Si hace unos años me hubieran dicho que tendría la oportunidad de observar que le ocurriría a la economía global tras cerrarla casi totalmente por un período prolongado de tiempo, enclaustrando a la población, y abrirla posteriormente, no habría dado crédito a la idea pues no tendría sentido hacer algo así. Si a dicho experimento le añadiéramos que se aplicarían unos paquetes de estímulo enormes cuyas dimensiones no se justificarían, tampoco daría crédito a la idea, pues uno supondría que habría un cierto debate sobre dichas acciones.
Lo que sí tendría sentido es que, en la reapertura, por los desajustes de acoplamiento de oferta y demanda agregadas, se produciría inflación pero, lo que uno tampoco esperaría nunca es que, mientras se desataba la inflación, unos políticos estimulen fiscalmente la economía al tiempo que los bancos centrales aplicaban duras restricciones monetarias para contener la demanda agregada y la inflación, dándose así un caso paradigmático de comportamiento disfuncional en el que, además, los ciudadanos son simples sujetos pasivos.
En España tenemos el añadido de que, junto a las intolerables tropelías del Gobierno, el Banco de España, junto con otras agencias inútiles, consiente que un oligopolio bancario expolie a ahorradores y deudores entorpeciendo la transmisión de la política monetaria de un Banco Central Europeo, el cual, teniendo herramientas para evitarlo, es tan cobarde que no lo hace. Ante ese cúmulo de disfuncionalidades, la consecuencia es clara y la advertimos en una ocasión anterior, habrá mayor contracción económica, como se ha visto en la reciente y fuerte subida de tipos del BCE a pesar de la crisis bancaria. ¿Y ante tanto intervencionismo sin cabeza, cómo vamos? Veámoslo.
Demanda agregada interna
Una de las formas de determinar el PIB (línea negra, siguiente gráfica) es según el gasto, que tiene dos grandes componentes, el interno (línea verde), que sería el consumo más la inversión más el gasto público, y el externo, por el saldo comercial (línea ocre). Como puede verse, tras la enorme caída, por el cierre, y el salto con la apertura, la Demanda Agregada Interna se ha ido a pique, quedándose con una tasa anual del 0,65% en el último trimestre de 2022.
Lo más destacable de estos datos es que el PIB consigue crecer, tras una fuerte moderación, a un ritmo del 2,7% anual gracias al sector exterior que le aporta 2,1 puntos porcentuales, que es muchísimo. Aquí siempre hemos apostado por buscar negocio fuera y, afortunadamente, se ha hecho, gracias a lo cual crecemos, con independencia de los sociópatas que nos mal gobiernan.
Y sí, hay que sacar de circulación muchas cosas, empezando por los malos gestores. ¿Qué será lo próximo, la patronal de la construcción pidiendo la demolición de nuestras casas?
Todos hemos seguido la acción alocada del Gobierno y de su ejército de parásitos activistas de "lo público" en guerra declarada al sector productivo, viendo cómo ni respetaron la pandemia con movidas de donde cuelgan acciones dudosas por más de trescientos millones. El resultado lógico de tanto despropósito es que al final la inversión de ha resentido, cayendo a una tasa anual del 5,51% (línea punteada, siguiente gráfica), destacando la caída en maquinaria y equipo del 8,9%, produciéndose el pobre resultado de la demanda agregada interna. El resto de variables, como el consumo privado (línea roja), aunque con tendencia negativa, sigue creciendo, de momento; luego está el gasto público (línea morada), que vienen elecciones, que vuelve a crecer y ya supera en ritmo a la demanda agregada interna.
Luego hay que añadir el riesgo de caída del consumo por un Gobierno siempre presto a poner algún impuesto para aumentar su red clientelar y al que se suma toda una serie de oligopolios insaciables, sean de energía, comunicaciones, bancos, buscando siempre exprimir al sufrido consumidor español. Los últimos, los del automóvil, que piden al Gobierno sacar de circulación coches "viejos", bombardeo al que ya se apuntó Feijóo, una acción típica de malos gestores incapaces de vender más y mejor y que ya han pasado de pedir ayuda al saqueo directo. Y sí, hay que sacar de circulación muchas cosas, empezando por los malos gestores. ¿Qué será lo próximo, la patronal de la construcción pidiendo la demolición de nuestras casas?
Obligará a todos a poner paneles solares, incluso donde no son productivos, otra saqueo regulatorio, el enésimo, como el de las zonas de bajas emisiones donde nunca ha habido ni habrá dicho problema
Si han pensado que esa última barrabasada es imposible, pues piénsenlo mejor que, justo tras escribir esas líneas, hemos sabido que los diputados de listas, listos y listillos, según indicaciones del que les puso en las mismas, han aprobado en la UE una legislación que obligará a una reforma a fondo del 80% de las viviendas e instalaciones empresariales según criterios del "clima climático" y, como guinda del pastel, obligará a todos a poner paneles solares, incluso donde no son productivos, otra saqueo regulatorio, el enésimo, como el de las zonas de bajas emisiones donde nunca ha habido ni habrá dicho problema.
Nivel de producción
Tras más de cuarenta años de redes clientelares y saqueo fiscal es normal que hayan destrozado la demografía como lo han hecho. Ante esa tragedia vuelve el progresismo del PP diciendo que va a incentivar la inmigración como si ésta necesitara de estímulos, cuando es evidente que lo que requiere es un control para evitar el aumento de la violencia y la degradación de las ciudades, que destruye la vida de nuestros compatriotas. Si se refirieran a los españoles que han tenido que emigrar por las malas políticas del PPSOE, lo entenderíamos, pero obviamente eso no es lo que quieren para España, a la que ven como su finca.
Luego está la calamidad del Gobierno, que entró empobreciendo a los españoles que ha impedido que recuperemos el nivel de producción previo a la misma (siguiente gráfica). El resultado aún es peor, porque si uno atiende al nivel potencial previo (flecha verde punteada) deberíamos estar unos seis puntos porcentuales más arriba del máximo anterior, siendo lo único que han conseguido es que aumente es el peso de la deuda pública.
Curiosamente, la derecha conservadora española propone a un progresista para sustituir a Sánchez, una jugada que pareciera salida de las reuniones del conservador Mackinder con los políticos fabianos en el club The Coefficients, reuniones donde se idearon las partitocracias progres que padecemos y que han arrebatado a los ciudadanos la libertad política, esto es, el poder elegir representantes que conformen y controlen al Gobierno para que el sentido común defina la acción del mismo.
Mal gobierno aparte, al menos podemos contar con que, al reiniciarse los ciclos con la reapertura, mientras el consumo y las exportaciones tiren, es muy difícil llevar la economía a la recesión; además, ahora empiezan los dos trimestres buenos del año, así que aprovechémoslo porque, salvo en el improbable caso de que la inflación se de la vuelta súbitamente, seguirán creciendo las restricciones monetarias hasta vencerla, incluso al coste de una futura recesión.
vallecas
Echo de menos que ustedes los sabios (sin ironía) nos ayuden más. Somo "sujetos pasivos" con poca información. Efectivamente los bancos explotan a los deudores pero no a los ahorradores, estos tienen libertad de movimientos, no nos meta en el mismo "saco". La principal razón, si no la única, que a los sujetos pasivos nos afecta este juego de gráficos y estadísticas es por los "30 años de esclavitud" que supone tener una "cueva donde pasar la noche". Voy a fundar un partido de "izquierdas" con una sola clausula fundacional. Vivienda.