Estados Unidos ha detectado casos confirmados de la variante ómicron del coronavirus en California, Minesota, Colorado, Hawái y Nueva York, y sospecha que haya en más partes del país, según informó este viernes la directora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), Rochelle Walensky.
La responsable sanitaria indicó en la rueda de prensa del grupo de trabajo contra la pandemia de la Casa Blanca que están trabajando "de cerca" con las autoridades sanitarias locales para investigar casos sospechosos en otros estados.
El 1 de diciembre, EE.UU. confirmó el primer caso en su territorio de la variante ómicron, que fue detectado en California. Walensky destacó que el país "está equipado y preparado" para combatir la nueva variante del virus, además de subrayar que los CDC supervisan de forma continua la efectividad de las vacunas ante ómicron.
Asimismo, "estamos haciendo una investigación a fondo sobre los primeros casos de ómicron para entender el contagio y la gravedad de la enfermedad con ómicron", dijo la directora de los CDC. Pese a la alarma por esta variante, detectada por primera vez la semana pasada en Sudáfrica, Walensky afirmó que el 99,9 % de las infecciones en EE.UU. en la actualidad son causadas por la mutación delta del coronavirus. "Delta continúa impulsando casos en todo el país, especialmente en aquellos que no están vacunados", apuntó.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, delineó el jueves una estrategia para contener la pandemia durante este invierno y minimizar el impacto de ómicron, con la esperanza de no perturbar demasiado la economía ni el turismo. El plan de Biden incluye una medida que entrará en vigor el lunes y por la que todos los viajeros que lleguen a EE.UU. deberán presentar un test negativo de coronavirus en las 24 horas anteriores a su vuelo, en lugar de las 72 horas que se exigían hasta ahora.
Esa medida se aplicará a todos los viajeros, independientemente de su nacionalidad, estado de vacunación o país de salida, y por el momento no se exigirá cuarentena a esas personas, aunque la Casa Blanca no ha descartado reforzar sus medidas si aumenta la preocupación por la variante ómicron.