Con la lengua se puede hacer de todo. Desde pornografía para pederastas como lo ha demostrado el Dalai Lama pidiendo a un niño que le salive la suya, hasta construir un sucedáneo de territorio independiente donde el que quiera vivir tranquilo ha de aprender el lenguaje de los dueños del erial y rendirles pleitesía. No es nuevo en España, un país en el que hace menos de un siglo la mayoría era analfabeta y el que dominaba la palabra gobernaba el mundo que la rodeaba. Nuestros primeros xenófobos políticos quizá fueran los reaccionarios carlistas, defensores de la lengua propia y de la ley vieja, una veta de la que surgió Sabino Arana cuyo rastro llegaría hasta el abertzalismo. Mucho catolicismo añejo y caña al negro liberal. Pío Baroja contaba el incidente que le ocurrió a él y a unos amigos que iban de excursión a la Laguna Negra de Soria cuando se vieron agredidos por una multitud de chavales que los recibieron a pedradas, porque “eran de fuera”. Los capitaneaba el cura de la aldea y ya habíamos entrado en el malhadado siglo XX.
No debe sorprendernos que una enfermera de Cádiz sea sometida a juicio sumarísimo en Barcelona por descojonarse de la obligatoriedad de examinarse para alcanzar el nivel C de lengua catalana. Desde 1983 ha sido la norma pero ha cambiado de sentido. A finales de los años sesenta el doctor Antonio Gutiérrez Díaz, pediatra, aprendió catalán para influir en las clases medias y pudientes de Barcelona dada su condición de secretario general clandestino del PSUC (variante del PC de España). Lo que no había pensado es que la lengua le sería fundamental para mantenerse en un partido supuestamente obrero que empezó a considerar el catalán como lo más trascendental de su patrimonio. Acabarían él y el PSUC en buscadores de fortuna, errantes en la incontestable hegemonía catalanista. No sorprenderse no significa dejar de indignarse.
Habría que recuperar al inolvidable Luis Carandell y su instructiva “Celtiberia Show” para incorporar las iniciativas del independentismo catalanista bajo en calorías. Un grupo de municipios de la provincia de Gerona ha dictado una campaña municipal que consiste en pasar 21 días sin hablar castellano con nadie. Lo ampara el Consorcio de Normalización Lingüística encargado de explicitar que cuando se dice nunca quiere decir nunca, ya se trate de un turista, de un paseante extraviado, o de cualquier extraño disfrazado de negro, latino o magrebí; ni educación ni piedad. Si no habla en catalán no tendrá acceso a la verdad. ¿Por qué 21 días y no treinta o catorce? Desconozco el sentido cabalístico. Ya Josep Plá, se preguntaba de dónde procedían los malos modos del paisanaje. Hay que ser grosero como signo identitario. El que no quiera aceptar la norma, que se vaya.
La guerra lingüística en Cataluña nació cuando la izquierda institucional descubrió lo eficaz que podía ser para sus intereses el ponerse a bien con las clases dominantes del catalanismo.
La guerra lingüística en Cataluña nació cuando la izquierda institucional descubrió lo eficaz que podía ser para sus intereses el ponerse a bien con las clases dominantes del catalanismo. Hasta entonces se trató de una guerra sorda, valga el sarcasmo, que se hacía en los entrepaños del escenario. La inmersión lingüística tras años de franquismo no despertó alertas. Hombres como el poeta Gil de Biedma, que nunca habló catalán más que para dirigirse a la servidumbre, lo avalaron. Los aspirantes a la gloria, lo que en Cataluña se dice “una patum”, se sumaron por más que siguieran escribiendo en la lengua que dominaban y que era de uso común. Una veta de catalanidad recorrió la intelligentsia local. Castellet pasó a llamarse Josep María y hasta Espada dejó el Arcadio de sus primeros artículos en democracia para decirse Arcadi. El listado sería interminable e ilustrativo. Como dijo Aranguren ante el comisario que le interrogó durante la dictadura, “quién no es un poco marxista hoy”. Entonces todos éramos un poco nacionalistas identitarios.
