Los bancos centrales no pueden sentarse a observar si la inflación es transitoria o no, sino que deben tener herramientas que les permita anticipar cómo se van a transmitir las perturbaciones a la inflación a largo plazo

Después del desastre nuclear de Fukushima, en el año 2011, Merkel decidió dar un giro a su política energética para alinearla más con lo medioambiental y favorecer las importaciones de gas ruso

El descalabro se anticipa generalizado para la economía europea y dos son las principales fuerzas que podrían tumbar el ya débil crecimiento: la actuación del BCE y la del siniestro Putin