Este próximo domingo, los franceses elegirán a su próximo presidente. Tras la primera vuelta celebrada el pasado 10 de abril, dos son los candidatos que han alcanzado esta segunda y definitiva vuelta: el socioliberal, transversal y actual presidente Emmanuel Macron y la ultraderechista, antieuropeísta y nacionalista francesa Marine Le Pen. Ambos repiten el enfrentamiento de 2017 y la izquierda francesa volverá a estar ausente.
Analistas políticos, tertulianos y políticos de distintos colores han tratado de comparar el panorama político español con la situación política francesa, llegando en algunos casos a conclusiones forzadas, parciales o de parte, destacando solo aquello que pudiera quizás beneficiarlos, obviando el resto de cuestiones que podrían ser también analizadas y de las que incluso podríamos obtener algunas enseñanzas. Desde luego, puede compararse la situación de allí con la de aquí, pero sin obviar algunas cuestiones básicas: el sistema político francés es semipresidencial, lo que implica un presidente con amplios poderes, un Ejecutivo dirigido por un primer ministro y un parlamento al que rinde cuentas el Gobierno.
El sistema electoral, el sistema de partidos, la cultura política y las preferencias políticas ciudadanas son distintos aquí y allí. Algunos problemas, obviamente, los compartimos, y algunas amenazas también. Entre otros, la amenaza populista y extremista a ambos lados del tablero político, que, sin embargo, tiene, al menos de momento, consecuencias diferentes en cada país. No hay un partido populista en el Gobierno de Francia y en el de España, sí. Además, allí no hay partidos independentistas que condicionen las políticas del Gobierno central, y aquí es el pan nuestro de cada día, para desgracia de la inmensa mayoría de ciudadanos. Por lo demás, algunos problemas económicos y sociales los compartimos, consecuencia de la incapacidad de los principales partidos de hacer frente adecuadamente a los grandes retos de nuestro tiempo: en general, la globalización, el cambio climático, la dependencia energética, la política internacional, el poder de las grandes multinacionales, la generación sostenible de riqueza, la distribución justa de la misma, la desigualdad social y los problemas reales que afectan a los ciudadanos; a lo que debe añadirse ahora la cruenta invasión rusa de Ucrania y los cambios internacionales que puedan darse. Y, como consecuencia de todo ello, los movimientos populistas y extremistas que ganan peso y amenazan con empeorarlo todo.
Hoy sabemos, según encuesta interna de su partido, que solo uno de cada tres de sus votantes votará a Macron, lo que podría quizás facilitar el triunfo definitivo de Le Pen
Tras el resultado de la primera vuelta, Valérie Pécresse, de la derecha tradicional, anunciaba su voto a favor de Macron, y en los mismos términos se expresó Anne Hidalgo, candidata del casi extinto partido socialista. Por su parte, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon pidió a sus votantes que en la segunda vuelta no voten a Le Pen, sin que explicitara un apoyo expreso a Macron: "Los dos candidatos no son equivalentes. Marine Le Pen suma al proyecto de maltrato social que comparte con Macron un peligroso fermento de exclusión étnica y religiosa", dijo. Hoy sabemos, según encuesta interna de su partido, que solo uno de cada tres de sus votantes votará a Macron, lo que podría quizás facilitar el triunfo definitivo de Le Pen, cosa que, en todo caso, yo descarto. Es lo que por estos lares espera Vox, y yo espero que tal cosa no ocurra.
Las declaraciones de los líderes que no superaron la primera vuelta fueron vistas por algunos analistas políticos como la constatación de la aplicación de un cordón sanitario a Le Pen, y aprovecharon para pedir al PP que haga lo mismo con Vox. Sin embargo, no es necesario ser muy avispado para concluir que no estamos ante el mismo caso. No solo porque el sistema político de Francia es distinto al de España, como hemos visto arriba, o porque nos encontramos ante unas elecciones presidenciales para elegir directamente al presidente de Francia, sino porque ninguno de ellos aspira ya a ser presidente y, desde luego, no depende de pactar con Le Pen para poder serlo. De hecho, las declaraciones públicas de Mélenchon, el candidato más relevante de todos ellos, podrían finalmente ayudar a que Le Pen sea presidenta. Entiendo que pueda criticar a Macron como adversario político suyo que es, pero la realidad es que ahora solo puede presidente uno u otra.
