Tras el parón provocado por el estallido de la pandemia, Cataluña retoma la agenda de violencia y terror callejero de octubre del 2019. Entonces, la excusa fue la sentencia del procés, la que no condenó por rebelión a los dirigentes sublevados sino que les impuso la más atenuada pena de sedición. Sólo los simpatizantes de la violencia, o los que tienen limitaciones de diversa índole, utilizan términos como “manifestantes”, “rapero”, “jóvenes desencantados” o “jóvenes antifascistas”. La violencia no se debe a una rabia espontánea producto de la edad o la situación, sino a una planificación con estructura y organización de guerrilla urbana.
Esta violencia parapolicial, que quema furgones de policía con guardias dentro, no es ajena al sistema, o al menos los que ocupan el sistema no parecen ser demasiado contrarios a su práctica. La prueba son las declaraciones del vicepresidente Pablo Iglesias, del portavoz de Podemos, Pablo Echenique, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y qué decir de ERC, los vencedores de las elecciones catalanas. Ahora las negociaciones de un Gobierno autonómico con CUP se centran en despojar a los policías de sus defensas antidisturbios. Así, la diversión de los niños de papá de intentar asesinar policías apenas producirá rasguños.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, está en paradero desconocido, y al presidente del Gobierno sólo se le exige desde la oposición que condene la violencia
El moderado socialista Salvador Illa balbuceó sobre la violencia que “se nos está escapando de las manos”, en primera persona del plural. Sin participar, pero sintiéndola de “los suyos”, ese moderado e institucional exministro de la covid. Nada de lo acontecido hasta ahora le ha desviado en sus súplicas a Esquerra para formar Gobierno. El ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska está en paradero desconocido, y al presidente del Gobierno sólo se le exige desde la oposición que condene la violencia. Como si ese inútil ejercicio le eximiese de actuar y ejercer su responsabilidad. Como si una palabra formal de condena borrase todo acto o inacción que lo hubiesen provocado.
Mientras, en un programa de análisis político de una de las cadenas de televisión oficialistas, El Objetivo en La Sexta, no se denunciaba esta grave situación. El objetivo era el líder de la oposición al que dedicaba horas para indicarle el rumbo que debía tomar -y así continuar durante muchos años alejado del poder- bajo esta perversa premisa: “¿Debe Pablo Casado tomar el camino de la moderación o el de la radicalidad de Vox?”. ¡La moderación!, exclamaron con premura todos los presentes. La respuesta correcta era: ¡democracia! No aceptar la premisa y establecer otra. Si tú que eres oposición representas la democracia, ¿qué representa el Gobierno de Sánchez e Iglesias?.
Escenario favorable al PSOE
Cuanto más radicales son las políticas del Gobierno, más se exige a la oposición que sea moderada en su labor de control y crítica al presidente Sánchez. Ya ni siquiera se le responsabiliza de ningún asunto, tan sólo a sus socios de Gobierno, y se presenta a la oposición como sustitutos del segundo (o del tercero y cuarto), para ayudar al PSOE y salvarlo de las garras de todos los antisistema con los que gobierna. Eso es asumir el escenario político favorable para el PSOE, el marco mental socialista.
La moderación ha venido a convertirse así en el eufemismo para el ejercicio de doma que se realiza desde La Moncloa a quien debiera controlarle en la práctica del poder. Se señala ese camino de baldosas amarillas para que no quede más opción que avenirse y someterse. Recorrer el camino señalado por la izquierda no conduce a Oz -alegorías monetarias aparte- sino a la derrota y a la irrelevancia. Toda actividad de oposición no aprobada por el Gobierno es considerada radical y la condena es la expulsión del espacio civil con la etiqueta de radical de ultraderecha.
