Opinión

Los empresarios no dan por muerto a Sánchez: aplausos y 'buen rollo' en CEOE

Había cierta expectación en el Ibex por conocer qué diría Pedro Sánchez en su reaparición tras el Covid. Y, sobre todo, p

  • El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de CEOE, Antonio Garamendi, el pasado viernes en la sede de CEOE. -

Había cierta expectación en el Ibex por conocer qué diría Pedro Sánchez en su reaparición tras el Covid. Y, sobre todo, por comprobar qué empresarios estarían dispuestos a dejarse ver junto al presidente. A arroparle en tan convulso momento, con la opinión pública incendiada por las maniobras para amnistiar a un prófugo de la Justicia.

Sánchez retomaba este viernes su agenda pública, tras ocho días refugiado en el Palacio de la Moncloa. Y lo hacía con una jugada arriesgada: acaparando el protagonismo en un acto de empresarios. La cita estaba programada en la sede madrileña de CEOE para el pasado miércoles, pero el coronavirus dejó al líder socialista confinado. El interés de Moncloa era tal que movió hilos para reprogramar la cita.

La intervención del presidente del Gobierno se fijó a las 11.30 horas de este viernes. Y a esa hora apareció un Sánchez recuperado y vigoroso en el salón de actos de CEOE. Había 'buen rollo' y hubo aplausos. En el auditorio le esperaban nada menos que cinco ministros: Teresa Ribera, Isabel Rodríguez, José Manuel Alvares, Luis Planas y Héctor Gómez. También su 'cerebro' económico en Moncloa, Manuel de la Rocha. Y el líder de UGT, Pepe Álvarez.

Al lado de Sánchez, antes del discurso, se sentó el anfitrión: el presidente de CEOE, Antonio Garamendi. "Querido Antonio", le llamó, con confianza, el líder del Gobierno durante su charla. En las filas inmediatamente traseras tomaron asiento los empresarios dispuestos a aparecer cerca del líder socialista. Algunos de ellos le daban por muerto en la víspera del 23-J, cuando se daba por seguro el triunfo holgado de Alberto Núñez Feijóo. Pero la realidad de España el 15 de septiembre es otra.

Sánchez tiene posibilidades y el Ibex es consciente. Este viernes, había dos grupos de empresarios en el auditorio de CEOE. Por un lado, los que dirigen empresas controladas -en mayor o menor medida- por el Estado, cuyo futuro depende directamente de quién se afinque en Moncloa tras la investidura. Es el caso de Beatriz Corredor, presidenta de Red Eléctrica; y sus homólogo en Indra (Marc Murtra) y Enagás (Antonio Llardén).

A la cita acudieron puntuales los empresarios cuyo puesto puede depender de quién forme Gobierno. Entre ellos, Corredor, Murtra y Llardén

Luego, acudieron representantes de dos compañías con ingresos regulados en España. Estaban José Bogas, consejero delegado de Endesa; y Mario Ruiz Tagle, CEO de Iberdrola en España. Otra presencia significativa era la de Alejandra Kindeán, presidente de la Asociación Española de Banca (AEB). Tanto las eléctricas como los bancos han sido víctimas de los nuevos impuestos que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se ha sacado de la manga.

La presencia del poder económico la completaban pocos empresarios más, como Francisco Riberas, presidente de Gestamp. Eso sí, ni rastro de los primeros espadas del Ibex. Ignacio Sánchez Galán, Ana Patricia Botín, Florentino Pérez o Carlos Torres no dudaban en acudir a la llamada del presidente del Gobierno en la primera mitad de la legislatura. Todos están ahora siguiendo los acontecimientos desde sus cuarteles generales, conscientes de que cualquier cosa puede pasar. Y de que Sánchez tiene muchas vidas.

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