La presión de los vecinos contra la okupación. En la localidad vizcaína de Portugalete no se hablaba de otra cosa en los últimos días. Vitori, de 94 años, llegó a su vivienda el pasado sábado y se encontró con que no podía entrar. Una familia de okupas -dos adultas y cuatro niños- habían cambiado la cerradura y se habían apropiado de la vivienda. La ola de indignación entre los vecinos fue creciendo hasta que este jueves por la noche, en una situación de enorme tensión, la Ertzaintza sacó de allí a los okupas.
Como se puede ver en algunos vídeos publicados en las redes sociales, hubo momentos donde la tensión se desbordó, con los vecinos clamando contra los que se habían adueñado de la casa. El departamento de Interior del Gobierno vasco tuvo que enviar refuerzos para contener a los vecinos, ya que algunos de ellos querían sacar por la fuerza a los okupas. Al final, estos salieron de allí escoltados por los agentes autonómicos.
Así, entre gritos de "sí se puede", la mujer de 94 años recuperó su vivienda ubicada en el barrio de Repelega, en Portugalete. Además, según informa Efe, los vecinos han logrado también desalojar otras dos viviendas ocupadas en la localidad vizcaína.
Durante días este tema fue caldeando el ambiente. Cuando El Correo desveló que parte de las propiedades de la anciana habían sido vendidas en un mercado, los vecinos estaban a punto de estallar. Este jueves, los vecinos del barrio de Repelega se concentraron frente a la vivienda para mostrar su apoyo a la anciana. Hasta que se desencadenó la tensión y se produjo el final narrado.
El alcalde habla
El alcalde de Portugalete, Mikel Torres, señalaba este viernes a Efe que "se congregó una multitud muy importante" que "no se iba a ir hasta recuperar la casa" y destacaba que "esa presión ciudadana hizo al final que las personas que estaban ocupando la casa pidiesen a la Ertzaintza que les sacara de allí". De esta forma, "se desalojó la casa y sus propietarios entraron inmediatamente y recuperaron la casa", donde ya les habían desvalijado algunos enseres.
Torres, del PSE, indicaba que posteriormente "ese movimiento ciudadano" se trasladó a otras dos viviendas que estaban ocupadas, donde los ocupantes "abandonaron voluntariamente las casas" y "fueron sacados por la Ertzaintza". Al decir del alcalde, "de una forma totalmente pacífica" el movimiento vecinal ha logrado el desalojo de tres viviendas que no se había logrado mediante los trámites judiciales que se habían puesto en marcha.