Quizás el PP y el PSOE podrían centrarse en la resolución de los principales problemas de los ciudadanos, anteponer los intereses de estos a los suyos propios y enfrentar con honestidad los grandes retos de nuestro tiempo
Por lo demás, que el PSOE exija al PP que no pacte con Vox es cinismo político, ya que ellos gobiernan con Podemos y pactan habitualmente sus políticas para los españoles con los que quieren romper España. La cuestión es que el PP depende de Vox para gobernar, del mismo modo que el PSOE depende de Podemos. Y no parece que ni uno ni otro esté dispuesto a dejar de ser alternativa de gobierno, porque además tal decisión provocaría quizás el crecimiento de sus extremos. Y que el PSOE deje de depender de Podemos y que el PP deje de depender de Vox depende precisamente de un acuerdo entre ambos partidos, lo cual abriría la puerta, de paso, a una gran coalición entre ellos; coalición y gobierno que, si no ayudara a resolver los principales problemas de la gente, llevaría al crecimiento electoral… de Vox y de Podemos. Y vuelta a empezar.
Quizás podríamos empezar aplicando un cordón sanitario a las políticas reaccionarias concretas de unos y de otros. Quizás el PP y el PSOE podrían centrarse en la resolución de los principales problemas de los ciudadanos, anteponer los intereses de estos a los suyos propios y enfrentar con honestidad los grandes retos de nuestro tiempo. Pero es precisamente lo que no hicieron y por eso han crecido los extremos.
ma
sabrás tú mucho de cambio climático, si no conoces ni el algoritmo de la raíz cúbica
Tamaratamaral
No creo que haya ningún problema en que gobierne le Pen…En Italia también ha gobernado Salvini y no ha pasado nada…la gente tiene más miedo a las izquierdas con su agenda 2030 que a partidos conservadores
Tony010
Sr. Maneiro, en su diagnóstico hay un fallo de base importante, y es pensar que lo que desean los españoles es la "equidistancia", cuando en realidad, lo que se está debatiendo y resolviendo en el tablero político europeo es la imposición de determinadas ideologías que consagran el infantilismo del ser humano y la anulación de su libertad individual, en aras de un Estado Benefactor Global que sabe lo que nos conviene y va a cuidar por todos nosotros. Es el triunfo de la izquierda identitarista globalista (que no globalizadora), que anula al ser humano y lo extingue, a la que habrá que combatir con ideología. Esto no es extremismo. Es supervivencia.
Kj26
En la nota de prensa de la reunión del Consejo de Seguridad del 5 de abril podemos leer : En este sentido, el representante de China se hizo eco de otras delegaciones, entre ellas Japón, Ecuador y Mozambique, y subrayó que la plena aplicación de la resolución 2728 (2024) del Consejo de Seguridad es una cuestión urgente. Subrayó además la importancia de la solución de los dos Estados, un punto que también planteó la República de Corea. Como primer paso, "tenemos que apoyar la plena adhesión de Palestina a la ONU", añadió, y pidió que se celebre una conferencia de paz internacional más amplia y con más autoridad para desarrollar el calendario y la vía para la realización de la solución de los dos Estados. Aqui vemos como China y Corea del Sur se suman a la propuesta de Francia para una conferencia de paz, un calendario y dos estados. Y nuestro presidente haciendo el ridículo en los círculos diplomáticos. La ONU reconocerá a Palestina como estado cuando USA levante el voto. Porqué no ha ido Sanchez a Washington/New York que es donde se cuece este cocido?
Pabloperez
A ver, Gorkita, es indecente equiparar a VOX con Podemos en eso de los "extremos", ya que todas las propuestas de VOX respetan los princpios democráticos, cosa que no ocurre con las de Podemos, y ni siquiera con las del PP y el PSOE, que apoyan las leyes viogén, que son derecho penal de autor y vulneran el principio de presunción de inocencia, el adoctrinamiento LGTBIJKLM... en las escuelas, leyes de "desmemeoria" histórica, típicas de regímenes totalitarios, y están en contra de algo tan elemental como que, donde haya dos lenguas oficiales, se pueda elegir en cuál se recibe la enseñanza. Veo que no te enteras de que la cosa hoy va de los progremandiloberos del NOM y sus Agenditas, donde están PP y PSOE entre otros, y los que nos oponemos a tales planes de ingeniería social. Y me temo que tú estás donde estás, consciente o inconscientemente.
Pedro el Grande
Sr Maneiro la partitocracia es incompatible con la democracia, tarde o temprano una oligarquía de partidos salta por los aires y es sustituida por partidos iliberales. Ahora a llorar que hay extremos. Ustedes deben preguntarse por qué hay extremos. Algo no han hecho bien, no se vive de la política sino para la política. Político no puede ser cualquiera, como médico tampoco.