Hace unos días leí en la red social de Elon Musk a un chavalote, de esos que, a pesar de tener edad de trabajar y sacar adelante a una familia, visten con camiseta, gorra y dedican su tiempo a jugar a videojuegos y a hacerse los intelectuales en redes sociales desde el sofá de la casa de papi y mami. Decía el alma cándida que alguien que se queja de los nuevos tapones de las botellas es una gran 'red flag'. Para mí este término ya es un indicador, por sí solo, de que hay que alejarse de quienes lo usan. Solo lo puedo disculpar en adolescentes, cuyo cerebro aún no se ha formado del todo.
Como era de esperar, el perfil y las publicaciones de este elemento eran todas muy feministas, señalando machismo hasta en los carteles de los cuartos de baño de los lugares que frecuenta. El perfecto “aliade”, adulador incansable de la ex ministra de Igualdad Irene Montero y de su panda de pijiprogres.
Ahí es donde a mí me saltan todas las alarmas. Ni 'red flags' ni chorradas. El verdadero peligro está en esos hombres que pretenden ser el perfecto feminista, el hombre con el sueña toda mujer con el pelo azul, los pechos caídos y los sobacos sin depilar. Bueno, que sueña con que apoye su discurso, para poder humillarlo sin que proteste, mientras este asiente con la cabeza sumisamente.
Ningún hombre en sus cabales consentiría la humillación y el sometimiento que pretende el feminismo actual sobre los hombres. Ninguna persona con un poco de dignidad permitiría ser insultada, señalada, vilipendiada y discriminada, incluso ante la ley, por el mero hecho de haber nacido con unos genitales y no otros.
No me cabe duda de que alguien que es capaz de todo eso, tiene unos motivos ocultos para hacerlo, unos motivos que le conducen a un fin determinado, que nada tiene que ver con desear que las mujeres sean tratadas con los mismos principios de igualdad y respeto que los hombres.
Lo de tratar de vivir con dignidad, pretendiendo ser la más feminista del mundo, mientras tienes más cuernos que un reno adulto y todo lo que has conseguido profesionalmente ha sido gracias a un hombre, ya si eso...
En el caso de los “aliades”, el refrán “dime de qué presumes y te diré de qué careces”, creo que es de lo más acertado. Yo no consigo entender cómo puede alguien en este país considerar tan siquiera a Pablo Iglesias feminista. Un tipo que, según cuentan sus propias alumnas, aprovechaba su posición de poder como profesor en la facultad para frecuentar los bares donde se reunían los alumnos e invitar a las chicas a visitar el baño con él para “refrescarse”. Un hombre cuyo lenguaje corporal con su pareja es tan escandalosamente machista como hasta taparle la boca en público para que se calle. El que de broma con sus colegas en conversaciones de chat habla de humillar a una mujer y darle azotes hasta que sangre. El mismo que se insinuaba, sin pensárselo dos veces, ante cualquier reportera con tan pocos veranos en periodismo que le veías temblar el micrófono entre las manos.
Esa es la persona que la ex ministra de Igualdad eligió como pareja y padre de sus hijos. Lo de tratar de vivir con dignidad, pretendiendo ser la más feminista del mundo, mientras tienes más cuernos que un reno adulto y todo lo que has conseguido profesionalmente ha sido gracias a un hombre, lo dejamos para otro día.
"Hermana, yo sí te creo"
Y aparece ahora Alberto Fernández, ex presidente de Argentina, el perfecto feminista, el que estaba tan feliz de luchar contra el patriarcado, el que creó el Ministerio de la Mujer para luchar por los derechos de todas las mujeres... Aparece ahora copando todas las portadas, porque su ex mujer le acusa y lo ha denunciado por golpearla incluso cuando ella estaba embarazada.