La moderación no representa nada en sí misma, pero en caso de hacerlo, simboliza que defiende un determinado postulado, no se sabe cuál, pero tan sólo un poco
Contra todo pronóstico racional, la moderación ha sido reivindicada y enarbolada como bandera y etiqueta de partido político. La moderación en sí misma no significa nada, no representa ninguna idea, más bien la ausencia de ellas. Si atendemos estrictamente a la forma en un discurso, se puede apreciar que Pablo Iglesias cuestiona, en un tono moderado, que él no pueda controlar lo que dicen los medios de comunicación. Si atendemos a la finalidad, la moderación funciona como adjetivo. Un nacionalista moderado es el xenófobo que no busca la independencia, sino el Presupuesto estatal. La moderación no representa nada, pero en caso de hacerlo, se supone que defiende un determinado postulado, no se sabe cuál, pero sólo un poco. Llegados a este punto hay quien piensa que lo mejor es declararse radical. También se estaría asumiendo el marco mental del Gobierno, pues se escoge entre sus opciones.
La construcción de un proyecto de alternativa de gobierno ha de realizarse alrededor de la idea de defender la democracia liberal y nuestros derechos y libertades como ciudadanos, teniendo en cuenta que nuestra ciudadanía se ha visto amenazada principalmente en nuestra condición de españoles.
En una entrevista importante de Fernando Savater publicada recientemente en el diario La Razón, sintetizaba con brillantez y acierto la base de la alternativa ideológica al Gobierno: “El paso decisivo para empezar un proceso de emancipación intelectual es darse cuenta uno mismo de que no hay ninguna obligación moral de ser de izquierdas”.
Es necesario liberarse de los postulados socialistas del Gobierno para construir una alternativa.
poraquiandamos
Fíjese señora que aquellas que criticaban de transfobia a los de Hazte Oir por rotular en un autobús aquello de: 'Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen', Ahora reclaman con denuedo que sólo puedan ser mujeres y consideradas como tales aquellas que tengan vulva. Y están dispuestas a exigir hasta que se enseñe. Cómo cambia la historia de la 'moderación' política. En nada vemos a Carmen Calvo votando a Vox.
mazarino
¿POR QUÉ TEME LA DERECHA LIBERAL ESPAÑOLA COMENZAR SU PROYECTO CONSTITUYENTE? España está en la UE ,club de las DEMOCRACIAS LIBERALES -en las que se repudia al Comunismo-y vienen los comunistas y socialistas largocaballeristas dando lecciones de DEMOCRACIA. ¿cuando el bochevique Iglesias Turrión habla de democracia ,QUÉ ES LO QUE ESTÁ PENSANDO? ¿CUÁL ES SU MODELO?. Proceso constituyente esencial de los liberales y conservadores a modo de la derecha europea QUE REUNA A TODOS LOS QUE ESTAMOS HARTOS DE VAGOS INÚTILES Y FARSANTES
lepanto2012
VOX son lo mismo que la presidenta, y los mismo que SANCHEZ
mazarino
Irene identifica correctamente el juego que los MALOS diseñan y las trampas que ponen para no dejar espacio a los que disienten.Te marcan el camino sin posibilidad de elegir ni emprender otro alternativo. Creo que hay que NO ACEPTAR LAS REGLAS DE SU JUEGO con la ruleta viciada de antemano y jugar al póker que es más apto y para demostrar que sabes. No hagas de comparsa de una banda de malhechores.COMBATE A CAMPO ABIERTO. LOS LIBERALES ESPAÑOLES NO HACEN USO DE SUS RECURSOS QUE SON INHERENTES A LA PERSONA ,PUES LA LIBERTAD INDIVIDUAL ES SAGRADA Y ESTÁ POR ENCIMA DE LA COLECTIVA QUE ES CONTROLADA POR LA BANDA BOLCHEVIQUE SIEMPRE.ESTO LO ENTIENDE TODA LA GENTE
