El relato de los hechos es el siguiente: (1) "Queremos que (Albert) Rivera se cueza en la salsa de la moción de censura de (Ángel) Gabilondo (PSOE) y Pablo Iglesias", me decía temprano este miércoles en el Congreso un dirigente del PP sólo media hora antes de que (2) el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, admitiera que, conociendo a Mariano Rajoy, "va para largo" lo de la dimisión de Cristina Cifuentes; la cual, a esa misma hora (3) comparecía con la AVT en la sede del Gobierno madrileño tras haber dicho que no lo haría, mientras (4) una fuente de su entorno advertía a este periodista: "Para nada" está pensando en dimitir.
Hasta ahí el relato, que es sagrado, y después las opiniones, que como son como los culos, todos tenemos uno, decía el gran Clint Eastwood. Y mi intuición -que no opinión fundada, porque todavía no tengo todo los elementos-, llámenle olfato, es que el PP está cansado de aparecer ante la opinión pública del ronzal con el que le lleva el líder de Ciudadanos durante toda la legislatura.
Olvídense del polémico máster de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), dirigido por el no menos cuestionado catedrático de Derecho Enrique Álvarez Conde, quien, al parecer, habría aprobado a medio PP sin merecerlo; y de si Cifuentes cursó el máster o no, si fue a clase o no... ESTO ya no va de ESO. Esto va de que Rajoy quiere empezar la remontada electoral frente a Rivera en un territorio de voto ideológico puro y duro: Madrid.
Rajoy y el PP están cansados de aparecer ante la opinión pública del ronzal con el que le lleva el líder de Ciudadanos durante toda la legislatura
Y cree haber encontrado en el desalojo de Cifuentes -"que está a las órdenes del presidente y se irá en el momento en que él diga, no os equivoquéis", asegura su entorno- una cuña para invertir la tendencia de unas encuestas que reinciden en el crecimiento imparable de Ciudadanos.
Porque, desde el viernes, cuando empezó la Convención Nacional de los populares en Sevilla, la Dirección Nacional está en el patriotismo de partido, en el "defendamos lo nuestro y a los nuestros" de María Dolores de Cospedal , y eso casa mal con dejar caer, nada menos, que a la presidenta de la Comunidad de Madrid a las primeras de cambio.
Dicho de otro modo, Cifuentes caerá... pero cuando diga Rajoy y después de que Rivera haya tragado la cicuta de empezar a negociar con Gabilondo y Pedro Sánchez qué tipo de apoyo le darían en el hipotético caso de tener que ir a moción de censura. Y alguno se preguntará: ¿De verdad el PP está dispuesto a perder Madrid solo por mantener el pulso al líder naranja?
Pues, qué quieren que les diga... La cabeza me pide responder que no, pero también se dice en los pasillos del PP que "Madrid no es Murcia (por el relevo de Pedro Antonio Sánchez que allí forzó Ciudadanos). Aquí es clave Podemos. A ver cómo explica Rivera a sus electores, que también eran/son nuestros, esa foto con Iglesias, por más que Gabilondo tenga buena imagen". Veremos.