Opinión

No al 'INE de Tezanos'

He esperado varios días antes de escribir estas líneas por una elemental prudencia y porque me resultaba difícil pensar que el fiasco del Instituto Nacional de Estadística (INE) en su

  • La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calvino. -

He esperado varios días antes de escribir estas líneas por una elemental prudencia y porque me resultaba difícil pensar que el fiasco del Instituto Nacional de Estadística (INE) en su estimación de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del segundo trimestre -al final fue sólo un 1,1%, no el 2,8% que había adelantado ese organismo- vaya a pasar sin pena para los responsables del desaguisado, pero todo parece indicar que así será.

"En el análisis de las revisiones de los agregados macroeconómicos sobre los resultados avanzados se ha de tener presente la dificultad inherente a la medición de la coyuntura a la que nos venimos enfrentando desde el primer trimestre de 2020. Es un período de grandes y rápidos cambios en la evolución a corto plazo de la actividad económica que, tanto por su origen como por su magnitud, suponen un desafío estadístico sin precedentes", señaló el INE en una nota auto exculpatoria, como si estuviéramos en el cuarto mes de pandemia y no año y medio después, con la economía a razonable velocidad de crucero.

Pues no, ningún país serio, mucho menos tratándose de la cuarta economía del euro y la decimosegunda del mundo, dejaría pasar un episodio así como si nada, sin que ruede alguna cabeza por debajo de la de Nadia Calviño y eso siendo muy generosos; tanto como para taparnos los ojos y dar por supuesto que la vicepresidenta económica también fue engañada, lo cual es mucho suponer.

Un país que se sienta en el G-20 y en los principales foros mundiales no puede tolerar que su INE, el mismo que ha venido estableciendo series históricas con rigor y pulcritud, se convierta de la noche a la mañana en una copia burda de ese Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) dirigido por José Félix Tezanos a mayor gloria del PSOE y su estrategia electoral, que ni siquiera la de todo el Gobierno de coalición. Solo hay más que oír el sonoro silencio -en público, porque en privado tuercen el gesto - de los líderes de Unidas Podemos para intuir que semejante rectificación estadística compromete las nuevas políticas de expansión de gasto social que quieren los morados para el Presupuesto 2022.

España ya sufre un CIS de Tezanos sinónimo de desconfianza en su demoscopia pública, como para permitirse ahora una suerte de INE de Tezanos que hunda la confianza de los inversores internacionales en el peor momento

España ya sufre un CIS de Tezanos sinónimo de desconfianza en su demoscopia pública, como para permitirse ahora una suerte de INE de Tezanos que hunda la confianza de los inversores internacionales en el peor momento: justo cuando la deuda del Reino ha superado ya el 125% del PIB, la segunda que más ha crecido durante la pandemia, y cuando desde el Banco Central Europeo (BEC) llegan señales de que la política de compra de deuda soberana de los países de la UE se acaba. En evitar esa imagen chapucera que acompaña a este país desde tiempo inmemorial nos va la credibilidad de los mercados. Así de sencillo y así de crudo.

Cuando uno lee que el INE que preside Juan Manuel Rodríguez Poo, el cual presume en su web de haber realizado durante las últimas décadas “numerosos esfuerzos en el terreno de la gestión y el control de la calidad de sus productos, con el fin de mantener el alto grado de confianza del que disfruta la información estadística oficial” (sic) se pregunta si un organismo con tan altas miras, digo, puede inflar el PIB ¡¡un 60%!! -eso es lo que significa es la rebaja del trompeteado 2,8% hasta el escuálido 1,1%- solo porque al Gobierno de turno le venga bien para su relato de “españoles, la recuperación ya está aquí”.

Calviño ha intentado resolver el desaguisado con una apresurada entrevista éste domingo en el diario El País, en la cual nos obsequia con algún que otro juego de manos cual David Copperfield de la econometría -¡nada por aquí, nada por allá!- para convencernos de que, pese a que tal crecimiento nunca existió, y de que las previsiones del Gobierno siguen siendo “absolutamente realistas”. Y lo hace con tal intensidad que dan ganas de decirle lo que Richard Gere a la dependienta de la tienda de Rodeo Drive (Hollywood) a la que volvió con Vivian (Julia Roberts) en la mítica Pretty Woman: “a mí no me haga la ‘pelota’ vicepresidenta, a ella”.

Para que el Gobierno recupere la credibilidad económica en Europa, a quien va a tener que hacer la ‘pelota’ Calviño es a la presidenta de la Comisión: una Úrsula Von del Leyen ‘made in Germany’ poco dada a estos espectáculos

¿Y quién es la Julia Roberts de esta película? Pues nada menos que la presidenta de la Comisión Europea, una Ursula Von der Leyen fiable y rigurosa como exige la marca de la casa made in Germany, que a esta hora todavía anda pellizcándose tras saber que la cuarta economía del euro redactó el borrador de sus presupuestos en base a una estimación del INE del segundo trimestre falsa. Calviño le debe una explicación por ese chiste estadístico que compromete por igual ingresos y gastos.

No, no es un “error de bulto”, tal que aseguran algunas fuentes del gobierno deseosas de pasar cuanto antes un trago que compromete, y mucho,la credibilidad de esa Nadia Calviño que hasta ahora pasaba por ser el mástil de ortodoxia económica al que se asían Von del Leyen y quienes en Bruselas y algunas cancillerías ven con recelo al gobierno de coalición de izquierdas... Veremos si siguen teniéndola a partir de ahora la misma consideración.

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