El espíritu pujoliano lo empapó todo. Garantizaba la tranquilidad social en Cataluña y la gobernabilidad de España. José María Aznar desterró a Alejo Vidal Quadras tras el acuerdo con Jordi Pujol e imagino que le importó una higa que Alejo hubiera conseguido los mejores resultados electorales, nunca superados. Recuerdo una sesión parlamentaria donde el líder conservador se dedicó a chancearse del catalán pedestre que hablaban los parlamentarios de Convergencia i Unió. Fue una catarsis que le costaría la sentencia: hay que retirarle del Parlament. Eran tiempos que ahora nadie quiere recordar, cuando Xavier Arzalluz tras pactar con el presidente Aznar en Aranda de Duero, dejó dicho: hemos conseguido con el PP en una jornada lo que no alcanzamos con los socialistas en una década.
Para entendernos, tanto el PSOE como el PP hicieron lo imposible para que la singularidad del pujolismo formara parte del patrimonio nacional. Desapareció misteriosamente el caso Banca Catalana y el mismísimo President, hoy puesto en la picota por sus antiguos avalistas, aconsejó a Felipe González que debía terminar con la corrupción. Le dieron hasta el premio de Español del Año. No vale sacar a relucir al Winston Churchill que se deshacía en elogios a Benito Mussolini; su actitud frente al enemigo borró los despropósitos del pasado tratándose de un tramposo de Estado, o lo que es lo mismo “un estadista”.
La lengua es un instrumento que tiene ventajas y pocos inconvenientes, con ella se puede hacer una especie de frente popular de sectores protegidos
El gobierno en Baleares que preside la socialista Francina Armengol ha promovido la campaña “Mou la lengua” cuya traducción real se reduce a “nunca contestes en castellano”. En una comunidad que vive del turista alcanza el nivel de una mentira social de la que disfrutan unos pocos y sufren muchos. Muertos o suicidados los antiguos trabajadores, disueltas las clases medias, generados de manera efímera los nuevos puestos de trabajo tecnológico, sólo quedan los enseñantes con garantías de un futuro estable; profesores en sus diferentes grados. Han de protegerse del mercado y los menos avispados convertirse en funcionarios. La lengua es un instrumento que tiene ventajas y pocos inconvenientes, con ella se puede hacer una especie de frente popular de sectores protegidos. Como los artesanos antiguos que se reservaban el derecho de admisión en los gremios, sólo que ahora a centenares y con sello lingüístico. La lengua consiente crear un territorio a modo de paraíso natural para profesores autóctonos y asimilados. Los Cruzados de la Lengua. ¡Que se pierde, que se pierde! Pero aquí estamos nosotros.
Para desintoxicarse de la ola de reaccionarismo identitario es recomendable la experiencia de Elias Canetti, tan fuera de onda ahora, y recordar “La lengua absuelta”. Es el retrato de un mundo de idiomas donde los niños aprendían a convivir y a pelearse sin la presencia inquisitorial de un Consorcio de Normalización Lingüística.
Davidoff
Interesante. Pero por mí, "los groseros títeres de Gerona y de las Baleares", pueden irse allí donde las moscas acostumbran a darse un banquete. Seguro que lo disfrutarán, porque millones de ellas no pueden estar equivocadas con el menú.