mazarino
La gente que trabaja o que lo pretende no está en las chorradas que esparcen los medios de comunicación que imitan groseramente y sin nivel ni cultural ni intelectual LO QUE SE HACE EN LOS EEUU acerca de de MARCOS INTELECTUALES Y DEMÁS EXQUISITECES. La persona que ama la libertad y es capaz de Exponerlo sin complejos no necesita entrar en la BATALLA QUE SE LIBRA EN LOS MEDIOS ADICTOS -POR LA PASTA- AL GOBº,SINO QUE LO DICE LLANAMENTE Y NO ENTRA EN EL JUEGO EN UN CAMPO SEMBRADO DE TRAMPAS DIALECTICAS SIN POSIBILIDAD NINGUNA DE QUE LE RECONOZCAN NADA QUE NO SEA TILDARLE DE facha. LA LIBERTAD INDIVIDUAL ESTÁ POR ENCIMA DE CUALQUIER OCURRENCIA DEL QUE SE CREE UN GURÚ QUE CREA O DESTRUYE LA OPINIÓN SIENDO EXCLUSIVAMENTE UN TONTAINA :Si eres libre porque crees en la libertad individual manifiesta como eres.LEE A BENJAMIN CONSTANT Y SE TERMINAN LOS COMPLEJOS QUE ARTIFICIALMENTE INOCULAN ESTOS IGNORANTES
Elúltimoestertor
Desde luego, mucho mejor que Vilches. Lo que pasa es que cuando estás de acuerdo en todo es difícil entrar a comentar porque no tienes por donde llevar la contraria.
Boyevik
Me alegra verte, Dok. La verdad es que me gustó mucho el artículo. De lo poco bueno que hay por estos pagos Un abrazo
DoktorK (reconstituido)
Gran artículo de Irene González, probablemente la mejor analista política actualmente.
syloxozi
No hables tanto que luego te tienes que tragar tus palabra y así estás tan gordo, que pareces una albóndiga con patas.
ArchieEnVozpopuli
Neuronas, ne-u-ro-nas es lo que le faltan; está clarísimo. Pero hulk, ¿es que no le ves al pu$tero este la cara de votafraudez?
hulk1965
Más te faltan a ti y escribes y todo...
Robustiane
A la cabeza de esa " moderación" colaboracionista están los cuatro gatos descreídos que quedan en la iglesia católica y en sus irreconocibles medios de desinformacion y apaciguamiento. Uno que hay por ahí por La Cope, 13 tv...uno que se quedó a medias entre Jesucristo Superstar y George Moustaki...un tal Haro ...esa especie de botarate con pelos y barba blanca...eso, eso, eso es la "moderasion". Para la próxima campaña electoral igual sacan a Casadin entrevistado por Aposito, digo Ezposito, con esas pintas y pidiendo el salario máximo universal, pa todos los españoles que haiga por aquí y los que haigan de venir, o sea media Africa. Asi va este pais deshecho y esa iglesia de nada y de la nada. Buen artículo Irene, poca gente habla tan claro.
Sonweb
Rajoy, siendo presidente, también llamó a Sánchez a la moderación contra el extremismo y el griterío. Decía que la crispación, el griterío, la radicalidad, no servían para nada. Pero a Sánchez sí le sirvieron mucho para volcarle la presidencia del Gobierno y mandarle a SanXenxo a maravillarse contemplando la moderada cordura de los mejillones. Si se pretenden frenar los tractores totalitarios de la ultraizquierda y los separatistas, de los abusos de la mafia burocratizada del PSOE, la moderación es una herramienta muy buena para triturar los votos de ciudadanos condenados a la paciencia derrotada. La furia radical contra el constitucionalismo merece una defensa sensata, pero no apaciguada contra la hegemonía de los ultras que campean en casi todos los picos del poder y en los medios que se han establecido como moderadores inmoderados de la política española. Es mil veces preferible una retórica de confrontación contra la radicalidad en las guerras culturales que brotan por todas partes, antes que acostumbrarse a la humillante templanza en las abundantes derrotas políticas.