Opinión

Quiniela para un Gobierno difunto: los ministros 'muertos' de Sánchez

El presidente del Gobierno y su asesor privilegiado han lanzado la nueva serpiente del (casi) verano: la recurrente crisis de Gobierno para que los medios nos entretengamos en quinielas mientras

  • Foto oficial de abril del último Gobierno de Pedro Sánchez. -

El presidente del Gobierno y su asesor privilegiado han lanzado la nueva serpiente del (casi) verano: la recurrente crisis de Gobierno para que los medios nos entretengamos en quinielas mientras en Moncloa se dedican a terminar de dar pasaporte a los indultos a los condenados del procés.

Un Gobierno con 22 carteras y un gasto disparado de 17,5 millones de euros en asesores en los tres primeros meses (frente a los 14,6 millones liquidados en el mismo periodo del ejercicio anterior o los 11,7 millones en 2018 cuando Mariano Rajoy aún dormía en La Moncloa).

El actual ejecutivo, como en Los otros de Amenábar, está muerto y no lo sabe. Y es un moribundo con los días contados desde la fallida moción de censura en Murcia y rematado por Isabel Díaz Ayuso y Mónica García en el apocalipsis zombie socialista del 4-M. De ello son plenamente conscientes Sánchez y Redondo, pero como son los primeros interesados en no ser enterrados, abren el casting para un nuevo ejecutivo y lanzan a los ministros a los leones.

Gobierno de fijos y prescindibles

Aunque todos acumulan méritos de sobra para pasar a mejor vida política, solo aquellos que ya no sirvan al sumo hacedor de La Moncloa serán borrados de la próxima foto. Escuchemos al oráculo sanchista:

1. Carmen Calvo Poyato. Vicepresidenta primera y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. Para Sánchez, el parapeto perfecto dentro del Gobierno, la bomba de humo de la distracción, que lo mismo emplea el feminismo para justificar planchar de madrugada y la puñalada del recibo de la luz, que saca a pasear el cadáver de Franco cuando suben las cifras del paro. Una fija de Sánchez. Irremplazable.

2. Nadia Calviño Santamaría. Vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Si por ella fuera, estaría de vuelta en Europa. Si fuera por sus ‘compañeros’ de Podemos, también. Se lleva tan bien con Yolanda Díaz como Zidane con Florentino. Pero los fondos europeos y las reformas de Bruselas mandan. Una fija de Europa. Irremplazable.

De los 22 ministros, al menos 11 tendrían todas las papeletas para salir del Gobierno. Los otros, son fijos por el servicio a Sánchez, a Podemos e, incluso, a la UE

3. Yolanda Díaz Pérez. Vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo y Economía Social. La nueva estrella ascendente en Podemos. Tanta sintonía con Sánchez como poca con Calviño. Cuota Podemos. Se comerá los marrones de los recortes. Otra fija.

4. Teresa Ribera Rodríguez. Vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. La encargada de confirmar la filtración (en plena movida por el precio de la luz) de que Sánchez preparaba la crisis de Gobierno… desmentida después por Iván Redondo. Todas las papeletas para desaparecer en la remodelación y que no repita en la foto. La primera vicepresidenta cadáver.

5. María Aránzazu González Laya, más conocida como Arantxa. Su nefasta gestión del caso Ghali que ha abierto una de las peores crisis con Marruecos aún sin resolver; embajadas clave como la de Londres sin renovar en pleno Brexit; guerra con los sindicatos por aplazar mil veces el plan de vacunación del Servicio Exterior… Las filtraciones desde Moncloa ya la señalan sin miramientos. Otra ministra defenestrada.

6. Juan Carlos Campo Moreno. Ministro de Justicia. Tiene mucho tajo por delante (CGPJ, indultos, reforma de la sedición). Sánchez no le dejará ir ahora hasta que no acabe todos sus encargos. Un fijo para seguir.

