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Cinco horas en las urgencias de un ambulatorio de Madrid: "Seguimos colapsados"

Vozpópuli pasa una mañana en las urgencias de un ambulatorio de Madrid para ver cuál en la situación en la Atención Primaria, justo un día después de que Ayuso anuncie que abrirá otros 80 centros sanitarios de urgencia a partir del 27 de octubre

  • Colas en un ambulatorio en Madrid -

Mucho movimiento, pero la cosa se muestra aparentemente calmada. La sala de espera está bastante llena, aunque no desbordada, este viernes a primera hora de la mañana en la zona de urgencias de un ambulatorio de Madrid. Varios niños con sus padres, alguno que llega de fiesta en peor estado del que le gustaría, unos cuantos adultos con dolencias varias y sobre todo, mucha persona mayor que se acerca por la mala noche que ha pasado por múltiples y diversos dolores. Pero nada llama especialmente la atención.

Van entrando por turnos, con preferencia para aquellos que sangran más, como un chico joven que llega con una brecha bastante alarmante, o los que están peor, como el bebé que no para de llorar por un aparente dolor de estómago insoportable. Aunque vayan pasando, la sala se va llenando cada vez más. Los médicos (y el resto de sanitarios que hacen que todo funcione) de primera hora se veían cansados; quizá estaban a punto de terminar un turno de noche especialmente agotador.

Según va pasando la mañana, las caras de los que les habían sustituido y que habían llegado con alegría, se van poniendo más serias. Porque aunque para nuestros ojos parezca que todo está controlado, todos estos profesionales comparten una cosa: la situación de la Atención Primaria todavía sigue desbordada: "Si te toca este turno, [el de las urgencias en ambulatorios] sabes que sí o sí vas a tener un día durísimo. Seguimos siendo muy pocos para muchísimo trabajo. Y cuando te digo muchísimo, es una barbaridad", nos cuenta discretamente una enfermera. Una opinión que comparte la trabajadora de la administración del centro, que confirma que "todos, tanto sanitarios, como administrativos" siguen "hasta arriba" y que la "liberación" postpandemia todavía queda lejos.

Por su parte, los pacientes que por enfermedad o por edad tienen que ir con frecuencia a urgencias extrahospitalarias saben que esto es así: "Nos dicen que vayamos a las urgencias en ambulatorios para liberar los hospitales cuando el asunto no sea tan urgente; pero es tan lento todo que la mayoría de veces me da igual y voy directamente al hospital", se queja Luis, un hombre que por unos intensos (y hasta hace poco sin origen aparente) dolores de estómago acude a urgencias una vez a la semana "por lo menos". "Una vez tardaron tanto que llegué a desmayarme", agrega.

Otros muchos pacientes, sin embargo, se muestran más positivos. Creen que "la cosa no está tan mal" y que pese a que es cierto que el covid lo haya desestabilizado todo, poco a poco "vamos recuperando el aire", tal y como señala uno de los hombres que espera su turno en una salita lateral, donde Pablo, el señor del estómago, le dice en tono jocoso: "Eso es porque no vienes mucho por aquí. Si te pasaras aquí los días, estarías harto de lo muchísimo que hay que esperar".

El problema de los PAC

Otra enfermera del sistema sanitario madrileño, Marta Fernández, apunta que no a todas horas es igual. "Hay momentos del día donde todo está más controlado, cuando hospitales, centros de salud y Summa están totalmente operativos. Pero en el momento en el que se cierran éstos, las urgencias, tanto las extrahospitalarias como hospitalarias se desbordan", señala, y agrega además que "no es lo mismo trabajar en urgencias ambulatorias un martes por la mañana, que un viernes a última hora". Mientras que el primer día las urgencias están mucho más tranquilas, el viernes por la noche todo el mundo apura porque no quiere esperar al lunes.

Una tercera enfermera, de otro centro de salud, explica que una de las agravantes de la situación del problema de la Atención Primaria en Madrid, que está haciendo que la saturación sea "real y brutal" y que "sigamos colapsados", es el tema de los cierres de los Puestos de Atención Continuada, el servicio de urgencias extrahospitalarias que da servicio cuando los ambulatorios han cerrado. "Que haya ahora mismo tantos PACs cerrados es un problema enorme, porque hace que las urgencias hospitalarias se saturen muchísimo más o que cuando se abren los centros de salud se llenen rápidamente de gente que ha esperado para no ir a un hospital", se queja.

Todos los profesionales de la salud con los que ha hablado Vozpópuli, que la mayoría prefieren permanecer en el anonimato, comparten, además de la idea de que "siguen totalmente colapsados", que "hay muy pocos profesionales, sobre todo a nivel enfermería, y estamos estresadísimos". "Además, somos de los peores pagadas en comparación con otras comunidades, aunque eso es otra historia", agrega una de las enfermeras.

Eso sí, el anuncio de este jueves de que la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, abrirá otros 80 centros sanitarios de urgencia a partir del 27 de octubre, ha sentado bien (aunque la duda sobre si abrir a las cinco puede perjudicar al funcionamiento de los centros de salud sigue presente) y aseguran que "aunque tarde" por fin han tomado una medida que realmente va a servir para acabar con la saturación.

https://www.vozpopuli.com/sanidad/madrid-abrira-80-centros-sanitarios-urgencia-27-octubre.html

La situación de los ambulatorios en el resto de España

A nivel nacional, la cosa no es tan diferente como pueda parecer o por mucho que critiquen la gestión de Díaz Ayuso. La Dra. Amparo Fernández De Simón Almela, presidenta de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) de Andalucía hace una radiografía en conversaciones con este periódico de la situación de las urgencias de la Atención Primaria en España.

"Te puedo decir que todavía la situación es muy saturante y tensa. El cansancio que arrastramos los sanitarios de urgencias lleva mucho tiempo pasando factura. La saturación de los servicios de urgencia, tanto en ambulatorios como hospitales, sigue altísima", denuncia la doctora.

Pese a que lo peor de la covid haya pasado hace ya bastante tiempo, la respuesta rápida de las urgencias, la población cada vez más envejecida y la accesibilidad para el paciente hace que todavía estos servicios sigan excesivamente saturados. "No es algo que ocurra solo en Madrid. En toda España estamos igual, con la sensación de que siempre vamos por detrás: cuando pensamos que ya hemos llegado al límite, vamos a peor", agrega la representante de SEMES.

"Lo que pedimos a todas las administraciones es que se den cuenta de que la demanda de los servicios de urgencias ha aumentado, por diversos motivos. Y que por lo tanto, necesitamos que las plantillas se adapten a esta nueva realidad, porque no podemos más y estamos exhaustos. También necesitamos un recambio generacional y una homogeneización de la plantilla", termina demandando.

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