilegal y declararon la independencia unilateral de Cataluña. Lo que hicieron encaja perfectamente en la definición de delito de rebelión, según el artículo 472 del Código Penal apartados 1 (derogar la Constitución en una parte del territorio) y 5 (declarar la independencia de una parte del territorio nacional), junto con el uso de la violencia confirmada en la propia sentencia del Supremo. En la sentencia del Supremo, a les independentistas ya les hicieron el favor de considerar que fue una ensoñación, una especie de teatro, que en realidad no querían alcanzar la independencia de Cataluña, que sólo lo hicieron para pasar el rato. Y sólo se les condenó por sedición y por malversación de caudales públicos. Pero esta mínima condena no es suficiente para los condenados (que nos advierten de que no se arrepienten y de que lo volverán a hacer) y quieren que no sólo se les perdone todo sino que, por lo que dicen, además se les pida perdón. Pedro Sánchez se afana en rebajar las penas al máximo con efectos retroactivos, malversación de caudales públicos incluida, con el único fin, está clarísimo, de mantener el apoyo de los condenados para alargar al máximo su estancia en La Moncloa. Arbitrariedad e impunidad al máximo para los políticos que nos obligan a pagarles los abultados sueldos y los escandalosos privilegios que se autoadjudican para luego actuar arbitraria e impunemente en su propio beneficio personal. Diría que las actuaciones de Pedro Sánchez, que está obligado por ley a velar por el interés general y por el bien común, merecen una crítica algo más contundente por su parte, Sr. Rodríguez Ibarra.
mariem
Deduzco que el sr. Rodríguez Ibarra viene a decir que todo aquello que se explique detallada y razonablemente puede ser entendido ¿ergo, aceptado? Según esa opinión, el hilo de mi pensamiento me lleva a: Cualquier homicida. Cualquier violador Cualquier ladrón Cualquier delincuente ¿Pueden ser entendidos sus motivos del delito cometido si los explica detallada y razonablemente? ¿pasarían a ser exculpatorias tales explicaciones?
stoicus
Otro pellizco de mancebía, Rodríguez Ibarra. Pero no esperaba más de usted para calmar su conciencia. Con esto, se apaña y se queda tan "gerineldo". Espero que conozca la palabra, que es de su pueblo.
vallecas
Pedro Sánchez es una acreditado embustero trilero que resiste engrasando con dinero a medios y afines, que apoyan sus mentiras y disipan el trabajo de la oposición. Vamos directos al precipicio a no ser que las personas decentes del PSOE digan BASTA.
Talleyrand
Menos criticas semiveladas al partido que le cobijo y mas valentia. A su edad ya casi todo da lo mismo salvo la honradez. Eso mismo seria aplicable a Felipe Gonzalez, ya casi desconocido y otros tantos muditos del partido que fue la gran esperanza de España durante mas de 10 años. Porque no dan de una vez un paso al frente y lo dicen claro?: Sanchez es un traidor.
Ganuza
Está bien y lo digo en serio, sin segundas intenciones ni sarcasmo alguno. Digamos que entiendo este artículo como la primera parte de dos. En ese segundo habrán de decirse las cosas como son, "con nombres y apellidos" porque si no, este primer artículo se quedaría en una patética exposición de impotencia.
ciudadanolibre
Muy buen comentario, certero y bien explicado. Tiene usted toda la razón y coincido con sus apreciaciones.
syloxozi
No estoy de acuerdo en que Sánchez se crea que su misión es aplastar a la derecha. A Sánchez la derecha se la trae al pairo, y la izquierda también, y Europa, y el PP e incluso su propio partido le da lo mismo. A él lo único que le importa es seguir en su palacio gratuito, con su avión y con su ejército de palmeros a su servicio porque es un ególatra psicopático. Pero si estoy de acuerdo en que, por todo lo anterior, dentro de 15 dias tragrá con lo que le pida Puigdemont, impunidad total y derecho de pernada si es necesario. No ha llegado hasta aquí, defenestrando su supuesto prestigio nacional e internacional y hundiendo al mismísimo PSOE, para ahora tener que renunciar.
narreh
Pos ……., porque España, actualmente, tiene a unos dirigentes que son unos facinerosos merecedores de penas muy severas. No hay otra.
José Alejandro Vara
Más pobres que hace 18 años. Y cayendo.