Hay veces que dan ganas de meterse 500 días en una cueva, a 70 metros de profundidad sin tener contacto alguno con el exterior ni una sola noticia de esta España de Sánchez, como la madrileña Beatriz Flamini, para ver si –cuando sales- las cosas finalmente han cambiado. Meterse ahora bajo tierra y esperar que, 500 días después, ya no se excarcelen y se beneficien los violadores y agresores sexuales, no haya más empresas patrias saliendo de naja y, sobre todo, las fuerzas llamadas ahora “progresistas” no hagan y deshagan a su antojo en Moncloa.
Ayer, con motivo del “histórico” pacto de la ley de Vivienda –aquí, todo es histórico, como en su día la ley del sí es sí que va camino de beneficiar a mil violadores, el 32% de las condenas revisadas, uno de cada tres condenados ha sido beneficiado-, repito, con la “histórica” ley de Vivienda el Gobierno, Sánchez y su ministra portavoz se congratulaban del acuerdo entre “el gobierno y el resto de fuerzas progresistas”.
"Diréis cosas que nos helarán la sangre", como advirtió hace años la madre del asesinado Pagaza al ínclito Patxi López. Si el pobre Rubalcaba pudiera levantar la cabeza… Él, que inventó el término “Gobierno Frankenstein” para calificar el apoyo que Sánchez buscaba en Podemos, Bildu y ERC, sería catalogado de ‘fascista’ y ‘reaccionario’ por los mismos conmilitones que hoy llaman a los filoetarras y a los golpistas, “socios progresistas”.
Sánchez y los 'progres' filoetarras
Casi al tiempo que este PSOE pactaba con Podemos, Bldu y ERC la ley de Vivienda, los primeros proponían a PNV y a los herederos de ETA llevar una iniciativa al Congreso para trasladar a la Cámara su acuerdo del Parlamento vasco en favor de la República, la “necesaria” reforma de la Constitución para “optar por la República”, el reconocimiento “del carácter plurinacional del Estado y el consiguiente derecho a decidir de los pueblos".
Los otros socios “progresistas” –Sánchez y sus ministros reparten así el carné-, los herederos de ETA, son los que, en los ayuntamientos vascos donde gobiernan, consideran ofcialmente “víctimas” a los asesinos de ETA como Txapote, el ejecutor, entre otros, de Miguel Ángel Blanco. En Orio, Oyarzun, Hernani, Villabona, Azpeitia y Galdácano, todos ayuntamientos gobernados por los muy ‘progresistas’ alcaldes de EH-Bildu, presentan en sus páginas web oficiales a Txapote como “víctima de los derechos humanos”.
Luego, se extrañan de que a Sánchez le persigan en los actos públicos al grito de “¡Que te vote Txapote!”. Por cierto, la denuncia contra los’progresistas’ munícipes batasunos la hizo un concejal socialista (en el partido, evidentemente, aún queda gente honrada).
Sánchez presume de este pacto progresista con Bildu y con ERC –ambas formaciones corrieron a apuntarse el tanto de la ley de Vivienda, que topa los alquileres en las ‘zonas tensionadas’, algo que ya se ha visto que ha fracasado allá donde se ha impuesto. En la Barcelona de la inefable Ada Colau, durante los 18 meses que estuvo vigente el tope desde diciembre de 2020, la norma hizo subir más del 12,7% los alquileres de los pisos más baratos y solo redujo un 2,9% la de los más caros, según un informe del Centro de Políticas Económicas EsadeEcPol.
Si para seguir en Moncloa hay que proclamar ‘progresistas’ a los herederos de ETA y a los independentistas de ERC, se hace. Por mucho que algunos se sigan revolviendo en sus tumbas
Da igual. Lo que Sánchez quería vender es un pacto con los ‘progresistas’ de ERC, los mismos que apoyan el golpismo en Cataluña con un referéndum ilegal y que, por supuesto, lo volverán a intentar, que para eso tienen hilo directo con el presidente del Gobierno español y éste ya les perdonó una vez vía indulto. Y Sánchez quería alardear políticamente del pacto con Podemos, Bildu y ERC para mandar un mensaje político a Yolanda Díaz y a aquellos que, dentro del propio PSOE, piensan que se equivoca al ponerle puente de plata a la gallega.
