Opinión

Trump y Zelenski: y la forma mató al fondo

Ya nadie habla de paz tras la rueda de prensa en el Despacho Oval

  • Volodímir Zelenski y Donald Trump -

Lo que queda claro tras la fatídica rueda de prensa del Despacho Oval del pasado viernes es que ya nadie habla de paz. De hecho, este concepto, esa ansiada realidad, está hoy mucho más lejos de materializarse que cuando esa reunión empezó.

Hoy se habla de discusión, de humillación, de vencedores y vencidos en el campo de la comunicación

Hoy se habla de discusión, de humillación, de vencedores y vencidos en el campo de la comunicación. La verbal y la no verbal. Se habla del tono de Trump, de JD Vance, de la reacción de la embajadora ucraniana en USA, de la postura de Zelenski, e incluso de su vestimenta. Pero no de paz. No de poner fin a la guerra.

Porque las formas importan, y mucho, y han pasado por encima del fondo y dejado a éste condenado al ostracismo. Se fue a hablar de paz y se acabó hablando de batalla, pero dialéctica. Mientras, en Ucrania, los soldados seguían muriendo. Mientras, todos podemos imaginar, Putin sonreía satisfecho en el Kremlin.

Toda la Unión Europea ha cerrado filas con el mandatario ucraniano, eso es cierto

¿Alguien ha conseguido sus objetivos? Toda la Unión Europea ha cerrado filas con el mandatario ucraniano, eso es cierto. No ha faltado ningún mensaje de apoyo en el Viejo Continente. Pero ha convertido en enemigo momentáneo al que era un aliado imprescindible. Trump ha satisfecho a los suyos, que no son los ciudadanos americanos, sino los miembros del movimiento MAGA, que se cuentan por millones y le hicieron presidente el pasado noviembre. Pero ha perdido gran parte del apoyo y liderazgo internacional. Incluso entre sus mayores amigos, Meloni o Milei, que solo pueden mostrar hoy una reacción tibia, de perfil bajo.

Y Putin, él sí, ha conseguido su objetivo al 100% sin tan siquiera estar presente en el Despacho Oval. Porque estaba condenado al ostracismo internacional, y ahora vuelve a la mesa donde se negocian los asuntos importantes y tiene un papel relevante. Porque pese a no ser capaz en más de 3 años de ocupar más del 20% de un país que parecía derrotado antes de empezar la guerra, ahora tiene fichas de negociación sólidas. Y en el peor de los casos para él, parece hoy claro que en esa endeble paz que se negocie conseguirá anexionar territorios ucranianos. Mucho menos de lo que esperaba en febrero de 2022; muchísimo más de lo que podía de forma realista anhelar hace unos meses.

Putin ha conseguido su objetivo al 100% sin tan siquiera estar presente en el Despacho Oval

Y todo esto se ha conseguido no sobre el barro del campo de batalla, sino sobre la moqueta de un despacho. No se consiguió con las armas, sino con la dialéctica, con la comunicación. En Occidente nadie está contento con lo sucedido, porque las formas han matado el fondo y hoy nadie ve más cerca un acuerdo de paz. Una paz que todos necesitamos, pero que sobre todo le debemos a los miles de muertos y millones de desplazados.

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