La semana pasada conocí a un alto cargo de Vox en Barcelona, territorio comanche para cualquier formación patriótica española. Me contaba que algunos de sus amigos y vecinos, votantes del PP en Pedraldes —zona cara—, le insistían en que la formación verde tenía que recuperar a Iván Espinosa de los Monteros. "Lo que no comprenden es que no nos quita el sueño crecer en los barrios altos. Les solté directamente 'Tú voto no me interesa'. Estoy más preocupado por el sector plebeyo y rural que nos está comiendo la Aliança Catalana de Sílvia Orriols. Ella es alguien que entiende el valor de la tradición y del arraigo: ha puesto a sus cinco hijos nombres medievales del mundo rural de aquí. Sabe armar un discurso, conoce a fondo los pueblos de la Cataluña interior y va a crecer un montón el próximo año", vaticinaba. Es un análisis profundo que apenas se ve en los medios.
La lucha crucial ahora es arraigo contra desarraigo. La existencia de Vox solo tiene sentido con enfoques dcontrapuestos al Partido Popular, es decir con enfoques comunitarios –iliberales, si quieren–, tanto en materia económica como sociocultural. Hay que proteger las libertades de expresión, asociación, reunión... pero más allá de eso lo que pide el electorado es una defensa de los intereses españoles, tanto de las empresas como de los trabajadores. Las clases altas serán siempre complicadas de ganar para Vox porque otras formaciones sintonizan mejor con ellos. El partido de Abascal será mucho más fuerte si crece de abajo hacia arriba, desde las rentas más humildes hacia los millonarios que puedan votarles por patriotismo o por cuestiones culturales como la defensa de la religión católica, los toros y el mundo rural.
Las dos orillas
Es suicida pedir a los dos partidos de nuestra derecha que hagan un esfuerzo por aproximarse, ya que son como el agua y el aceite, quitando media docena de figuras que podrían militar en uno o en otro. Recordemos que, en la última semana, los líderes del PP han defendido propuestas cien por cien incompatibles con Vox: Feijóo quiere que el Estado garantice los impagos de los arrendatarios, Moreno Bonilla excluyó la bandera rojigualda de la firma de un acuerdo con un lander alemán y González Pons insultó a Donald Trump –“macho alfa de una manada de gorilas”– para después elogiar a una obispa protestante defensora de la ideología LGTBIQ+. Vox no debe acercarse a un partido cuyas propuestas encajarían como un guante en el PSOE de Sánchez, Más Madrid y Podemos.
No están en la misma orilla un PP anclado en el régimen del 78 y un Vox antiglobalista que comienza a despegar
Lo único a lo que está obligada la derecha social y patriota, cuando den los números, es ponerse de acuerdo con el PP para desalojar el sanchismo. Los de Feijóo parecen más cómodos con Junts y el PNV que con Vox. También se les ve más relajados con la bandera de la Unión Europea que con la española. En los años noventa, Julio Anguita marcó distancias con el PSOE formulando la teoría de las dos orillas, que decía que no eran formaciones complementarias sino antagonistas. Desde que se abandonó ese enfoque, Izquierda Unida se ha convertido en la mascota del PSOE y luego ya -totalmente desdibujada– en chico de los recados de Podemos y Más Madrid. Hoy son un partido entre folclórico e irrelevante. No hay casi terreno común entre un PP anclado en el régimen del 78 y un Vox antiglobalista que comienza a despegar.
alexmazallas
29/01/2025 09:01
No hay futuro para una España de borregos que traga con las fechorías de la banda del PSOE y las idioteces cobardes del PP. Pero claro,bson los que mantienen las subvenciones a sindicatos apesebrados, chiringuitos de todo pelaje y gasto público disparatado. Aunque supongo que tarde o temprano ésto reventará cuando se protege al delincuente y se saquea al contribuyente
Ert
29/01/2025 10:18
En todo de acuerdo respecto a que Vox y el PP son agua y aceite. Pero tenemos que ir rápido en resolver estas cuestiones y poner manos a la obra, ya que llegados al poder el enfoque politico es que habrá que gobernar teniendo enfrente a delincuentes, gente que solo piensa en robar, prevaricar, enriquecerse a costa de la Nación y que no descansará ni un minuto para conseguirlo, mientras que tu seguirás convencido que ser honrado es la mejor manera de tener el apoyo de los que te votan.
