La gente de derechas también contribuye con sus impuestos a pagar el sueldo de un viejo sectario al frente de un CIS al servicio del sanchismo. Creo recordar que no hay precedentes de un ataque infame a los líderes del centro y la derecha acusándolos de utilizar los mismos argumentos que trajeron el fascismo en los años treinta del siglo pasado. Es de una osadía que traspasa todos los límites de la neutralidad que debe presumírsele al responsable de las encuestas de un organismo oficial.
Fueron los discursos del comunismo y el anarquismo que se adueñaron de la Segunda República los que arrastraron a España a una guerra civil y a casi cuarenta años de dictadura. Es una indecencia que este individuo taimado continúe un minuto más en su puesto, pero seguirá porque el espíritu democrático se esfumó desde la tramposa moción de censura de mayo del año 18. Desde ese mismo momento, todos los resortes del poder se pusieron al servicio de reescribir la Historia, falseándola hasta la náusea. Había que mentir sin ningún escrúpulo a las nuevas generaciones para derribar la convivencia que se consiguió con la Constitución que acaba de cumplir cuarenta y tres años. ¿Será este su último aniversario tal y como la conocemos hasta ahora? En ello están, con Sánchez a la cabeza, quienes forman la mayoría más abyecta que ha conocido nuestra democracia.
Inoculado el veneno guerracivilista, Sánchez goza de la impunidad que le concede la escoria que le apuntala en Moncloa para deshacer a su antojo el espíritu de consenso de la Transición. Yo, como Felipe González, prefiero ser hijo de la democracia que nieto de la Guerra Civil. Y como yo, muchos españoles que asisten, entre la estupefacción y la adormidera, a la caída del edificio constitucional que ha permitido una convivencia razonable y productiva hasta la okupación del poder por un personaje al que sólo importa el yo mi me conmigo.
Caldo de cultivo
Bien es cierto que los tiempos en los que vive este mundo, casi por entero, son el caldo de cultivo perfecto para que los dictadorzuelos con disfraz de demócratas, crezcan como las setas en otoño. Ahora van a por los organismos reguladores presuntamente independientes, al menos hasta ahora, para que nada sea posible sin el visto bueno de este Gobierno que teme la libertad que puede acabar con la farsa en la que
vivimos instalados.
Y aquí viene la gran pregunta. ¿Está la oposición en condiciones de ser un dique de contención desde el que iniciar el camino hacia la alternancia? De momento nada indica que esto pueda ser así a corto plazo. El PP pierde tiempo, energía y votos dedicado a lo que tan bien se le da a la derecha española que son las guerras internas. Aquí sí que hay egos, doña Yolanda, aunque en su círculo de influencia, con usted a la
cabeza, son legión. Claro que entre ustedes todo se camufla para no perjudicar a un presidente que es un auténtico chollo para quienes le mantienen en el sillón. Ya veremos a dónde van a parar los 10 mil millones de los fondos europeos que llegarán en unas semanas. Quizá a seguir inflando las cuentas del empleo a base de colocar a los amiguetes y asimilados por cuenta del erario público.
