Andalucía continúa asimilando los resultados de unos comicios en los que apenas 59 de cada cien electores acudieron a las urnas para ejercer su derecho al voto. El resto se quedó en casa y, entre los unos y los otros, propiciaron la irrupción de Vox en el Parlamento andaluz con 12 escaños -muchos más de los previstos- y la caída en picado del Gobierno del PSOE tras 36 años con las llaves de San Telmo.
Pero el caos político en el que hoy se ve sumida la comunidad autónoma es también resultado de la inestabilidad que atraviesa España a tenor de la crisis en Cataluña. Como si se tratase del llamado efecto mariposa, el aleteo de las fuerzas independentistas ha terminado influyendo en grandes cambios de imposible la predicción en el Sur.
Aunque Ferraz se empeña en señalar la puerta de salida a Susana Díaz, como principal responsable de la derrota, lo cierto es que los socialistas han perdido más de medio millón de apoyos en tres años y por primera vez en su historia no superan el millón de votos en su feudo más fiel, un batacazo al que también ha contribuido la decisión de Pedro Sánchez de contar con el respaldo de las fuerzas nacionalistas e independentistas en la moción de censura que le catapultó a La Moncloa.
El castigo a la gestión de Díaz en Andalucía se ha visto endurecido por las licencias que, a los ojos de parte del socialismo, el presidente del Gobierno está otorgando a los nacionalistas catalanes"
El castigo a la gestión de Díaz en Andalucía se ha visto endurecido por las licencias que, a los ojos de parte del socialismo, el presidente del Gobierno está otorgando a los nacionalistas catalanes que, hace poco más de un año, se sublevaron contra el Estado constitucional. Es más, algunos sondeos aseguran que existe un 15% del electorado andaluz que se manifiesta "muy preocupado" por lo que sucede en Cataluña, motivo por el que la dirigente socialista habría preferido optar por una campaña "en clave andaluza".
Cataluña en la campaña
"Creo en la unidad y la igualdad, en una España cohesionada. Fui de las primeras que apoyó al Rey el 3 de octubre y que defendió la aplicación del artículo 155 de la Constitución en septiembre, mucho antes del 1-O", declaraba Susana Díaz en el debate de Canal Sur para evitar que la política de "apaciguamiento" de Sánchez hacia los independentistas, como la califica uno de sus asesores, le pasara factura en los comicios.
El rechazo al aparente deshielo entre el presidente del Ejecutivo y Quim Torra, artífice de múltiples artículos contra los españoles y el español, explicaría en cierto modo la subida como la espuma de Ciudadanos, cuyos votantes sí están preocupados por el conflicto catalán y que ha cosechado una docena de escaños más que hace tres años.
"El bipartidismo dice que es imposible cambiar. ¿Imposible? Imposible parecía ganar a los nacionalistas en Catalunña y lo hicimos", se ha encargado de subrayar la dirigente de la formación naranja Inés Arrimadas en todas sus intervenciones durante la campaña del candidato Juan Marín. Aunque en el PP han hablado de "golpe de Estado" y han presentado a Pedro Sánchez como un títere de los separatistas que ha cedido al chantaje de "los enemigos de España", algunos de sus votantes han considerado que la actuación de Mariano Rajoy y del PP "fue negligente" y se han fugado a Vox.
Vox, que aboga, entre otras medidas, "por la recentralización" del Estado de las autonomías, ha pasado de no tener representación parlamentaria alguna a acaparar 12 escaños
Así, la formación liderada por Santiago Abascal, que aboga, entre otras medidas, "por la recentralización" del Estado de las autonomías, han pasado de no tener representación parlamentaria alguna a lograr 12 escaños. Si bien en el resto Europa el auge de la derecha radical tiene un fuerte componente antieuropeísta, en España es más bien fruto de la defensa de la unidad del país y de la Constitución frente al desafío secesionista, ya que la pertenencia a la Unión Europea y el rol de esta no se cuestionan tanto como en otros países miembro donde la ultraderecha tiene cada vez más apoyos.
Fuentes demoscópicas explican la "política de gestos" del Estado con el independentismo no ha ayudado al socialismo en las elecciones andaluzas y ha servido para acentuar el populismo, pero el discurso oficial socialista lo niega. Desde el PSC invitan a que las elecciones andaluzas se lean "en clave andaluza". "Si me preguntan si eso se tiene que extrapolar a la política general española o tiene alguna afectación para Pedro Sánchez, les digo con rotundidad que no", aclara desde Cataluña el socialista Salvador Illa.
Por si acaso, Sánchez ha defendido la Constitución en su primera reacción después de conocerse los resultados en Andalucía: "Mi Gobierno seguirá impulsando un proyecto regenerador y europeísta para España. Los resultados en Andalucía refuerzan nuestro compromiso de defender la Constitución y la democracia frente al miedo", ha dicho escrito en Twitter.