Inguma
Para toda la caterva de disparates que hay que leer en esta sección de comentarios, me gustaría aclarar algunas cosas. En primer lugar, todos aquellos que critican estos nacionalismos lingüísticos pecan de aquello que critican, es decir, de ser férreos defensores de un centralismo político y lingüístico español. Ya es tarde para enterrar los fantasmas del pasado porque los tienen llamando a su puerta, y eso les pone, de alguna manera, nerviosos. Cataluña, Galicia, País Vasco, e incluso Asturias, están en pleno derecho de querer cuidar y promover su cultura. Antes había vascos que no podían utilizar su lengua en Madrid porque se iban al cuartelillo por ser presuntos etarras... hoy no se prohíbe el español, sino que se promociona la lengua co-ofical, lo cual es muy diferente, por lo que menos demagogia. Porque seamos claros, si hoy día se habla español en ciertas partes de España no es por ciencia infusa, sino por motivos políticos, por historia externa, pero eso es ya agua pasada. Segundo, el tan odiado Sabino Arana tuvo sus luces y sus sombras, pero es bastante ilustrativo que tuviera que acuñar y registrar ciertos nombres vascos porque estaban prohibidos en las partidas de nacimiento. En el Deun-ixendegi euzkotarra quedan recogidos, y ya la Iglesia prohibía y reprimía todo nombre que no fuera español o no se debiese al santoral español. Si su hijo tenia un nombre vasco, no podía ser bautizado, así de sencillo, y de ahí la motivación de Sabino Arana para redactar ese libro tan infame para ustedes. Pregúntense el motivo, una vez más. Por no hablar de las generaciones de padres que perdieron el euskera durante el franquismo, cuyos nietos han tenido que aprender euskera con sus abuelos. La gente hablaba euskera, sí, pero en entornos privados y rurales y dejaron de enseñarlo voluntariamente a sus hijos por las consecuencias que acarreaba políticamente, o para no ser tachados de paletos de pueblo porque recuerdo que, hasta hace 40 años, el euskera se consideraba un DIALECTO del español. Y esto no son cuentos de hadas, son testimonios reales de aquí, del País Vasco. Ante estos hechos, y cabe investigar e informarse sobre las cosas antes de hablar, es entendible que hayan surgido nacionalismos que pretendan defender y promover su cultura ante un tratamiento histórico que se empeñan en negar. Ante el nacionalismo español callaron ustedes y de aquellos barros estos lodos. Como bien apuntaban arriba, Suiza es un ejemplo maravilloso de cómo un Estado puede ser plurilingüe, pero no quieren escuchar. Ahora llaman imposición a que en Cataluña o País Vasco una persona esté a favor de promover su lengua y su cultura que le son propias. Pues déjenme decirles que todo el mundo no les debe pleitesía ni tiene que pensar como ustedes. Poco tienen que recriminar al modelo bilingüe, porque si les fastidia que una persona hable español y catalán/euskera tal vez debieran quedarse en Madrid o en Soria. Los catalanes o vascos ya están hartos de escuchar que su lengua es de segunda y ahora la valoran y cuidan y sí, seguimos hablando español, no teman ustedes. Mientras tanto, seguimos disfrutando del Concierto Vasco y haciendo las cosas de manera diferente porque, seamos sinceros, España es un estercolero político y económico, aunque la gente comienza ya a desdeñar el nacionalismo español tan casposo que se observa aquí. En vez de seguir promoviendo odio e imposición prueben a presentar un proyecto inclusivo y respetuoso y tengan algo de decencia, todos los nacionalismos en este país terminarían mañana mismo. En sus manos queda.
Botiflash
Hoy, más evidente que nunca, el catalán es el morral de la "alfalfa" nuestra de cada día para los vividores de la lengua y macarras del idioma...el catalán: menudo marchamo para zorros y gallinas con tristes problemas de identidad...¡Fóra als fills da pu llol y la Esmerda Rufiana i Mahometana da Cacalun ya...!!
