El espíritu innovador de Madrid procede de su ánimo indomable; Madrid le propinó tal paliza a la pobreza que ahora es región emprendedora en Europa. Dicen que es de derechas, aunque Madrid es ante todo progresista, una metrópoli moderna e inclusiva. Todo el que quiera ser madrileño puede serlo, porque aquí el estatus de ciudadano es más una cuestión de actitud, y no tanto de arraigo, de origen o de carnet político. Larra andaba por nuestras calles en busca de material para sus artículos de costumbres. Embebido en sus pensamientos, caminaba, según dice, “riendo como un pobre hombre”, y en sus felices paseos consiguió retratar al castellano viejo. Los políticos y los periodistas harían bien en pasear nuestras calles y hablar con sus gentes antes de presentar campañas ridículas o publicar cualquier editorial plagado de exabruptos y etiquetas.
En lugar de hablar de antifascismo o fascismo, los ciudadanos madrileños se atreven a pensar en términos de políticas constructivas y creadoras de riqueza y empleo. La mercancía política de la izquierda en Madrid parece un queso caducado, con ideas que desprenden olor a moho. El error de llorar el fin de las utopías es seguir buscándolas en la ideología comunista cuando ahora nacen bajo el cielo de grandes ciudades europeas. La jerga vacía y presuntuosa de esa vieja política es jerga comunista, fácilmente reconocible porque se basa en consignas tediosas y frases vacías. El exceso de política ideológica y mitos heredados, como el de las dos Españas, se ve a menudo acompañado de un lenguaje hueco y pobre de solemnidad. Estas ideas y este lenguaje de consignas del 'no pasarán' no conecta con una ciudad con valores liberales y progresistas que ha superado psicológicamente la política ideologizada del siglo pasado.
Cuando aplicamos la jerga comunista en la política madrileña se producen algunas incongruencias que suelen acabar en victorias para la derecha
Hay una brecha cada vez mayor entre la opinión pública de este gigante enclavado en medio de la inmensa planicie castellana y la opinión publicada desde determinadas atalayas políticas y mediáticas. La herencia de un lenguaje comunista yermo y vacío, moralista, se ha infiltrado en algunas redacciones. El País hablaba esta semana de que “ante la propuesta anarcolibertaria y nacionalista del conglomerado Vox-Ayuso, vestida con ropajes mediáticos de corte trumpista, es deseable que el resto de los partidos encarrilen la campaña en el terreno de los temas de real interés”. Han adoptado los viejos patrones de pensamiento y el lenguaje político ideologizado, sin percatarse de que cuando aplicamos la jerga comunista en la política madrileña se producen algunas incongruencias que suelen acabar en victorias para la derecha.
El moralismo rancio
Para entender cómo se dan estas incongruencias hay que reconocer que la izquierda ha abandonado las reivindicaciones materiales y se ha dedicado a vender ideología identitaria y cacharrería de guerra civil. Si sales a hablar con el panadero, el taxista o el dueño del bar, sabrás que en Madrid es la derecha la que ha dado la cara por los obreros y los trabajadores, los autónomos y los pequeños empresarios. El populismo de izquierdas conduce a un tipo de política anacrónica porque moraliza a este ciudadano, le dice en su cara que es indecente y fascista por no votar su chiringuito de Somosaguas. Las izquierdas llevan años construyendo lideresas en Madrid porque no comprenden el “real interés” de la gente sin ideología, ni entienden el carácter chulesco del chulapo madrileño. Hay una mentalidad progresista que ha superado el moralismo rancio y apuesta por políticas constructivas en temas clave: superar la crisis sanitaria sin cargarse la economía, apostar por la innovación, apoyar a las pymes y empresarios, apostar por políticas que generan empleo.
La dinámica de una sociedad progresista y liberal es una sociedad racional, despierta, flexible, innovadora, creativa, competitiva… es una dinámica que permite al ciudadano crecer, emanciparse y progresar. Parte de nuestros queridos políticos siguen estancados en el bucle de la gran querella de la izquierda y la derecha, las dos Españas… El madrileño de pura cepa, ya desengañado de estas ideologías, no es presa fácil de la moralina “antifascista”. El progreso de Madrid es el resultado de una mentalidad ciudadana práctica y racional, es una mentalidad inteligente que aspira a crear una capital potente, y que ha superado psicológicamente las paranoias y los fantasmas del pasado.
