Opinión

Periodismo sí es señalar

Yo pregunto y usted responde. Si ustedes no quieren preguntar, márchese y dejen que otros lo hagan

  • Rueda de prensa en Moncloa: no pregunten, que es peor -

Un grupo de periodistas parlamentarios se reúnen en las escaleras del Congreso, mostrando unos carteles en los que apuntan “periodismo no es señalar”. Según su propio comunicado, su protesta se basa en que “los periodistas que trabajamos en el Congreso sufrimos descalificaciones, insultos y señalamientos por parte de personas acreditadas que trabajan junto a nosotros y no respetan unas elementales normas de convivencia”.

¿Qué pretenden con esto? ¿Tal vez que se retire la acreditación a esos compañeros que, según ellos, les señalan e insultan en redes sociales? Paradójicamente, estos periodistas que se quejan del señalamiento público lo están haciendo a base de señalar a otros. Otros que, curiosamente y sin necesidad de que nadie los mencione, todos sabemos quiénes son. Son esos periodistas incómodos que vemos en las ruedas de prensa de distintos políticos, haciendo preguntas que nadie hace y obteniendo como respuesta el silencio del interrogado o su insulto y menosprecio, además de la total indiferencia del resto de compañeros que están en la sala.

Señalar los casos de corrupción, las excusas basadas en mentiras, las promesas incumplidas, la incompetencia y el ataque a nuestras libertades y derechos, como lo son fundamentalmente la libertad de expresión y de prensa.

A mí me van a disculpar estos periodistas parlamentarios tan indignados, porque seguro que ellos saben mucho más de la profesión que yo, ya que la llevan ejerciendo años y cobrando por ir a preguntar lo que se les dice que pueden preguntar, pero me voy a atrever a recordarles que el periodismo se basa precisamente en señalar. Señalar los casos de corrupción, las excusas basadas en mentiras, las promesas incumplidas, la incompetencia y el ataque a nuestras libertades y derechos, como lo son fundamentalmente la libertad de expresión y de prensa.

En lo que nunca se basó el periodismo fue en dorarle la píldora al Gobierno, sólo porque es el que paga al medio para el que uno trabaja. No hacer preguntas incómodas al político de turno, no señalar que está mintiendo descaradamente o proporcionando datos falsos y maquillados, no ponerle la cara colorada cuando nos dice que la economía va como un tiro, a pesar de que los precios de los alimentos han subido un 30% en los últimos 4 años y lo salarios tan solo un 16%, sin tener en cuenta además la imposición de 92 subidas de impuestos de aquellos que se enorgullecían, gritando a los cuatro vientos, de que no iban a subir los impuestos a la clase trabajadora… Eso no es hacer periodismo.

Cuando un periodista le pregunta a un ministro por qué se pagó dos nóminas, de dos cargos públicos distintos, con el dinero de todos, a una prostituta que le ofrecía sus servicios, nos solo en la intimidad de la alcoba, sino también a plena luz del día, a un miembro del Gobierno, y el ministro se niega a contestar o responde con los manidos insultos tipo “facha”, un periodista, que le tenga respeto a la profesión, se debe levantar y volver a hacer la misma pregunta que ha hecho su compañero. Lo que no hace un periodista es aplaudir al político cuando insulta a su compañero. Porque si permiten ustedes que los políticos señalen, insulten, acosen y amenacen de esta manera a los periodistas que no les caen en gracia, si tanto miedo tienen de no ser ustedes los que caen en gracia, recuerden que ningún partido político gobernó en España para siempre. ¿Qué van a hacer ustedes cuando el Gobierno sea distinto y decida no seguir alimentando a quien les paga la nómina?

Es totalmente legítimo que ustedes decidan dedicarse a ser palmeros de determinados partidos políticos, por muy reprobable que me parezca. Pero lo que no es de ley es que se llamen a sí mismos periodistas, como tampoco lo es que pretendan estar al amparo del paraguas del periodismo cuando les viene bien

Yo entiendo que la vida está muy complicada, más todavía desde que comunistas y socialistas se hicieron con el Gobierno de este país a base de pactar con toda la morralla del Congreso, y que hay que pagar la hipoteca. Es totalmente legítimo que ustedes decidan dedicarse a ser palmeros de determinados partidos políticos, por muy reprobable que me parezca. Pero lo que no es de ley es que se llamen a sí mismos periodistas, como tampoco lo es que pretendan estar al amparo del paraguas del periodismo cuando les viene bien.

En lugar de estar quejándose de que hay compañeros que les señalan e insultan en redes sociales, prueben a manifestar su rabia porque el Ministro de Transportes, el señor Puente, se dedica a insultar, denigrar y amenazar a una periodista y al medio para el que trabaja, porque no le gustan las informaciones que hacen públicas y que evidencian la incompetencia tanto de su partido como de su persona. Prueben a explicarle a este señor que si quiere hacer uso de su derecho a la rectificación de información, en el caso de que considere que la información es falsa o errónea, hay unos cauces legales para hacerlo, que no pasan por llamar “tóxica de la información” o “inefable” a una periodista. Prueben a explicarles a los políticos y a ustedes mismos que las obligaciones de cada uno están muy claras: el periodista pregunta y el político responde. No hay más. No hay pataletas, insultos, lloriqueos, menosprecios ni intereses ocultos. Yo pregunto y usted responde. Si ustedes no quieren preguntar, márchese y dejen que otros lo hagan. Lo mismo para el que no quiere responder.

Numeritos infantiles

Si no quieren asumir las obligaciones de la profesión que dicen que ejercen, hay muchas otras que podrían realizar con la dignidad con la que no están ejecutando esta. Pero hagan el favor de dejarnos en paz con numeritos infantiles, que bastante tenemos con aguantar paseándose por el Congreso y por todas nuestras Instituciones públicas, mientras derrochan nuestro dinero, a los miserables de nuestros gobernantes y sus fulanas.

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