En Méjico el tequila debe andar peleón a juzgar por lo que van soltando por ahí sus dirigentes. Si antes era el bocachanclas de López Obrador que presumía de lo que no hay, porque desgraciadamente Méjico ostenta récords en materia de narcotráfico, poder político en manos de los cárteles, corrupción, crimen. Desaparición de periodistas y opositores, e inseguridad ciudadana, ahora sigue su infame labor Claudia Sheinbaum, exmiembro de la banda terrorista colombiana M-19. No lo digo yo, lo dijo Gustavo Petro en la toma de posesión. Aquello debió ser para verlo. La tal Claudia exigiendo que Felipe VI pida perdón por el genocidio contra los apacibles Mexicas, que tenían hasta la punta de Quetzalcóatl al resto de pueblos indígenas de la zona que no dudaron ni un segundo en aliarse con Hernán Cortes para desbancar aquella tiranía caníbal, asesina y perpetradora de sacrificios de bebés. Sepa, presidenta iletrada, que si Tenochtitlán cayó fue porque hace quinientos años el contingente de soldados españoles - el uno por ciento de los atacantes a la capital - lo integraba un noventa y nueve de soldados indígenas, unidos por el odio a esos mexicas que usted tanto defiende. En su servil actitud ante la anti España tan bien representada en su toma de posesión por Irene Montero, otra iletrada, que sí acudió - ¡cómo perderse tamaña ocasión de escupir sobre su propio país y su historia! – estuvieron dos prendas de categoría: Jon Iñarritu, de Bildu, y Gerardo Pisarello, de Sumar, miembro de la Mesa del Congreso del mismo país que le acogió y al que no pierde ocasión en denigrar.
Pero como no hay peor sordo que el fanático, lo dejo aquí. No vale perder el tiempo con usted ni con quienes la apoyan
Usted finge no saber que en la primera visita que Don Juan Carlos I cursó a Méjico en noviembre de 1978 fue recibido al grito de “¡España, España!” por las multitudes, porque todo lo que dijo e hizo el Rey seguía el principio de la reconciliación que presidió nuestra Transición, y que, en un emotivo discurso a los exiliados republicanos con los que se reunió dijo “Sabemos que habéis pasado por muchas dificultades, pero este momento lo compensa todo”. Finge usted ignorar, Sheinbaum, el abrazo histórico que Don Juan Carlos le dio a Doña Dolores Rivas Cherif, viuda del presidente Azaña, y que esta noble dama declaró “¡Cuanto le hubiera gustado a mi marido vivir éste día, porque lo que él quería era la reconciliación de todos los españoles!”. Ya ve qué cosas. Claro que ningunea a los pueblos indígenas que fueron codo con codo junto a Cortés: los de Cempoala, los de Quiahuiztlan, los de Texoco, los de Chalco, los de Xochimilco, los de Azcapotzalco o los de Mixquic, ignorante resentida. Pero como no hay peor sordo que el fanático, lo dejo aquí. No vale perder el tiempo con usted ni con quienes la apoyan. Vuelva a la escuela y, ya de paso, váyase al guano. ¡Y que viva Méjico y la fraternidad hispano americana!
¿Quieres participar en la conversación?
Vivimos en plena Edad del Cretinismo...
Miquel: y tú a tomar por donde amargan los pepinos.
¿A quién le importa la historia? Lo decisivo ahora es el relato.
Lamentablemente es así y nos cuelan gato por liebre cada vez que se les antoja y los tontos a aplaudir por ser emocionalmente manipulados...
Es una plaga universal...
No entiendo para qué sacar a colación a los inmigrantes comunistas españoles de los años 30, ni la Transición española, ni la reconciliación entre todos los españoles. Nada de eso tiene que ver con nosotros los mexicanos, salvo (eso sí) que la visita de Estado de Juan Carlos I a México significó el reestablecimiento de relaciones diplomáticas entre México y España, rotas e inexistentes desde los años 30 (aunque tampoco teníamos relaciones diplomáticas durante buena parte de las décadas 1900-1940). Eso fue todo. No lo sé, quizá fue un error del presidente López Portillo haber reanudado las relaciones con España (error que se puede corregir). Saludos.
Asi os va , de limpiaculos de los yankees
A Lareforma2024:
Ese debate sobre la autoría de la "Historia verdadera de la conquista de Nueva España " ya lo hubo. La mayoría se inclinó porque su autor fue el que figura como tal, un soldado de Cortés.
Un servidor, que leyó la obra con gran placer, estima lo mismo, entre otras cosas por un detalle que figura en ella: que Cortés, quien reservaba el quinto para la Corona, decidió asignarse otra parte más o menos igual en cada reparto. Eso ocasionó las mayores protestas o insatisfacciones de sus hombres, y, aunque trataba de calmarlos, no lo cambió. Es la mayor pega que le pongo en la conquista de México.
