El idilio mantenido entre el Gobierno de la Generalitat de Cataluña y el sector de la Enseñanza durante el proceso soberanista no atraviesa su mejor etapa. Después de seis años de colaboración con la causa independentista, al menos en cuanto a los sindicatos mayoritarios se refiere, el profesorado catalán ha pasado a liderar la revuelta contra Quim Torra para que revierta los recortes y comience a cumplir con las promesas de mejora de sus condiciones laborales.
Hace poco más de un año, en el preámbulo de la celebración del referéndum del 1-O, los directores y profesores de los centros escolares se alineaban con la entonces consejera de Enseñanza, Clara Ponsatí, para poder poner las urnas en los centros escolares. Sin embargo, sus prioridades parecen estar cambiando ante la falta de gestión y han salido a las calles para reivindicar otras cuestiones que poco tienen que ver con el secesionismo.
Junto a la Sanidad, el sector educativo es uno de los menos favorecidos a nivel presupuestario en la Cataluña de Torra. De hecho, es la tercera autonomía que menos gasta por alumno, 4.746 euros, mientras que la media española asciende hasta los 5.169 euros, según cifras del informe 2017 del Consejo Escolar del Estado.
Cataluña es la tercera autonomía que menos gasta por alumno y la que menos invierte en docencia, según datos del Consejo Escolar de Estado y del CSIF
Aunque los médicos desconvocaron este jueves la huelga tras la promesa de la Generalitat de inyectar cien millones a su sector, los docentes de Primaria y Secundaria, además de bomberos y funcionarios, les tomaron el relevo. "Los políticos catalanes no han tenido problema en ilusionar a la mitad de la población con la independencia, pero parece que están reculando y que la independencia ha entrado en vía muerta", opina una fuente de la comunidad educativa catalana participante en la huelga. Y añade: "Muchos profesores sienten decepción y desencanto".
El "desgobierno" de Torra
Desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas, incluso exigen la "dimisión inmediata" del actual presidente por "desgobernar" y no llevar a cabo "ningún impulso para activar la economía ni invertir en política social".
Ferrán Barri, coordinador del sector educativo del CSIF, explica a este diario que la situación comienza a ser "asfixiante". "Cobramos un 6% menos que en 2012, pero el presupuesto siempre es para otras cosas y nunca para los profesores. Estamos hartos, es una vergüenza", reprocha Barri. Según datos facilitados por el sindicato, Cataluña se sitúa como el territorio que menos invierte a la docencia. Solo el 17,3% del presupuesto se destina a esta partida, mientras que la media es del 21,5%.
Cobramos un 6% menos que en 2012, pero el presupuesto siempre es para otras cosas y nunca para los profesores"
"Exigimos la devolución de las pagas extras de 2013 y 2014 así como el resto de derechos sustraídos como son el Fondo de Acción Social, complementos de productividad, carrera profesional, jornadas de 35 horas semanales, recuperación de días de asuntos personales, medidas efectivas para la conciliación familiar, etc.", zanja.
No es el único sindicato del sector educativo que ha puesto contra las cuerdas a Torra. Ramon Font, secretario general de USTEC, sindicato mayoritario en la educación primaria y secundaria, también reclama la contratación de 7.200 docentes "para igualar la capacidad del año 2010" y ha marcado como "línea roja y para garantizar la paz social" el retorno de la hora lectiva que se perdió en secundaria en el año 2011.
El 'adiós' de los bomberos
Otros sectores alineados en los últimos años con el independentismo, como el de los bomberos, han decidido sumarse a las protestas sociales. Atrás quedaron los tiempos en los que los Bomberos de Barcelona se ofrecieron a la Assemblea Nacional Catalana (ANC) para articular cordones de seguridad que garantizaran el desarrollo de la votación organizada por el gobierno de Carles Puigdemont.
A un año de encararse en varias ocasiones a la Policía Nacional y la Guardia Civil, que acudieron a los colegios para evitar las votaciones el 1-O, el responsable de UGT de Bomberos de la Generalitat, Antonio del Río, avisa: "Se presenta un invierno caliente y una primavera todavía más". Y asegura que los servicios públicos, en general, y los bomberos, en concreto, están en estado crítico.
Ante la oleada de reivindicaciones, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ya ha propuesto su solución: la independencia. En un acto del diario Ara para conmemorar su octavo aniversario, el presidente catalán se ha lamentado que "cada año regalamos al Estado el equivalente a todo el gasto de salud, educación, trabajo, asuntos sociales y familias", por lo que, opina, la "República independiente" acabará con la "situación de asfixia" en Cataluña.