7. Margarita Robles Fernández. Ministra de Defensa. Entre tanta estridencia en el Gobierno, es la cuota ‘centrada’ que vende Sánchez. Diana preferida de sus compañeros de Podemos, se quedarán con las ganas. Otra fija (al menos hasta que decidan lanzarla como candidata al Ayuntamiento de Madrid).

8. María Jesús Montero Cuadrado. Ministra de Hacienda y Portavoz del Gobierno. Pasado el tren de las andaluzas, Sánchez está mucho más contento con ella que con Celáa como portavoz. Otra fija.

9. Fernando Grande-Marlaska Gómez. Ministro de Interior. El juez, tenido por cuota PP en su día, es uno de los ministros más cansados. Está terminando el proceso de acercamiento de presos de ETA. Sánchez le agradece mucho los servicios prestados. Se irá solo si quiere él.

10. José Luis Ábalos Meco. Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. El hijo de Heliodoro Ábalos “Carbonerito” ha toreado en la difícil plaza de Delcy y ha salido ileso. Cancerbero del presidente desde el Gobierno y desde Ferraz. Fijísimo (y a ver quién tiene narices para decirle lo contrario).

11. Isabel Celaá Diéguez. Ministra de Educación y Formación Profesional. Tras fracasar como portavoz, ya ha sacado adelante la nueva ley de Educación. Nadie la echará en falta a partir de ahora. Prescindible.

12. Reyes Maroto Illera. Ministra de Industria. Comercio y Turismo. El turismo español ha sido el más castigado del mundo por la pandemia y su Ministerio no ha pedido ayudas especiales a la UE. Las empresas del sector echan pestes. Otra fija para la quema.

13. Luis Planas Puchades. Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación. ¿Quién? Pues eso.

14. Miquel Iceta i Llorens. Ministro de Política Territorial y Función Pública. Recién llegado gracias a la 'brillante' operación Illa. Dicen que aún celebra bailando por el Ministerio haber pasado de jefe de la oposición en Cataluña a ministro. Tiene mucho trabajo por delante con Cataluña. Otro fijo para seguir.

15. José Manuel Rodríguez Uribes. Ministro de Cultura. El tercer ministro del ramo de Sánchez (tras Máximo Huerta y José Guirao). Y puede dejar la misma huella que ellos. Prescindible.

16. Carolina Darias San Sebastián. Ministra de Sanidad. Tras suceder a Salvador Illa, su interés por mantener la misma hoja de ruta de choque con Madrid puede significar que será la próxima candidata del PSOE en las autonómicas canarias. Hasta entonces, seguirá gestionando la vacunación a la mayor gloria de su jefe. Fija.

17. Ione Belarra Urteaga. Ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030. La sucesora de Pablo Iglesias en la cúspide de Podemos. Salvo que esté amenazada su compañera Montero, es intocable por la cuota morada.

18. Irene Montero Gil. Ministra de Igualdad. La todopoderosa pareja de Pablo Iglesias empieza a oír demasiadas voces de la parte socialista del Gobierno que pide su cabeza, algo impensable cuando ÉL ocupaba la Vicepresidencia. Ahora ha pasado de intocable a objetivo. Pero se defenderá con todas sus fuerzas. No es presa fácil.

19. Alberto Garzón Espinosa. Ministro de Consumo. Sus compañeros ‘morados’ le quieren pasaportar a Andalucía de candidato. Su labor en el Gobierno es perfectamente descriptible, sobre todo con los recibos de la luz. Todas las papeletas para ser uno de los que no repitan.

20. José Luis Escrivá Belmonte. Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Está tan cansado de los compañeros de Gabinete de Podemos como ellos de él. Eso sí, él tiene más posibilidades de buscarse la vida fuera del Gobierno. Si quieren prescindir de él, no pondrá problemas.

21. Pedro Duque Duque. Ministro de Ciencia e Innovación. Muy injusto que se le recuerde porque le estalló un cohete y, pese a ello, anuncia una NASA española. No está en la luna, pero sí fuera de órbita. Candidato a no seguir.

22. Manuel Castells Oliván. Ministro de Universidades. ¿Ah, pero éste era ministro? Pues eso.

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