El Ministerio del Interior británico contempló, durante los años 80, la posibilidad de emplear psicópatas para mantener la ley y el orden tras una hipotética guerra nuclear, según documentos recientemente desvelados del Archivo Nacional.
La llamada 'Operación Regeneración' consistía en recrear un escenario postapocalíptico en cinco condados de Reino Unido, que reproducirían los seis primeros meses tras una guerra nuclear total, en el que el país quedaba arrasado tras la detonación simultánea de más de 300 megatones de bombas nucleares. En este escenario, doce altos funcionarios regionales, resguardados en otros tantos búnkeres, tendrían la misión de preservar lo poco que quedaría de la sociedad.
Uno de los documentos recoge una propuesta formulada por una oficial científica del Ministerio del Interior, Jane Hogg, quien determinó que el uso de la Policía sería "inadecuado" en zonas azotadas por el desastre, y propuso el uso de psicópatas para mantener el orden.
"Son personas que no padecerían efectos psicológicos en aquellas comunidades donde se registrara el daño más grave. Son muy buenos gestionando crisis porque no tienen sentimientos por otros, ni código moral alguno, y tienden a ser muy lógicos e inteligentes", según Hogg.
La opción no gozó de mucho respaldo entre sus superiores, que la rechazaron inmediatamente. "No estoy muy convencido", respondió uno de ellos. "Creo que son peligrosos sean reclutados o no en una organización postataque", indicó.
De todas formas, 'Operación Regeneración' jamás vio la luz del día. Un primer intento tuvo lugar en mayo de 1982 pero el simulacro resultó fallido por la incapacidad de los organizadores para reproducir con toda su intensidad el escenario postnuclear.
Los responsables del ensayo regresaron al laboratorio para desarrollar una segunda versión del simulacro, pero el ordenador que contenía los datos se averió, y toda la información quedó inservible.
"Threads"
Este simulacro, que iba a desarrollarse en los condados de Derbyshire, Lincolnshire, Leicestershire, Nottinghamshire y South Yorkshire durante 1982, fue una piedra de toque en la creación de una de las películas postapocalípticas más importantes de la historia: 'Threads', un telefilm emitido dos años después por la cadena BBC, que describe exactamente este escenario en estos mismos lugares, y que provocó una auténtica conmoción pública tras su estreno.
De hecho, el director del film, Mick Jackson tenía conocimiento de este simulacro e intentó presenciarlo, aunque su solicitud fue rechazada, según estos documentos.