Opinión

Nunca más dormiréis tranquilos

Así reza una pintada que han hecho los separatistas en el local del PSC de Vilanova. Es más que una amenaza, es una promesa. Cortes de autopistas, de carreteras, bloqueo

  • Las carreteras catalanas recuperan la normalidad tras las protestas por la detención de Puigdemont

Así reza una pintada que han hecho los separatistas en el local del PSC de Vilanova. Es más que una amenaza, es una promesa. Cortes de autopistas, de carreteras, bloqueo de la Estación de Sants, coacciones a hoteleros, a comerciantes, todo demuestra el conflicto que se vive en Cataluña. Lo último es la unión de los nazis del Moviment Identari Catalá con los Comités de Defensa de la República.

El nuevo pacto Molotov Ribbentrop

En la Autovía A-2 al paso por la localidad de Soses se ha producido una escena que hubiese hecho las delicias de Hitler y Stalin. Miembros del movimiento ultra radical nazi MIC cortaban el tráfico en franca camaradería con sus colegas de los Comités en Defensa de la República. Fascistas unos, comunistas los otros, racistas los dos. No es que la política haga extraños compañeros de cama, es que son lo mismo, disfrazados convenientemente para hacer creer al vulgo qué existe una variedad de opciones para elegir. El viejo truco del sistema. Tú piensas que hay posiciones distintas, incluso abiertamente opuestas, pero lo cierto es que representan los mismos intereses.

Eran unas doscientas personas que no se han dejado en el tintero ningún epígrafe de lo que dice el buen manual de la guerrilla urbana para estos casos. Han incendiado neumáticos, han puesto vallas, han imposibilitado el tránsito, bloqueando así a lo vehículos que venían desde Aragón a Cataluña y no han sido desalojados por los Mossos hasta poco después de las seis de la tarde. Las directrices recibidas por los grupos de saboteadores son claras en este sentido. Hay que boicotear al turismo de Semana Santa, incomodarlo, crearle la imagen de que el pueblo catalán está en lucha, para que así se vayan a sus casas o, directamente, no vengan.

En la Cerdaña hay previstas de cara a estas fiestas no menos de ocho acciones de boicot por parte de los CDR, incluyendo el cierre de la frontera. Este martes se han producido, aparte del incidente de Soses, cortes en la N-340 a su paso por Alcanar, en la AP-7 por Figueres, impidiendo la circulación en ambos sentidos durante más de seis horas, en la Estación de tren de Sants, donde para el AVE, se ha bloqueado las puertas, se ha impedido la circulación en las céntricas Avenida Diagonal y Avenida Meridiana de Barcelona, vías estratégicas para entrar y salir la Ciudad Condal, en fin, muchos y bien organizados actos de sabotaje que no pueden ser vistos bajo ningún concepto como “incidentes aislados” tal y como los democráticos y sonrientes dirigentes separatistas dicen o algunos pánfilos buenistas pretenden.

Circula por la red el vídeo de un jovenzuelo increpando a un mosso, al que señala acusadoramente diciendo que no habla catalán. Ese es el nivel, señores"

No es en modo alguno casual que todo esto pase, porque circulan por los grupos de WhatsApp separatistas instrucciones muy concretas acerca de lo que deben hacer los afiliados a estos grupúsculos. Desde la llamada “Coordinación de los CDR” se les insta a hostigar al turismo en todas las formas posibles. “Venid a nuestras sedes y aconsejaos con nuestros expertos legales para no tener problemas con la justicia o la policía”, sugieren, de la misma manera que proponen el acoso a las personalidades políticas más notorias mediante escraches o seguimientos hasta sus domicilios, así como tomar buena nota de los vecinos que tengan una bandera española colgada de su balcón o conminar a quienes hablen en castellano hacerlo en catalán. Circula por la red el vídeo de un jovenzuelo increpando a un mosso, al que señala acusadoramente diciendo que no habla catalán. Ese es el nivel, señores.

La cosa, por descontado, no quieren que se quede en cortar vías de comunicación, hacer de aprendices de Gestapo u organizar motines. Esto es una insurrección en toda la regla.