cnasciturus
29/01/2025 12:13
Aplaudo al redactor del artículo, que da muchos motivos de reflexión. ¡Enhorabuena! La lógica es aplastante. Nota: No voto a ningún partido. Lo decidí con la aparición de Mi Persona, antes de robar la democracia.
JaimeRuiz
29/01/2025 13:05
uyuyuy "pero más allá de eso lo que pide el electorado es una defensa de los intereses españoles, tanto de las empresas como de los trabajadores", ya vamos por las corporaciones sumadas al arraigo, con ese programa Vox es un partido extraparlamentario, porque siendo más liberal perdió 19 escaños porque Feijóo ilusionaba y ahora recupera 10 porque Feijóo decepciona. En Cataluña Vox no rivaliza con Aliança Catalana porque no tiene votos entre la gente arraigada, que es independentista. Y aunque eso fuera cierto, en el resto de España no tiene rivales en su bando. Sencillamente comparte el electorado del PP porque surgió de la frustración con Rajoy. Después lo han querido convertir en el Frente Nacional español, sólo que bastaría un liderazgo resuelto en el PP para devolver a Vox a los 24 escaños de hace un año. Y eso que la gente no ha entendido que el precio del proyecto nacionalista-socialista es mantener un gasto público elevado y poner al poder político por encima de la libertad económica y sacrifica la prosperidad general al dominio de una casta, quizá mayoritaria pero abusiva sobre los demás, exactamente lo que es el nacionalismo catalán y el nacionalismo vasco, pero extendidos a otra clase de pueblo elegido, el arraigado. Qué raro que haya sido Madrid, donde no se ha trabajado por ninguna casta, la que más ha prosperado. El columnista dice que Vox no debe acercarse al PP, como si el PP quisiera acercarse a Vox. Bastaría que Feijóo le propusiera un plan de acción a Abascal para que Vox cayera a diez diputados, los dignos arraigados que defienden a Dios y las leyes viejas. Vox no habría caído en el lepenismo sin la hostilidad del PP, y España podría tener un mejor gobierno. Pero es más tentador ir al modelo de Orban y tratar de diferenciarse al máximo del PP, a lo mejor la situación es tan horrible que se crea una situación revolucionaria y un partido de los españoles arrasa sobre el bipartidismo. Todos los socialistas leyeron a Lenin, y tácitamente lo que se dice es que se renuncia a tumbar a Sánchez porque es mejor conquistar al segmento de votantes humildes (cuya angustia y xenofobia explotar) que pensar en gobernar, encima con el PP. Todo eso es espantoso, ojalá Espinosa de los Monteros lea su artículo. Ojalá se entienda que no hay un voto ideológico sino sociológico, porque el ser social crea la conciencia social. Son formas de razonar, a los que les va bien en la vida ya los representan otros que se entienden mejor con ellos, porque a fin de cuentas la lucha por la redención nacional es una lucha del pueblo. Alguien tiene que traer una propuesta para unir a los votantes del PP y de Vox para salvar a España, y tiene que hacerlo contra quienes dirigen esos partidos.
Pactasunt
O sea que Vd. es chavista y está a favor de Maduro. Miles de personas criticando una dictadura y Vd. se fija en Ayuso. Alguien dijo que cuando el sabio apunta a la luna siempre hay alguien se fija en el dedo. Siga Vd. fijándose en Ayuso y una mayoría absoluta que ni de lejos tiene su admirado Sánchez