El “yo sí te creo, hermana” no sirve para estos casos. ¿Qué casos? Pues aquellos casos en los que el supuesto maltratador es de izquierdas. Ni mostrando las conversaciones en las que ambos admiten los golpes, hay un “yo sí te creo, hermana” por parte de la izquierda. ¿Dónde está el adalid del feminismo, Irene Montero, cuando Fabiola Yáñez muestra un ojo morado, fruto de los mamporros del amigo de Irene? ¿Dónde está Yolanda Díaz, que tantas veces hemos visto fotografiarse con Alberto Fernández? ¿Dónde están todas las feministas, cuando una mujer es golpeada brutalmente por un hombre de izquierdas, un socialista, un comunista o simplemente un extranjero? Calladas. Así están, todas calladas. No vaya a ser que el lobo alfa se enfade y se meriende a las corderas. Porque mucho hablar de empoderamiento de la mujer y mucho presumir de luchar contra el patriarcado, pero a la hora de la verdad, para lo único que han servido es para poner violadores en la calle, que algunos hombres trastornados nos arrebaten a las mujeres nuestros lugares y espacios por el simple hecho de decir que se sienten mujeres y para tapar con su silencio el maltrato real, las agresiones y las violaciones a mujeres, cuando estas no les son convenientes para su “lucha”, que no es otra que su carrera política y su bolsillo.
No sois lobas, sois corderas, y vuestro silencio os delata.
Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.
En todas partes hay patanes y patanas. Lo que no hay en todas partes son patanes y patanas enchufados en las instituciones y otros puestos de mando. Eso sólo pasa aquí y en otros lugares de poco aseo.
Es que, en realidad, no buscan igualdad en absoluto, buscan desigualdad, buscan privilegios, buscan vivir del cuento, buscan subvenciones, buscan prebendas.
Es tremendo cómo prostituyen el lenguaje. Los defensores de la igualdad implantando descaradamente la desigualdad.
Corderas????
Noooooo
CERDAS, son CERDAS
Como ayer el sistema me boicoteó el maravilloso comentario que había hecho (es broma) y sigo viendo a Dña. Rosa en cartelera, vayan unas improvisadas palabras.
Pues nada, que de acuerdo, que "nuestras" (es un decir) feministas de tercera, cuarta o quinta ola (no llevo la cuenta) son corderas y comprensivas con los temibles realmente existentes (nazis regionales, islamistas, agresores sexuales, etc), pero corderas con los que han hecho y hacen posible el mundo en el que ellas viven tan espléndidamente y se expresan con libertad (los varones blancos occidentales, mayormente heteros y de derechas).
Son las miserias de la vida, perdón, del ser humano moderno, sobre todo cuando se coloca la inmaculada etiqueta de progresista.
Progresistas de progreso par ellas/ellos mismos, eso sin duda, pero carcoma para la civilización a la que pertenecen.
Agresores sexuales a los sueltan y reducen las penas, como hicieron recientemente.
Es un honor para mí contar siempre con sus comentarios en mis columnas de opinión, estimado Norne Gaest.
Hace poco me dijeron que el mejor método para medir la calidad de un articulista es mediante el nivel que muestran sus lectores en los comentarios. Sin duda, usted es de aquellos que suben la media.
Muchas gracias por exponer su punto de vista, con el que suelo coincidir, y además de manera siempre tan educada y amable.
Un abrazo.
Corrección a error: "corderas y comprensivas con los temibles... pero LOBAS con los que han hecho y hacen posible...", es lo que quería escribir.
Buenas noches, doña Rosa.
Mientras estaba en el paseo vespertino he caído en la cuenta de que debía haberle agradecido su comentario de hoy a mis comentarios.
Así que recién llegado del mismo, antes de ducharme, y aunque sea un poco tarde, ahora lo hago.
Seguiré comentándola. Como ya sabe, para mí es un placer leerla.
Ojalá llegue un tiempo en que la situación general de España nos de más alegrías que motivos para la crítica o el lamento.
Menos mal que nos queda Portugal
Van a estar calladas hasta que se den cuenta de que las izquierdas tienen tanta humanidad como el resto, tantas virtudes y tantos defectos. El problema es que se creen superiores, quizá porque lo ven como una religión y ellos son los sacerdotes que imparten doctrina.
Como siempre, un artículo redondo, nítido y contundente. Gracias de nuevo.
A uno no lo respetan, uno mismo se hace respetar.
Las feministas son unas pobres mujeres incautas que se creen muy listas, van en busca de subvenciones, regalos, ventajas o ayudas en lugar de dedicarse a estudiar, prepararse y trabajar duro, y lo mas triste, no se respetan ni a sí mismas.
