Con la economía mundial en plena recuperación y la pandemia claramente atenuada, aunque queda mucho por delante, que a lo peor no llevamos ni la mitad del camino recorrido, he pensado que este es un buen momento para hacer balance y explorar cómo ven los españoles el futuro próximo, dos situaciones que dejan al descubierto como nunca los privilegios intolerables del orden que padecemos.
Para hacer dicho balance nos centraremos en las dos agrupaciones sectoriales (según INE) más afectadas económicamente por la crisis, que aportan un 25,7% del PIB y que, lamentablemente, aún están muy lejos de una cierta normalidad económica; creo que es importante que no nos olvidemos de ellos y les tengamos siempre presentes, pues muchos están en una situación terrible. En cuanto al segundo punto, la prospección del futuro, usaremos los datos de la OCDE.
Tres sectores que agrupa el INE y que no los denomina en ese orden, pues lo he cambiado según creo están de peor a "mejor". Recordamos aquí a, por ejemplo, las cafeterías y bares del sector privado que han tenido que cerrar por no tener quien les pague el quebranto; no olvidemos que algunos, en su desesperación, han llegado al suicido al no poder resistir lo que se les avecinaba. Pensemos también que no es lo mismo la situación de un trabajador del transporte público, de personas o mercancías, con la de un transportista autónomo que se le juega por media Europa y duerme en las carreteras, seguras antes de los cambios demográficos, al que abrasan con todo tipo de cargas fiscales y que, lo más que tiene, es su patrimonio, la legislación y un préstamo del ICO (o un banco) que ha de pagar él, no entre todos como en "lo público".
Para evaluar el quebranto de estas agrupaciones sectoriales utilizaremos el valor agregado (tabla anterior) que, expresado de forma muy simplificada con un ejemplo sencillo, si uno compra madera (y otros insumos, electricidad, etc.) para producir sillas, el valor agregado no incluye la madera (y otros insumos) sino el valor de su transformación en una silla.
El concepto es importante pues es con el valor agregado que se pagan, por ejemplo, los salarios y de él se extraen toda una serie de apropiaciones para pagar personal de ayuntamientos, diputaciones, CC.AA., Gobierno Central, ministerios de asuntos insustanciales, empresas "públicas", embajadas de verdad o de ficción, administraciones paralelas, BCE, UE, ONU, FMI, OCDE, etc., con sus cocteles, seguridad, viajes, traslados, escuelas pagadas y acumulación de súper pensiones (en toda burbuja se piramida), ayuda a refugiados y ONGs, etc. Todos sabemos, o al menos sospechamos, que hay un ejército de parásitos y vividores en todo esto y que no hay pan para tanto chorizo haciendo fortunones.
Dos notas de interés: la primera, recordar que cuando Trump quitó fondos a la OMS por su mala gestión, explotó en EEUU un movimiento para hacer lo mismo con la policía, que seguro que fue una casualidad; y la segunda, que los gorrones aquí mencionados se escudan (no les dejemos) tras el personal de sanidad y seguridad públicas que, cada día, se juega la vida por nuestra salud y con quienes tenemos, con ellos sí, una deuda enorme y a quienes enviamos desde aquí el mayor de nuestros agradecimientos.
El caso es que "hostelería, comercio y transporte" agregaron valor por 265,6 mil millones de euros en 2019 (2020 no es comparable), o el 21,3% del PIB español; para el segundo trimestre de este año todavía estaban un 13,8% por debajo que el del mismo trimestre de 2019. Sin embargo, para calcular el daño acumulado (que sigue aumentando) o pérdidas de valor agregado, lo que hacemos es ver lo que se ha perdido en el 20 y 21 respecto al 19 y el total da 84.257 millones, o casi el 32% de la producción del 19, un desastre sin paliativos, sobre todo para las pymes, donde el patrimonio de muchas familias se ha arruinado. Se entiende pues la desesperación de tantos compatriotas, haciéndose insoportable la falta de empatía de los gobiernos y, sobre todo, de sus hordas clientelares de parásitos.
