Dos años de pandemia y España no conoce la cifra real de muertos por covid-19. La pandemia ha puesto de manifiesto que en este país somos muy nuestros hasta para contar fallecidos, y no existe un criterio común entre las comunidades autónomas para registrar estas cifras. Vozpópuli ha contactado con las 17 comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad para atestiguar que el mismo fallecido puede haber muerto por causas distintas si el suceso ocurre en Castilla-La Mancha o en la comunidad vecina. Este caos ha supuesto que al menos 8 CCAA inflen sus cifras reales de muertos por coronavirus.
Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia, Andalucía, Aragón, Cataluña, País Vasco y Murcia incluyen en las cifras de muertes por covid que posteriormente se incluyen en el informe diario del Ministerio de Sanidad a personas fallecidas por cualquier otra causa pero con prueba diagnóstica de coronavirus positiva. Así lo han confirmado fuentes oficiales de dichas regiones a este medio.
En Castilla y León se considera fallecido por covid a cualquier persona con prueba positiva que fallezca en un rango temporal de tres meses. Es decir, que si sufres un infarto tres meses después de haber dado positivo en coronavirus, se te registrará en el sistema como fallecido por el virus. En el País Vasco, el rango temporal es de dos meses. Un fallecido a los dos meses de dar positivo en covid también engrosaría las cifras oficiales de mortalidad de la pandemia.
Mientras, Galicia registra como muerte por covid a cualquier persona que fallezca con prueba positiva, independientemente de la razón del deceso. De la misma forma se procede en Castilla La-Mancha, Andalucía, Aragón y Cataluña.
Sin criterio único para contar muertos covid
En España no nos ponemos de acuerdo ni para determinar qué es un muerto por coronavirus. El caos es tal que existen importantes contradicciones entre las CCAA sobre la existencia o no de un criterio del Ministerio de Sanidad para llevar esta contabilidad. Según la Consejería andaluza, "no existe una indicación del Gobierno" a este respecto, mientras que la asturiana afirma que ellos "siguen el criterio que dictamina el Ministerio de Sanidad".
Esta falta de criterio ha llevado a que solamente nueve comunidades españolas establezcan un criterio adecuado para contabilizar las muertes provocadas por el coronavirus. En Asturias, Cantabria, Navarra, La Rioja, Madrid, Extremadura, Comunidad Valenciana y las islas, tanto Baleares como Canarias, incluyen los decesos en la lista de fallecidos covid siempre y cuando el virus sea la causa de la muerte.
Mientras que unas CCAA registran solo las muertes por covid, otras contabilizan también fallecimientos en los que la víctima de positivo en el momento de la muerte (o incluso antes). Esta disparidad de criterios lleva a que la cifra final de fallecidos es superior a la que realmente es, pues se acumulan otras muchas muertes cuya causa no es el virus.
Cuentas infladas y con retraso
Además de estar infladas, las cuentas de muertos que se reflejan en el informe del Ministerio tampoco se corresponden a los "fallecidos en los últimos 7 días". De hecho, esto es algo que el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes) se plantea matizar en el informe, incluyendo un asterisco donde se informe que el retraso de las comunidades autónomas provoca que la contabilidad sea anterior a los siete días. Es decir, que los muertos que se presentan como de la última semana, pueden corresponderse a varios días atrás.
Esto se debe a que las comunidades autónomas que sí dan una cifra cercana a la real de muertes por covid ponen en marcha un sistema de filtrado y revisión de cada caso para cerciorarse de que el virus es la verdadera causa del deceso. En Canarias, por ejemplo, se sigue un triple filtro antes de dar por válido un dato de muerte por coronavirus. La Comunidad de Madrid comparte con el Ministerio los datos de la sanidad mortuoria, lo que implica que vayan con un decalaje de tiempo importante.
Las cifras del INE y de MoMo
Con todo esto, la cifra real de muertes por covid es difícil de saber, porque el dato que aparece en el informe del ministerio nunca será el real. Pero no es algo imposible. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publica cada año un informe en el que se recogen todas las muertes producidas durante esos doce meses y se señalan las causas de las mismas. En el año 2020, este organismo recogió 74.839 fallecidos por covid (60.358 muertes donde el virus estaba identificado mediante prueba diagnóstica y otras 14.481 con sospecha de contagio).
Este dato es el más fiable de todos porque es el único registro que tiene en cuenta los certificados de defunción realizados por los médicos forense que determinan la causa de fallecimiento de cada persona. Como es un proceso muy complejo, realizar este informe conlleva un largo período de tiempo y todavía habrá que esperar un poco para conocer el dato real de 2021.
El otro registro que sirve como orientación para saber la letalidad real de la pandemia es el sistema MoMo, que elabora el Instituto de Salud Carlos III. Este sistema identifica las desviaciones de mortalidad diaria por todas las causas, según las series históricas de mortalidad, y comunica al Ministerio de Sanidad las desviaciones significativas de mortalidad observada respecto de la mortalidad esperada.
En el año 2020, MoMo detectó un exceso de mortalidad con respecto al año anterior de 73.000 fallecidos más de los esperados, una cifra bastante a la proporcionada por el Instituto Nacional de Estadística.