Talleyrand
A los que entendemos las lenguas como forma de comunicarse y luego forma de arte, toda esta basura manipuladora nos sienta fatal. El catalan es una lengua a cuidar y mantener. Eso que quede claro. El problema no es ese. El problema es la intoxicacion de origen aleman del S XIX . El romanticismo trajo de alli y a traves de pensadores como Herder la idea de que el espiritu del pueblo el Volkgeist estaba en la lengua. De ahi a la nacion es la lengua de los nazis y los lazis no hay nada. De ahi la GrossDeutschland y els Països catalans , o la Gran Euskalherria. Y del nacionalismo al conflicto y a la guerra. Porque la sociedad es variada. Se construye la kultura como forma de separación de poblaciones. Un concepto equivoco disfrazado de Christian Dior. De personas, de colectivos y el uso del desprecio y el ataque para segmentar y dominar. Personalmente me quedo con el modelo Suizo, un pais, una nacion cuatro lenguas bien avenidas. E incluso mejor con Juan Ramon Jiménez: El que aprende una lengua aprende una nueva alma. Cuantas mas muchisimo mejor.
eddo
todo cierto y muy bien relatado, pero usted denomina "castellano" al idioma español como lo redacto Cela, como los que dicen defender el constitucionalismo, y esos supuestos defensores de los "castellanoparlantes", el gobierno en Baleares, CNL, Pujol, las clases dominantes del catalanismo. Le cito a usted.
Playero
Porque la gente le sigue votando. ¿O hubo pucherazo?
jgarejula2
El separatismo identitario ha tomado la lengua como arma política desde que la raza cobró mala prensa a raíz de las andanzas de aquel austríaco a mediados del siglo XX. Pero en el fondo se trata de lo mismo: hoy es "soy superior porque hablo catalán o vasco" y ayer "porque soy ario". Y hoy como ayer se levanta el edificio sobre las mentiras y el delirio: hoy es el delirio de la prohibición franquista, asunto sobre el que hay pruebas en contra, y ayer era el judío errante. Franco no prohibió el catalán o el euskera sino el uso segregador y totemizante que el separatismo hacía y hace de esas lenguas. Y es que los autodenominados nacionalistas (otro delirio puesto que nunca hubo tales naciones) son el ejemplo más evidente de la vigencia actual del "vivan las caenas" de los que se uncieron al carruaje de Fernando VII.
Petrapacheco
Así que para Don Gregorio una “ campaña municipal que consiste en pasar 21 días sin hablar castellano con nadie” es cancelar otra lengua. Me muero de ganas por saber qué pensará de aquellos que llevan años en esta tierra nuestra ‘forzando’ a los ‘bilingües’ a cambiar su lengua materna, sencillamente porque hablan una lengua superior, la ‘lengua del imperio’. Bon dia.
vallecas
Se enreda para no decir nada. Madrileños que por millones iban a Valencia en los 80, utilizaban con agrado palabras básicas cuando entraban en los comercios. Ahora la lengua es un arma de destrucción masiva. Los odiadores de España están en el poder y en vez de "tomar las armas" (uy,uy,uy, ay, ay, ay,) piensan tomando un café en el "starbucks", han decidido, cobardemente, corroer los pilares del país . Lengua, historia, monarquía, instituciones, constitución, bandera, himno, religión, procesiones, familia, educación, reyes (6ene), tauromaquia, navidad, pasodobles, libertad de opinión, país, España, español, Pero esto, Dº Gregorio, usted ya lo sabe.
José
De acuerdo en todo, excepto en que seguir en la equidistancia es estúpido. No estoy de acuerdo. Mantener la equidistancia entre terroristas y víctimas no es estúpido, es mucho peor, como mínimo malvado
Valoriano
Un alto porcentage de los que participamos en los foros nos dejamos guiar por lo que oimos o leemos. Vengo siguiendo este clnflicto desde hace mas de 60 años y he visto las strocidades cometidas. Esto no tiene fin. Por mucho que lo intenten no van a lograr hacer desaparecer a los palestinos. Nos han hecho creer que los palestinos son todos terroristas y eso es mentira. Hay que analizar el problema y despues opinar.
NormaDin
Gregorio Moran, tras pasados pesares, hoy esta 'sembrao'. Hasta saca a la escamota inquera sin ser veterinario experto en semovientes coceadores