“¿Dónde están todas las feministas, cuando una mujer es golpeada brutalmente por un hombre de izquierdas, un socialista, un comunista o simplemente un extranjero? Calladas” Si fueras hombre te diría que tienes muy mala leche pero como eres mujer te diré que posiblemente tus fluidos orgásmicos los tienes muy amargos a tenor de lo que dices en tu titular. ¿“Hombre de izquierdas, un socialista, un comunista o simplemente un extranjero”? Tu odio te delata.
No veo argumentación es su respuesta D. Juan Vicente, solo logro ver el insulto.
El poder comentar en los periódicos nos da una opción inmejorable de explicar públicamente el por qué de nuestro acuerdo, o no, con lo que dice el articulista.
Ofrecer una versión distinta, útil y enriquecedora.
Por favor, no la tome ahora conmigo.
Cuando el t.onto coge una linde... Este tipo es el t.onto de Vozpópuli (hay que tener al menos uno, por aquello de la diversidad y la inclusión).
Flaco favor se hace a sí mismo, tratando de defender el supuesto feminismo actual y a los hipócritas que viven de él, a base de insultar a una mujer con la que no está de acuerdo, sin argumento ninguno que sostenga sus mamarrachadas y con impertinencias tan zafias como soeces.
Insúlteme cuanto quiera, como mujer que no aplaude a la izquierda estoy acostumbrada a este trato por parte de quienes dicen luchar por mis derechos, no es nuevo ni humillante, puesto que dice más de usted que de mí.
Y si mi odio me delata, que no sabemos qué odio ni cómo me delata ni por qué, ya que tenemos que dar por buena su inventiva porque sí, permítame decirle que a usted le delata el quiero y no puedo: ya le gustaría a usted poder catar mis fluidos orgásmicos para presumir de esa cata y hacer una reseña más elaborada, como la de quien cata un buen vino macerado en barrica de roble, pero nuevamente su fantasía le juega una mala pasada.
Siga usted fantaseando con el sabor de mis fluidos, que no está hecha la miel para la boca del asno.
Amigo Juan Vicente, tú ¿de verdad entiendes lo que lees?
¿Acaso no es verdad lo que afirma la articulista? Ya puede usted, al paso de su grosería (que tan feminista le retrata), irse a paseo.
Este Calatayud es un red flag de los mas feminazis. Gracias por venir a hacernos reír con tu amargura.
El sistema no permite publicar el comentario. He corregido todo lo corregible, para evitar términos o expresiones presuntamente "inapropiadas", pero ni por esas. Seguro que esto si lo publica.
Como vd. bien dice , esto va de carrera y bolsillo , es decir una modalidad de prostitución , lo que siempre se dijo , mantenidas.
Pero tranquilos , la escala de valores de esta hez , las hará presentarse ante los demás cómo heroínas , por dentro ... irá la penitencia.
Si la Ley suelta-violadores la hubiera hecho un gobierno del PP, España habría ardido por los 4 costados...... (y con razón). Además hubiera caído el Gobierno en pleno y los leones del Congreso hubieran huido ante la agresiva muchedumbre......... (y con razón).
Todos sabemos lo que pasó, la Izquierda, la extrema izquierda, los medios afines lo apoyaron y la demostración y manipulación de toda España causa pavor.
No tenemos un gran país, España no es un gran país, los Españoles "somos" ciudadanos de baja estofa y el Gobierno que tenemos demuestra que esto es verdad.
Seguirán en silencio mientras el chiringuito no esté en peligro.
Cuando teman por su solidez, volverán a la carga con una nueva ristra de agravios que, si no fuera por ellas, nadie hubiera nunca descubierto. Por tanto, habrán de ser ellas las que los enfrenten, con el "presupuesto adecuado", claro. Esto va también por los presuntos mega-feministas.
El asunto de estas personas, creo, es que nunca fue luchar contra el auténtico machismo, si no declarar la guerra a los varones actuando como lo hacen los peores de ellos.
Tengo ya cierta edad y puedo decir que en mi entorno el nivel de machismo es mínimamente residual, igualmente que el nivel de hembrismo, pero desaparece ante la lógica y gracias a lo fundamental, que es la educación recibida, sobre todo en casa.
Con estas leyes vemos que el problema no disminuye, aumenta.
Por favor, que alguien aparte a los soberbios que no ceden y eleve a quienes sean capaz de encontrar la fórmula de que mujeres y varones sintamos deseos de colaborar con lealtad, en lugar que fomentar el enfrentamiento y la sospecha.
Saludos.