El semanario 'The Economist' lanza esta semana un duro golpe a España y se pregunta si nuestro sistema sanitario está o no al borde de una crisis. Para ello, arranca poniendo un ejemplo. Se trata de un inmigrante que se no encontraba bien y fue al hospital con síntomas de tuberculosis. El inmigrante fue rechazado y le enviaron de vuelta a casa. Poco tiempo después el inmigrante se sintió peor y decidió acudir a urgencias, donde de nuevo le mandaron a casa. Finalmente, murió.
Esta es la situación que pinta la revista para el caso español: los inmigrantes ilegales no reciben ninguna ayuda en España. Siguiendo las medidas de austeridad y los cambios legislativos de 2012, el Gobierno no cubrirá la asistencia de unos 873.000 inmigrantes ilegales sin tarjeta sanitaria. Esto puedo crear una enorme crisis sanitaria en un futuro cercano según alertan investigadores de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LHSTM por sus siglas en inglés).
Un informe publicado el pasado 14 de diciembre en la revista Lancet (una publicación médica), hizo saltar la alarma sobre el estado de la Sanidad en España. Hace tiempo los medios europeos se centraron en el impacto que tuvo la austeridad en el sistema sanitario de Grecia, con informaciones sobre el incremento del VIH, enfermedades mentales, tuberculosis y el retorno de la malaria. Grecia llevó a cabo sus recortes dos años antes de que lo hiciera España, por lo tanto su impacto pudo verse mucho antes. Pero la situación de España, según 'The Economist', es igualmente alarmante. Así lo dice también Helena Legido-Quigley, del LHSTM, quien cree que si el Gobierno no cambia de rumbo pronto, pueden darse similares estallidos en España.
Cuenta la revista que ahora que la crisis golpea la punta de lanza de los recortes está en el sistema sanitario. (El gasto público en Sanidad es del 7% del PIB comparado con el 7,6% de media de la Unión Europea, el 8,4% en Alemania y el 9,5% en Dinamarca). El gasto fue reducido en un 13,7% en 2012 y en un 16,2% en 2013 (incluyendo servicios sociales). A esto hay que añadir que algunas regiones sumaron recortes superiores al 10%. El resultado de todas estas medidas es que una parte significativa de la población española es excluida del sistema sanitario, lo que puede derivar en problemas de salud pública para toda la población.
Elena Urdaneta, de Médicos del Mundo (una organización sin ánimo de lucro), cree que esta pollítica no es solo injusta sino también terriblemente peligrosa para la salud pública. "Puedes excluir personas, pero no puedes excluir enfermedades". No vacunar a los hijos de los inmigrantes, por ejmplo, no es solo infame, también es ineficiente. Es más barato vacunar que arriesgarse a un estallido de una enfermedad contagiosa. Y esto es lo que está empezando a ocurrir en varias regiones de España.