Actividades artísticas y recreativas
Esta agrupación de sectores es más pequeña pero significativa, con casi 55,3 mil millones en el 19 (tabla anterior), un 4,4% del PIB y que, si hiciéramos el mismo ejercicio anterior, las pérdidas de valor agregado acumuladas suman 19.135 millones, similares al plan UE para España en 2021 y que se lo fundirán el supuesto doctor en Economía Pedro Sánchez y las taifas.
De nuevo, no es lo mismo ser un profesional independiente de la actuación, un empresario de salas de cine o de uno de esos circos que nos alegran las fiestas a todos, que lo más que tienen es un crédito ICO que pagarán ellos, que un mercenario del "circo" político mediático-pornográfico que se dedica, por ejemplo, a decir barbaridades intolerables sobre la madre de Jesucristo. ¿Se imaginan que otros (también sería intolerable) dijera algo parecido sobre la Pasionaria o las Trece Rosas? La que se liaría; si ni siquiera se puede ni contar la verdad de dichos personajes. Se va viendo el nivel de degradación y saqueo al que nos somete esta partitocracia.
La fuerza de salida
Tal vez no exista mejor motivador para salir de un aprieto que ver que cuando lo intentas lo vas consiguiendo. Eso creo es lo que explica el salto en la mejora de expectativas económicas de consumidores y manufactureros (siguiente gráfica), siendo estos últimos, al proveer a todos, dentro y fuera, uno de los sectores que mejor replica el ciclo económico; los consumidores, por su parte, son un indicador de la demanda y del bienestar general. Seguramente, al ver esos datos, quienes nos gobiernan, se frotarán las manos ante la mejora en las perspectivas de sus privilegios.
Antes de la pandemia el factor determinante en las expectativas económicas era el Gobierno, mientras que hoy eso se ha aparcado eso a un segundo lugar y lo importante es salir de pozo oscuro en que estamos. A los consumidores se les pregunta por sus expectativas a un año, mientras que los productores (también los de la última gráfica) por sus expectativas a tres meses, lo cual explicaría que el salto de los primeros sea más moderado mientras que los segundos, pasada la euforia inicial y chequeados los datos de pedidos, se están moderando.
Minoristas, servicios y construcción
El único sector que no ve salida de la recesión es la del comercio minorista (línea roja siguiente gráfica), gran empleador, un colectivo al que hemos dedicado especial atención aquí durante una década y que sufre una particular animosidad por parte de la "izquierda" (siempre entre comillas), destacando especialmente Inmaculada (Ada) Colau, adicta a los manteros y cuya acción en otras áreas da a entender que piensa que los demás tenemos la culpa del nombre que le pusieron. Un claro ejemplo de una partitocracia muy degradada en fase ya delirante; unos delirios que no pagan ellos, claro.
No existe ningún plan sectorial para los minoristas - una actividad donde conviven grandes superficies con muchos locales pequeños -, como subvencionar purificadores de aire para bajar la carga vírica de los pequeños establecimientos, salvo restricciones y "pasaportes" que no evitan el contagio por asintomáticos, pues la gran virtud de la vacuna es evitar muertes, que no es poco. En el resto de servicios (línea azul), donde el teletrabajo es más factible, sus expectativas son buenas.
Donde si hay subvenciones (para la rehabilitación) es en la construcción, cuya cartera de pedidos se ha recuperado con fuerza y no las necesita. Hablando del sector con uno de los mejores especialistas en construcción industrializada de España me decía que, en grandes capitales, se podía hacer viviendas a mil euros el metro cuadrado construido (suelo aparte). ¿Por qué no se hace? Pues porque la extrema "izquierda" quiere alquiler (no quiere trabajadores propietarios) y el resto de la casta busca proteger a los viejos propietarios, cosa que tampoco consigue. Otra acción de expolio ruinosa de quienes mangonean nuestra vidas y haciendas desde "lo público". En todo caso, salvo esa cuarta parte de la economía en terrible situación y pese al expolio, el resto se recupera bien, aprovéchenlo, que el futuro, a más largo plazo, no es luminoso, al contrario.