En cuanto a la comparación con Alejandro Magno y Julio César, yo me inclino por Cortés. Alejandro fue excesivo en su ímpetu conquistador y en su carácter, y César actuaba sobre algo ya existente o en proceso de formación, el imperio romano, mientras que Cortés creó algo ejemplar prácticamente de la nada, arriesgando su fortuna y su vida. Su talla era tan grande que hasta el emperador Carlos I probablemente sintió envidia y desde luego trató de boicotearle, o al menos no le facilitó las cosas.
Bueno, esto último creía que lo estaba escribiendo en la columna secundaria de respuestas a mi comentario, contestando a Lareforma2024. Ha salido en la columna principal de comentarios y tampoco pasa nada, mientras aquello de lo que se escribe se supone que puede tener algún interés...
Sheinbaum no se va al guano, se va México.
Después de la balcanización colectiva de Hispanoamérica (el gran éxito histórico de los maestros corrosivos de la disolución) toca la balcanización de los países individualmente.
México se romperá por dentro enfrentando a diferentes étnias (después de resucitarlas) confesiones religiosas, y lenguas redividas.
Así es como funciona, y se aplica una y otra vez allí...y si cuela, en el resto del planeta.
Por supuesto, la recompensa económica es colosal. Esclavos y gigantescos recursos.
Esa es la obra divisoria de la GRAN ZIZAÑA ROMANA, LA IGLESIA CATOLICA
En España y la America hispana ha tenido sus mayores éxitos
Deje que la pobre tenga sus quince minutos de alegría, Miquel.
No puedo estar más de acuerdo con el fondo del asunto, aunque hay pequeños detalles que se pueden precisar.
Los mexicas eran los aztecas, un pueblo guerrero llegado poco antes y que había formado su propio imperio a fuer de ser más duro, más implacable.
Los demás pueblos de la zona no se unieron tan inmediatamente a los españoles, por lo general. A los más fieles, los txalcaltecas, tuvo que derrotarlos hasta en tres ocasiones antes de que formaron parte del conjunto liberador.
Los aztecas eran los más feroces, como digo, pero los restantes no eran precisamente ángeles, sino también caníbales, una práctica que Cortés y los españoles cortaron radicalmente.
Los españoles llevaron al actual México no solo la liberación de la tiranía sanguinaria azteca, sino una civilización donde se procuró integrar a los indios en igualdad de condiciones. Tal fue el deseo de Isabel I y en general se cumplió.
Mexico, es decir, Nueva España, nunca estuvo mejor que en los tres siglos del Imperio Español, un imperio integrador donde el citado virreinato en algunos aspectos logró superar a los reinos peninsulares.
A partir de las independencias de España, que protagonizaron los criolllos americanos (descendientes de españoles), machacaron a los indígenas y fueron un desastre en todos los aspectos (en parte siguen siéndolo, no hay más que ver el México actual).
O sea, que si alguien tiene que pedir perdón son ellos, por haberse independizado de España. El Perú y las repúblicas americanas se jodieron al separarse de la Madre Patria.
La historia de Hispanoamérica (no Latinoamérica, como impropiamente se dice) necesita una profunda revisión. Es una vergüenza que Hernán Cortés, uno de los hombres más extraordinarios de la Historia, sea oficialmente despreciado/arrinconado por el país que creó y con el que se mezcló.
A los interesados, recomiendo la "Historia verdadera de la conquista de la Nueva España", de Bernal Díaz del Castillo.
Hernán Cortés es el primero de los 3 más importantes guerreros-políticos de la historia occidental, juzgándolos con la perspectiva histórica correcta.
Alejandro Magno creó el helenismo mediante la inteligencia y los crueles métodos de la época, pero contando con el poder de la monarquía, a su entera disposición.
Julio César creó los cimientos de lo que sería el Imperio Romano (y sus legados), con inteligencia y los crueles métodos de la época, pero jugándose su prestigio y su dinero.
Hernán Cortés creó un imperio para su rey, con su inteligencia, enfrentándose al gobernador de Cuba y jugándose su prestigio y su dinero, con las crueldades asumidas de su época, pero con los cotos legales que ya sí que existían y teniendo que dar cuentas al rey en cuanto a dinero y política realizada, mediante el juicio de residencia. Las conquistas de Cortés, no terminaron en Tenochtitlan, por cierto.
Para mí hay pocos dudas de quién fue más.
Los 3 eran muy ambiciosos, pero Cortés lo hacía para su rey. Alejandro y César, para sí. Sin ambición, no se hace casi nada.O nada.
Yo me enorgullezco de legado hispano, defectos incluidos, y me gustaría que todos los que lo desprecian estudiaran algo en fuentes fiables.
Saludos.
Bernal Díaz del Castillo tiene todas las posibilidades de que fuera el propio Cortés, al que le gustaba escribir y el estilo de la "Historia verdadera..... es el del propio Cortés.
Saludos.