Opinión

Hay algo en Sánchez que no convence a Biden: Podemos

Hay algo en Pedro Sánchez que no convence a Joe Biden. Nadie puede negar el esfuerzo que ha puesto el presidente del Gobierno en situar a España como un actor

  • Joe Biden y Pedro Sánchez durante la última cumbre de la OTAN.

Hay algo en Pedro Sánchez que no convence a Joe Biden. Nadie puede negar el esfuerzo que ha puesto el presidente del Gobierno en situar a España como un actor mundial importante ante la escalada bélica en Europa del Este. Nuestro papel de anfitrión de la próxima cumbre de la OTAN juega a nuestro favor. Y el jefe del Ejecutivo lo ha aprovechado. Sánchez se ha movido. Ha hecho declaraciones contundentes. Y ha enviado a su ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, a Estados Unidos.

Pero a la hora de la verdad, Biden nos ha vuelto a dar la espalda. Y solo hay una explicación: Podemos. España tiene un Gobierno de dos partidos. Estados Unidos sabe que la coalición tiene dos almas y que Sánchez depende de la formación morada para mantener el poder. La retórica anti atlantista de Podemos molesta en Washington.

Los ecos del no a la guerra y la retirada unilateral de las tropas de Irak son recuerdos de un pasado reciente que Estados Unidos ni olvida, ni perdona. Y a buen seguro que la embajada en Madrid ha hecho constar en sus cables diplomáticos que el Ejecutivo español no está unido ante el conflicto armado en ciernes entre Rusia y Ucrania.

Biden deja fuera a España

Biden ha sentado en su situation room -no la de Iván Redondo- a la OTAN, la Comisión Europea, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania y Polonia. Es una especie de G-7 ampliado por la presencia polaca, que tiene frontera con Ucrania. La ausencia de España es otro duro golpe para Sánchez, que es incapaz de reconducir las relaciones con Estados Unidos.

Sánchez ha hecho de todo. Desde mover tropas hasta grabarse un vídeo al teléfono al más puro estilo Miguel Gila: "¿Es el enemigo? Que si puede parar la guerra". Da igual. No estaremos en la foto de los buenos, de momento. España sigue siendo anfitrión de la próxima cumbre de la OTAN. Un favor que, por cierto, le debe a Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal. Ellos consiguieron la organización de esa cumbre en 2018, que Sánchez aplazó en 2019 por la repetición electoral y que la pandemia del coronavirus ha retrasado hasta 2022.

Hay algo en Sánchez que no convence a Biden: Podemos
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habla por teléfono sobre la crisis en Europa del Este.MONCLOA / POOL

Es el segundo feo de Biden a Sánchez. El anterior se produjo en otro encuentro de la OTAN en junio del 2021 en Bruselas. El Gobierno se pasó semanas anunciando una entrevista entre ambos presidentes, que acabó en una charla de apenas 30 segundos, siendo generosos, por el pasillo. El fiasco se atribuyó, de nuevo, a Washington y a la apretada agenda de su presidente. Pero tal y como informamos en Vozpópuli, España se había volcado con Estados Unidos en una cumbre sobre inmigración en Centroamérica con la intención de allanar la cita Sánchez-Biden.

Sánchez había visto en esta nueva guerra fría entre bloques asimétricos de un mundo dividido la oportunidad de recuperar el favor de Biden. Y hacerse, por fin, una foto importante en política internacional. Otro traspié. Washington no se fía de Madrid. Y España sigue en la irrelevancia mundial.

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