Lo que queda claro tras la fatídica rueda de prensa del Despacho Oval del pasado viernes es que ya nadie habla de paz. De hecho, este concepto, esa ansiada realidad, está hoy mucho más lejos de materializarse que cuando esa reunión empezó.
Hoy se habla de discusión, de humillación, de vencedores y vencidos en el campo de la comunicación
Hoy se habla de discusión, de humillación, de vencedores y vencidos en el campo de la comunicación. La verbal y la no verbal. Se habla del tono de Trump, de JD Vance, de la reacción de la embajadora ucraniana en USA, de la postura de Zelenski, e incluso de su vestimenta. Pero no de paz. No de poner fin a la guerra.
Porque las formas importan, y mucho, y han pasado por encima del fondo y dejado a éste condenado al ostracismo. Se fue a hablar de paz y se acabó hablando de batalla, pero dialéctica. Mientras, en Ucrania, los soldados seguían muriendo. Mientras, todos podemos imaginar, Putin sonreía satisfecho en el Kremlin.
Toda la Unión Europea ha cerrado filas con el mandatario ucraniano, eso es cierto
¿Alguien ha conseguido sus objetivos? Toda la Unión Europea ha cerrado filas con el mandatario ucraniano, eso es cierto. No ha faltado ningún mensaje de apoyo en el Viejo Continente. Pero ha convertido en enemigo momentáneo al que era un aliado imprescindible. Trump ha satisfecho a los suyos, que no son los ciudadanos americanos, sino los miembros del movimiento MAGA, que se cuentan por millones y le hicieron presidente el pasado noviembre. Pero ha perdido gran parte del apoyo y liderazgo internacional. Incluso entre sus mayores amigos, Meloni o Milei, que solo pueden mostrar hoy una reacción tibia, de perfil bajo.
Y Putin, él sí, ha conseguido su objetivo al 100% sin tan siquiera estar presente en el Despacho Oval. Porque estaba condenado al ostracismo internacional, y ahora vuelve a la mesa donde se negocian los asuntos importantes y tiene un papel relevante. Porque pese a no ser capaz en más de 3 años de ocupar más del 20% de un país que parecía derrotado antes de empezar la guerra, ahora tiene fichas de negociación sólidas. Y en el peor de los casos para él, parece hoy claro que en esa endeble paz que se negocie conseguirá anexionar territorios ucranianos. Mucho menos de lo que esperaba en febrero de 2022; muchísimo más de lo que podía de forma realista anhelar hace unos meses.
Putin ha conseguido su objetivo al 100% sin tan siquiera estar presente en el Despacho Oval
Y todo esto se ha conseguido no sobre el barro del campo de batalla, sino sobre la moqueta de un despacho. No se consiguió con las armas, sino con la dialéctica, con la comunicación. En Occidente nadie está contento con lo sucedido, porque las formas han matado el fondo y hoy nadie ve más cerca un acuerdo de paz. Una paz que todos necesitamos, pero que sobre todo le debemos a los miles de muertos y millones de desplazados.
ulysses
01/03/2025 23:16
Ya veremos, Pascual, que hasta el rabo todo es toro.
El abuelo de la curva
Salvo que seas un extraterrestre (y aún así) tú también vas a vivir esas épocas y circunstancias chungas.
cnasciturus
02/03/2025 11:08
Sí que ha habido un mensaje que disentía: El holandés secretario ha preferido seguir haciendo la pelota a Trump. ¿Se le ha pasado percibido, o hecho aposta?
Talleyrand
02/03/2025 12:35
Nunca antes un presdente amercano habia despreciado tanto a los cientos de miles de muertos en combate en una guerra de invasion. Es absolutamente inaceptable que un energumeno asi tenga tanto poder.
ses_
02/03/2025 13:11
Buenos dias, buen articulo. En mi opinión las formas y el buen hacer han desaparecido con Trump, de momento Putin se frota las manos , esperamos a ver de que forma reacciona Europa