Cuando el pasado sábado se conoció la noticia del fallecimiento de tres miembros de una misma familia -el padre, la madre y una hija de 14 años- y el estado grave de otra hija de 13 años por una intoxicación alimentaria en el municipio sevillano de Alcalá de Guadaíra, enseguida se empezó a especular con la situación económica del hogar. Algunos medios, como el diario Público, hablaban directamente de la ingesta de 'comida caducada que les regalaban' como la causa de la intoxicación, aunque atribuían la información a fuentes consultadas por Efe, que sin embargo no refleja ningún teletipo con estos datos. Días después sí aclara que la comida fue comprada en el súper.
Desde un primer momento la portavoz municipal de la localidad pedía prudencia y respeto "y que no se hagan especulaciones hasta que no se levante el secreto de sumario y se conozcan las verdaderas causas del dramático suceso". Sin embargo, el bulo se extendió con rapidez, y fue incluso utilizado con fines partidistas. El portavoz de IU en el Ayuntamiento del municipio relacionó los tristes acontecimientos con "la política de recortes de los sucesivos gobiernos de Zapatero y Rajoy, que está conduciendo a la pobreza y la exclusión social a millones de familias, y por otro lado, la insuficiente política local para paliar los efectos de la crisis en la ciudad". De ahí que promovieran además una manifestación celebrada este lunes a las puertas del Ayuntamiento "como protesta ante esta tragedia, que entendemos, se podría haber evitado".
También la presidenta del Defensor del Paciente, Carmen Flores, envió una carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la que responsabilizaba al Ejecutivo y a todos los partidos políticos de las muertes, mientras que desde la Junta de Andalucía se manifestaba que la familia intoxicada atravesaba una "situación difícil pero no como para tener que recurrir a los contenedores". "En la casa tenían alimentos en buen estado y comprados en tiendas", explicaba la consejera de Salud, María José Sánchez Rubio.
Tajantemente falso
Sin embargo, todas las especulaciones fueron desmentidas por la familia de los fallecidos, indignada por cómo se había tratado el tema y que insistía en que los fallecidos no comían de la basura o de la comida que les regalaban. En la misma línea se manifestó el alcalde de la localidad sevillana, incluso Cáritas confirmó que no atendía a esa familia desde hacía dos años.
El origen del bulo, según explican desde el consistorio, estaría en un vecino de los cuatro miembros intoxicados, que al llegar los primeros medios de comunicación habrían insinuado que "eso les habría ocurrido por coger la comida de la basura" por los problemas económicos que atravesaban.
"El padre se había quedado en paro, y sí que tenían estrecheces económicas, pero como muchas familias. Ahora, lo que ha indignado a la familia y al Ayuntamiento ha sido ese bulo porque no era cierto. En su casa había alimentos comprados porque el fallecido había hecho hacía pocos días una compra de navidad. Estaba cobrando el paro, pero además tenían familiares en Badajoz y apoyo familiar. El portavoz de la familia ha desmentido las informaciones sobre la procedencia de la comida, aunque sí es cierto que el matrimonio recogía cartones para intentar obtener algo de dinero", explican desde prensa del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra a Vozpópuli.
De momento la investigación sobre los hechos sigue bajo secreto de sumario. Las autopsias de los tres fallecidos han confirmado que murieron por parada cardiorrespiratoria, aunque faltan los resultados toxicológicos para ver qué fue lo que ingirieron que les provocó la muerte. La menor de 13 años se encuentra aún hospitalizada aunque ya fuera de peligro, y según las informaciones, una hermana mayor que vive en la misma localidad, fruto de una relación anterior del fallecido, se haría cargo de ella a partir de ahora.