Carabino
Madrid, lugar dode fué a parar todo el vaguería charlatan y ''rumboso'' de provincias (no solo de España), sino de media Europa y Francia, para abusar de la vida ''muelle'' y despreocupada, a la espera del buén tiempo, de los fondos euriopeos, y de las dádivas de Isabel
D.K
Así es, Madrid no es una "nación" como Cataluña, Euskadi, Navarra, Galicia, Valencia y Baleares. Madrid no es socialista como Extremadura, Castilla La Mancha, Asturias. Madrid es libre precisamente por eso y precisamente por eso el Gobierno de España, lacayo de las "naciones" históricas y administrador del "socialismo" quiere acabar con la libertad y el progreso real, la capacidad para dirigir tu propia vida sin postrarte ante los ídolos extractores y debilitantes del nacional-socialismo progresista, la Gran Estafa.
tamuda_2
Pues su problema tiene fácil solución; cambie de residencia.
Carabino
Acabarán por negar la existencia del dios astro y sol de mediodía.. El dinero todo lo puede, mas no puede ocultar ni borrar la verdad ni la ignorancia, ni el interés.
Carabino
A Madrid, le ronda desde hace tiempo una nube de corrupción,de política para ricos, y polución industrial que terminará por hacerla una ciudad muy inhóspita para el ciudadano del común, que la abandonará para asi, poder liberarse de tanta polución, prisas, y de una pésima caliddad de vida, que ya amenaza con hacer de ellla, una ciudad tóxica inhabitable y enfermiza..
Gwyddno Garanhir
Lo único que me chirría de este artículo es lo del "ciudadano sin ideología". No, señora. Ciudadanos cada vez más convencidos del valor y de las ventajas de la Libertad y de los frenos y límites necesarios que hay que ponerle al Poder para evitar que nos aplaste.
Lefuan
Pues la escoria neonazi catolica corrupta parece empeñada en llevar a madrid de vuelta a 1936 en cuanto te paras a escucharles unos minutos. Aunque quizas no sean los madrileños y el problema sea la escoria mediatica corrupta de cuya corrupcion se sabe muy poco y no por falta de sobres en B que en esta españa parece que hay para comprar policias, jueces, politicos, periodistas y a quien haga falta que aun sobra, aunque luego haya que ir corriendo a europa hacer de asquerosos mendigos pidiendo limosna como andais todos.
alon101
Madrid está lleno de rojos de todo tipo. No se puede ignorar la realidad
Jonh Deere
Como siempre, bien traído y mejor llevado. La izda. se enfrenta a sus contradicciones, y salvo salmos de desguaces, poco o nada tiene ya que vender. No me gusta la vendida como derecha, aspirante -como la izda.- a vivir de la teta pública, liberales..., pero nos menos dañinos y contradictorios. La sociedad madrileña vota con el bolsillo y la lógica, tal vez de las pocas que escapan al champán dialéctico, burbujas de aire contaminado; en eso, dan un ejemplo de congruencia a otras ciudades, excepto quizás a Bilbao, pueblo grande liberal que vota un partido tradicionalista como PNV que poco, o casi nada, tiene que ver con el PNV de fuera de Bilbao. Las caretas se han caído, la ponzoña rozará lo execrable, pero todo está sentenciado en Madrid. El bolsillo..., y con razón. salu2
Elfrutero
Ya se nota que tienes complejo de Edipo...
sergioabelleira
Todo eso es verdad, pero Tele Cinco y la Sexta hacen estragos. Créame. El País lo compran sólo preancianos giliprogres que poco o nada pintan. Su única influencia está fuera de España, donde aún no se han enterado de que el panfleto en cuestión chifla poco en estos lares..
JockColville
Totalmente de acuerdo con la articulista, a Madrid hemos ido llegando de todas partes y todos hemos sido recibido con el mismo espíritu abierto. Es el lugar ideal para dejar atrás la mentalidad provinciana del "¿Y tú de quién eres?"... Aquí puedes ser un pijo-progre o un obrero-facha con la misma libertad y dignidad, porque eres lo que quieres ser, no estás determinado porque alguien decida lo que debes ser en base a sus prejuicios. Tanta libertad sólo puede molestar a los aspirantes a dictadores.