Sacando la ley de Vivienda con las tres fuerzas marginadas por Yolanda Díaz de ‘Sumar’, Sánchez envía un mensaje claro: él, y no Yolanda Díaz, gobierna en la izquierda de este país, y él y solo él tiene la llave para pactar con unos –Sumar- y con otros –Podemos, ERC y Bildu- según pinten las cosas entre las elecciones del 28-M y las generales. Y si para ello tiene que cederles el protagonismo del pacto y proclamar ‘progresistas’ a los herederos de ETA y a los independentistas de ERC, se hace. Por mucho que algunos se sigan revolviendo en sus tumbas.
DANIROCIO
Yo Creo Que Cualquier Declaracion Que Pueda Hacer El Presidente No Tiene Ninguna Credibilidad,decir Estar Orgulloso De Los Partidos Que Desean Lo Peor Para Tu Pais Solo Tiene Un Nombre Falso,traidor Y Desprecia Al Resto De Casi Todos Los EspaÑoles No Merece Mi Respeto Por Un Presidente Que Solo Sabe Mirarse A Si Mismo El Resto No Cuenta Aunque A El No Le Afecta
Techlogic
Ya se quitaron la careta en esta larga legislatura y sabemos que el comunismo y el PSOE son lo mismo, solo que éstos últimos les achacan lo que no les interesa a los comunistas y así van tirando de BOE haciendo lo que les da la gana, disimulando. Comunistas todos por mucho dinero que tengan, ellos claro.
Pontevedresa
Para lavarles la cara y otras cosas a la gentuza con la que gobiernas Sánchez les colocas el adjetivo de progresistaa y te quedas tan pancho. Tu gobierno es todo lo contrario de progreso, tiras a la basura todos los valores de respeto, de educación, de valoración de la vida, disparate tras disparate y a eso le llamas progreso.l Aquí progresas tú y tu gentuza, que no se le puede llamar de forma más suave. A españa la hundes y la primera gran bofetada de este año ha sido la marcha de Ferrovial empresa a la que queríais mangonear, la segunda dentro de un mes, vuestra gente, que tragó tus disparates del gobierno Frankestein, se va a ir a la calle, y en las generales tu debacle va a ser la que te mereces. ¡Menudo año te espera¡ ¡Que te vote Txapote¡ junto con violadores y pederastas.
Norne Gaest
Esto de llamarse progresistas no es casualidad. Los progres de izquierda (también los hay de derecha, como el PP y Cs, pero estos están subordinados a los anteriores) saben que para ellos la propaganda es esencial. Al auto denominarse progresistas refuerzan el mensaje, a los votantes ignorantes, de que ellos representan el progreso, el avance frente a las fuerzas reaccionarias: la iglesia, el gran capital o el nacionalismo español (en cambio, el nazionalismo regional sería otra cosa mejor). Refuerzan un mensaje de la batalla cultural que ya tenían ganada al asociar la izquierda con la libertad y la justicia social y la derecha con lo retrógrado. Por eso Sánchez, en sus mítines, como sus antecesores y compinches, además de lo progresista agitan sistemáticamente el espantajo demagógico de la derecha y la ultraderecha, sobre entendiendo que se trata de malditas, descalificantes. Son tan profesionales de la propaganda que en 2023, a pesar de las grandes posibilidades para informarse mejor, millones de votantes, entre ellos los españoles, seguirán votando a estos embaucadores, por mucho que en realidad supongan cualquier cosa menos progreso.
Stephen Dedalus
Es demasiado bobo, no demasiado bueno.