Las paradojas del destino hacen que las acciones que uno toma para vengarse de otra persona puedan volverse en su contra. Es el caso de un hombre que decidió por despecho urdir un plan para hacer el mayor daño a su expareja. No de manera física, sino intentando dejarlo sin blanca.
El acusado se enfrenta a la petición de cinco años de cárcel por haber suplantado la identidad de su compañero sentimental ante un médico, para hacer que perdiera la pensión de incapacidad permanente después de la ruptura sentimental. Según cuenta La Vanguardia, a Antonio le habían concedido la ayuda económica en 2011 por tener problemas respiratorios graves, pero Jaume, después de romper, decidió vengarse.
Rellenó en nombre de su expareja una solicitud para revisar la incapacidad y pedir un chequeo médico que le permitiese volver a trabajar
Amenazó a Antonio con hacerle perder la pensión y la advertencia no quedó ahí. Se materializó poco después cuando Jaume acudió a la Seguridad Social y rellenó en nombre de su expareja una solicitud para revisar la incapacidad y pedir un chequeo médico que le permitiese volver a trabajar. Jaume se hizo pasar por su expareja y, como sus pulmones estaban en perfecto estado, el médico emitió el certificado que le autorizaba para volver a "trabajar en su actividad habitual".
El INSS resolvió que Antonio no estaba "en la actualidad afecto a ningún grado de incapacidad permanente, debiendo dejar de percibir pensión". Antonio dejó de recibir el dinero y empezó su peregrinaje por distintas instancias para reclamarlo. Descubrió poco después que su expareja era el responsable y lo denunció ante la Justicia.
Sin embargo, Jaume negó que tuviera nada que ver con el asunto, aunque una prueba caligráfica le terminó señalando como el responsable. El asunto ya está pendiente de juicio en Barcelona y se le acusa de falsedad documental, usurpación y lesiones. Hasta que el juez no dicte un sentencia, Antonio no podrá cobrar su pensión.
