Desde hace unos meses, los expertos están alertando de que las infecciones de enfermedades de transmisión sexual están aumentando a unos niveles excesivamente rápidos, incluso teniendo en cuenta el año de pandemia, que supuso un "respiro" en la realidad de los contagios. Los datos lo confirman: según un informe presentado el pasado mes de junio por el Observatorio de Salud Femenina la evolución de las ITS en España ha ido creciendo hasta llegar a su punto máximo de contagios en 2019 cuando se registraron al menos 16.304 casos, un incremento del 1.073 % respecto a 2012.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) registró en 2020 un total de 374 millones de personas con sífilis, linfogranuloma, clamidia o gonorrea, mientras que el último informe del Ministerio de Sanidad confirma este incremento global en España, donde en 2019 se diagnosticaron 23.052 infecciones en hombres (34% clamidia, 43% de gonorrea, 21% en sífilis y 2% de linfogranuloma).
Además, la empresa de tecnología especializada en salud Cegedim publicó recientemente un informe en el que se informa de que en los últimos cinco años (de 2016 al 2021) el número de infecciones de VIH ha crecido un 343%, un 140% en el caso la clamidia, un 71% en el de infecciones gonocócicas (gonorrea) y un 59% en el herpes genital. Las únicas enfermedades sexuales que experimentaron un descenso son las hepatitis B, C y D.
El número de infecciones de VIH ha crecido un 343%, un 140% en el caso la clamidia, un 71% en el de infecciones gonocócicas (gonorrea) y un 59% en el herpes genital
Los motivos del aumento de casos de enfermedades sexuales
El doctor Carlos Balmori, miembro de la Asociación Española de Urología y especialista en Medicina Sexual y Reproductiva de Lyx Instituto de Urología, explica a Vozpópuli que los motivos principales por los que estos casos se están disparando pueden resumirse en tres: pérdida de miedo por parte de la sociedad, falta de información de calidad sobre cómo se pueden contagiar estas enfermedades y aumento disparado de la promiscuidad.
"Cuando ocurrió todo el 'boom' del VIH, hubo muchas y muy buenas campañas de sensibilización que frenaron drásticamente los contagios. Pero cuando se convirtió en una enfermedad no mortal, y solo en una enfermedad crónica, el 'miedo' se perdió y la gente, especialmente los más jóvenes, dejaron de protegerse contra ellas", explica el doctor sobre el primer motivo.
Esta pérdida del miedo va muy ligada a la falta de información: los jóvenes solo están concienciados de evitar los embarazos, pero no se les informa adecuadamente de los peligros de las enfermedades sexuales. "Es por esto que las campañas de concienciación siguen siendo muy importantes", destaca.
Los motivos de este boom de contagios son tres: pérdida de miedo por parte de la sociedad, falta de información de calidad sobre cómo se pueden contagiar y aumento disparado de la promiscuidad
Con respecto a la promiscuidad, de la que no quiere hacer "valoraciones éticas", destaca que es "impresionante" que algunas estadísticas dicen que el 34% de los menores de 18 años habían tenido entre dos y cinco parejas en el último año y un 15% entre 6 y 9.
En este contexto, las redes sociales juegan un papel clave: son la herramienta perfecta para la concienciación pero también el caldo de cultivo idóneo para que proliferen informaciones falsas y, sobre todo, aumenten las prácticas de riesgo y el número de parejas, por el uso de aplicaciones de citas.
También los viajes, el intercambio de parejas sexuales y otros factores propician que muchos patógenos que están en otros países se extiendan al resto del mundo, como es el caso de la viruela del mono que, procedente de África Occidental, en apenas tres meses ha multiplicado sus casos por todo el mundo.
Mazarino
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