Rajoy ofrece 45.000 millones de crédito con fondos que no son nuevos. Recupera las bonificaciones para los jóvenes después de haberlas suprimido. Y anuncia un plan para retrasar el pago del IVA que tardará un año y cuya letra pequeña dependerá de la marcha de la economía en el 2014. Las medidas recuerdan remotamente a los parches de la Ley de Economía Sostenible de Zapatero.

El Estado es uno de los principales acreedores de Reyal Urbis, la inmobiliaria que acaba de presentar el segundo mayor concurso de la historia, con un pasivo de unos 3.600 millones de euros. Sin embargo, éste no es ni mucho menos el único caso entre las empresas del ladrillo que se san visto obligadas a recurrir a la antigua suspensión de pagos. En total, el agujero que estas compañías han dejado en las cuentas del Estado se aproxima a los 2.500 millones de euros.