Las fake news   

Para que este clima de confrontación civil tenga el adecuado apoyo entre la población separatista, es preciso mantenerla bajo la ilusión de que todo obedece a un plan maestro urdido por los dirigentes del proceso. Siguen al pie de la letra la propaganda orquestada por Goebbels cuando, estando los rusos a pocos cientos de metros del Búnker de Hitler, repetía por radio que el ejército del general Wenck estaba a puno de llegar y las Wunderwaffe, las armas milagrosas, creadas por el Fhürer iban a diezmar a sus enemigos. Hubo gente que, creyéndolo, salió a enfrentarse con un mísero Panzerfaust a los poderosos blindados T-24 soviéticos. Niños, mujeres, jóvenes, ancianos, todos perecieron por culpa del delirio de unos fanáticos que se empecinaron en no dar su brazo a torcer incluso cuando sabían que todo estaba fatalmente perdido para ellos.

En ese sentido, las fake news que se están haciendo circular son no menos asombrosas que aquellas armas de las que cacareaba el enano tullido del ministro de propaganda nazi. La primera es decir que si Puigdemont se ha dejado detener – como si lo hubiera buscado él solito – es para internacionalizar más el proceso, y que la cosa no prosperará porque, ahora sí, La ONU y toda Europa reconocerá la bondad de su causa, la de la independencia. La segunda es asegurar que entre los Mossos se han infiltrado agentes secretos pertenecientes a la Benemérita, a la Policía Nacional o al CNI, que tienen como única misión provocar disturbios y reprimir duramente a los pacíficos manifestantes. En el mismo sentido, aseguran que muchos de los enmascarados que han quemado containers buscando enfrentamientos - ¿en qué quedamos, hubo violencia el domingo o no la hubo? – son agentes provocadores al servicio de los cuerpos de seguridad españoles. Un ex director de TV3 y comentarista en una infumable tertulia diaria emitida por esa sectaria emisora dejaba caer que, claro, como los Mossos ahora no estaban a las órdenes de la Generalitat sino a la del Estado, podía esperarse cualquier cosa. Miquel Puig, se llama el señor.

Para esta gente todo vale y la verdad no será quien les vaya a estropear su programa político de separación de España. No lo fue entonces y mucho menos lo es ahora"

La más risible, si no fuese porque estamos como estamos, es la fake new que diferentes tuiteros van esparciendo por ahí al estilo de aquel taxista marroquí cuando los atentados yihadistas de Barcelona. La de ahora dice que tienen un abuelo que está muy mal y que pregunta cada día por Puigdemont; para no darle un disgusto fatal, le dicen que todo va bien, que ha vuelto, que se han anulado todos los cargos, para acabar con un repugnante y lagrimoso lloriqueo acerca del abuelo y lo mal que se sienten engañándolo.

Han superado la técnica del ascensor, la que empleó Convergencia para desacreditar al por entonces alcalde de Barcelona Pasqual Maragall. Se trataba de situar a diferentes personas de su máxima confianza, convenientemente aleccionadas, en lugares muy concurridos, como unos grandes almacenes, para que conversasen en un ascensor de manera audible acerca de que el alcalde era un borracho. Se tenía que dar aspecto de verosimilitud con referencias tales como “lo he visto personalmente caerse ebrio en medio de la calle”, “me lo ha dicho un concejal socialista amigo mío”, “conozco al médico que lo está tratando de desintoxicar” y cosas similares. Para esta gente todo vale y la verdad no será quien les vaya a estropear su programa político de separación de España. No lo fue entonces y mucho menos lo es ahora.

Pero lo formidable es la flamante y pública cooperación de ultras racistas con ultras en teoría de extrema izquierda. ¿No se han enfrentado los fascistas contra los antifascistas? ¿No quedamos en que la república catalana tiene como primer objetivo la erradicación del fascismo? Ahora empieza a evidenciarse lo que algunos llevamos diciendo hace tiempo, a saber, que es la extrema derecha europea la que está detrás de Puigdemont a través de los nazis belgas, daneses, finlandeses, alemanes, austríacos. El supremacismo de los MIC no desmerece en modo alguno al de los CDR en lo que se refiere a España, ni ambos a lo que han dicho y escrito personajes como Jordi Pujol al referirse al hombre andaluz o Heribert Barrera con respecto a España.

Amenazan con que no dormiremos nunca más tranquilos, amenazan con que el juez Llarena y su familia no podrán volver a salir por la calle. Amenazan y amenazan. ¿Hasta cuándo, señor presidente del gobierno?

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