Opinión

Mohamed vuelve al chantaje en la frontera de Ceuta

Mohammed ha vuelto a enviar a los parias de su tierra a cruzar, por mar y tierra, la frontera de Ceuta. Cien, doscientos, ceca de 5.000, según ha tenido que

Mohammed ha vuelto a enviar a los parias de su tierra a cruzar, por mar y tierra, la frontera de Ceuta. Cien, doscientos, ceca de 5.000, según ha tenido que reconocer finalmente el Gobierno. Como siempre que Rabat, más bien el rey Mohamed, entiende que España tiene un gesto hostil –en este caso, acoger y hospitalizar al líder enfermo del Frente Polisario, Brahim Galli, a quien Rabat considera un terrorista y que tiene un proceso abierto en España- abre las puertas de la frontera, sus guardias hacen la vista gorda y envía unas decenas o unos cientos –según el tamaño del supuesto agravio- hacia nuestro país.

Una táctica tan vieja, casi, como el Reino alauí y que Mohamed aprendió bien de su padre, Hassán. Antes, eso sí, estaba su ‘primo’ Juan Carlos, que siempre echaba una mano como mediador para apagar los incendios. Ahora, Moncloa ha dejado tan estrecho margen a Felipe VI que ni el monarca tiene influencia alguna.

Dejar pasar a Ceuta, una ciudad de 85.000 habitantes, a 5.000 inmigrantes en una sola jornada es como si a la Comunidad de Madrid arribaran de golpe 400.000 personas sin casa ni alojamiento. Las imágenes de anoche, de cientos de personas corriendo por las calles de Ceuta, demuestran que en esta ocasión, el chantaje se le ha ido de las manos a Mohamed que no es, ni de lejos, tan hábil como lo era su padre. El presidente de la Comunidad autónoma ya ha pedido el despliegue del Ejército. Y Vox, que ha visto dónde sacar rédito, habla de invasión en la frontera sur.

Y mientras, la ministra de Asuntos Exteriores, la misma que es incapaz de sacar adelante un plan de vacunación contra la covid en nuestras embajadas; que, cuando ya hay víctimas mortales entre el personal del Servicio Exterior manda –como este lunes desvela Vozpópuli- una circular “prioritaria” sobre las efemérides LGTBI que deben celebrar los embajadores; la ministra, insisto, dice que no tiene relación la avalancha de inmigrantes en Ceuta con la acogida en España al líder del Polisario.

El presidente de la Ciudad Autónoma ha pedido el despliegue del Ejército para controlar el caos en la ciudad, y la Legión y los Regulares están ayudando a la Policía. El chantaje, esta vez, se le ha ido de las manos a Mohamed

"No, no nos consta", ha sido la escueta respuesta de Laya al ser preguntada por la relación entre la avalancha en la frontera y la presencia en un hospital de Logroño por razones humanitarias del líder del Frente Polisario. Evidentemente, si Laya esperaba una nota por escrito sobre la causa (Galli) y el efecto (la avalancha de inmigrantes desde Marruecos) o Laya nos toma por tontos o ella es más ingenua aún de lo que viene demostrando.

El enfado de Mohamed

La entrada masiva desde la madrugada del lunes es una de las más numerosas de los últimos años, superando incluso a los momentos de mayor presión migratoria en los que el método era el salto de la valla. Mohamed está muy enfadado. El Polisario y su lucha por la independencia del Sáhara es uno de los temas que más escuece en Rabat. Y España lo sabe o, al menos, debería.

Más allá de la simpatía que pueda inspirar en España el conflicto del Sáhara –no hay que olvidar que llegaron a tener con Franco pasaporte español y fueron luego abandonados a su suerte- no se entiende cómo se ha gestionado tan mal la llegada de Galli que, no lo olvidemos, tiene pendiente una causa en los tribunales españoles por delitos de lesa humanidad.

Tras reconocer Exteriores que Galli había sido trasladado con pasaporte falso desde los campos de refugiados de Tinduf a Logroño para ser tratado de covid, Rabat convocó al embajador de España para pedir “aclaraciones” y expresar “su decepción por este acto contrario al espíritu de asociación y buena vecindad”, que afecta a “una cuestión fundamental para el pueblo marroquí y sus fuerzas vivas”.

La próxima vez, no estaría de más que un gesto humanitario comprensible como el que se ha tenido con Galli estuviera más planificado, sin pasaportes falsos y en terceros países, para evitar así la esperada reacción de Mohamed

Esa era la respuesta oficial. La oficiosa fue que dos días después, casi 150 personas, en grupos de 25, conseguían cruzar la frontera. Otros 150 llegaron dos días más tarde. Ayer, fueron más de 5.000. Una medida de presión de Marruecos que todos conocen pero que a nuestra ministra "no le consta".

30 millones más para Rabat

¿Cómo calmará Madrid al sátrapa de Marruecos? ¿Habrá un nuevo envío de vehículos todoterreno para la Gendarmería maroquí –nuevos y en perfecto estado-, mientras muchos coches de la Guardia Civil patrullan en un estado de semidesguace? No deja de ser una ironía que el Gobierno tuviera previsto llevar hoy al Consejo de Ministros una partida de 30 millones más para la Policía marroquí de fronteras...

La respuesta de Moncloa, por ahora, es la firmeza: se devolverá un primer grupo de varios centenares de inmigrantes que han llegado a nado y se reforzará con doscientos policías más la frontera. La Legión y los Regulares, como pedía Vivas, están ayudando a la Policía a devolver el orden. La próxima vez, no estaría de más que un gesto humanitario comprensible como el que se ha tenido con Galli estuviera más planificado –en terceros países, sin ocultarlo a la justicia española, sin pasaporte falso- para evitar así la esperada reacción de Mohamed. Porque amenazarle con otra circular sobre lenguaje inclusivo y efemérides LGTBI no parece que vaya a funcionar.

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