Al llegar los primeros medios de comunicación al lugar de la tragedia, algunos vecinos insinuaron que ésta se había producido porque la familia tenía que rebuscar en los contenedores para comer. La teoría se extendió como la pólvora y fue usada incluso con fines partidistas por Izquierda Unida, pero tanto la familia como el Ayuntamiento, Cáritas y los servicios sociales han desmentido que los fallecidos recogieran comida caducada de la basura.